domingo, 15 de junio de 2008

Por escribir algo

El 5 de agosto estoy de… ummm... decimonoveno aniversario de matrimonio… ¡que huevos tengo!...
Si le hubiese apostado algo a mi suegro lo hubiese jodido, ya que él no daba un duro por nuestro matrimonio, de hecho se resistió a pagar el banquete diciendo que para lo que iba a durar, no merecía la pena gastar en fiestas…
Un hombre muy positivo… Se de él que aun sigue vivo y él de mi sabé también que vivo, pero no sabe donde, jejeje. La última vez que lo vi cruzaba la carretera cuando yo pasaba con el coche y oye… como cosa de Satanás que me pasó una cosa por la cabeza. Sólo yo sé que ese día volvió a nacer.
Y ya ves, diecinueve años juntos. Ahí unidos contra viento y marea, contra letras, números rojos y la hipoteca… y lo peor de todo es que tal como van las cosas, tiene pinta de tener cuerda para largo. Lo digo por el matrimonio que de hipoteca me quedan sólo dos años, jojojo…
Puedo decir por la experiencia que tengo que para que un matrimonio dure mal amigo es el orgullo, hay que dar el brazo a torcer muchas veces aun teniendo razón y nada de ser impulsivo. A veces es mejor decir "si wana" que dormir en el sofá, sobre todo en invierno, en verano que no me caliente mucho… Resumiendo, hay que tener un aguante de cojones. Y lo digo por ambas partes, por si lee esto mi mujer…
¡Hola churry!... un beso.
(…)
Sí hombre sí, ya ves después de quince días de guerra fría tuve que bajar la oreja en un momento de calentura, en fin… otro beso churry.
Los matrimonios son como una montaña rusa, a veces se sube, a veces se baja, unas se va de revés, otras se va torcido y cuando se va recto parece que es aburrido.
Yo recuerdo perfectamente cuando y por qué fue la primera decepción que llevé en mi matrimonio. Fue la misma noche de bodas en el hotel, pues la suite nupcial no tenía espejos en el techo tal como me habían dicho… ¿qué coño habías pensado?.
Lo peor de todo fue que quedé como un idiota delante del botones cuando al abrirnos la puerta de la habitación entré mirando para el techo y exclamando ¡oooh!, por la decepción. Pero bueno, él también miró para el techo y después para mí con una cara de parvo de carallo.
Y si esa fue la primera decepción la segunda vino muy pronto pues fue al día siguiente, mejor dicho, a la noche siguiente y también por culpa del hotel, allá en Madeira. No diré el nombre pero sí que se merecía una mala publicidad, porque hombre, eso no se le hace a una pareja que lleva poco más de 24 horas casada.
Mucha botellita de champán, la fruta muy rica y las flores muy bonitas, pero sin agua en la cisterna del inodoro… inoportuna cagada a las tantas de la mañana, coño.
Llamo a recepción y me explica el tipo en un mal portugués (porque yo no lo entendía), que hay problemas de agua y que ciertas horas no tienen suministro. ¡cojonudo!... y ahora qué hago con esa mierda.
Tuve que improvisar en plan McGuiver y utilicé el champán como agua del inodoro. Y rematé la cagada con otra cagada. Aquella calor sofocante, aquella mezcla de olores… ¡qué noche la de aquel día!... A que no sabías que follando se pierde el sentido del olfato. Pues Sí.
No he vuelto a tomar champán desde aquel día y algunas veces recuerdo aquella noche cuando paso por el inodoro.

3 han comentado:

rosita dijo...

BUENOS CONSEJS MANOLO, SOBRETODO PARA DECIRME QUE NO VAYA A MADEIRA, DE TODAS FORMAS YO ME VOY UN POCO MAS LEJOS, A TAILANDIA, YA OS TRAERE UN POCO DE ALGUNA ENFERMEDAD TROPICAL PARA QUE POR LO MENOS DIGAIS MIRA LA PILLE EN TAILANDIA, Y LO QUE MOLA DECIR ESO??? VIENE A CUENTO DE QUE UNA AMIGA MIA SE CASO HACE MUY POCO Y FUERON ALLI Y CUANDO VOLVIERON, LOS DOS MALISIMOS Y YA LE DIJERON DESPUES DE MUCHO INVESTIGAR QUE ERA ESO, UNA ENFERMEDAD QUE TRANSMITE UN PESCADO QUE COMIERON ALLI, COMO TODO ES CRUDO! JAJJAAJAJ, DESPUES DE ESCUCHARLO ME VOY ARREPINTIENDO PERO COMO AUN ME QUEDAN 11 MESES Y 20 DIAS PUEDO CAMBIAR, DIGO YO...

Jose Antonio dijo...

Rosita como gritas.

No sera que te has puesto nerviosa al leer la aventura de Manolo.

Saludos.

Jose Antonio dijo...

Rosita como gritas.

No sera que te has puesto nerviosa al leer la aventura de Manolo.

Saludos.