miércoles, 26 de noviembre de 2008

El marido siempre llama dos veces

Ayer me comentaba un compañero de trabajo que días atrás un amigo suyo llego a casa y se encontró a la mujer metida en cama con otro. Eso tiene que joder mucho, me dijo muy compungido.
-eso es algo que a mí nunca me pasará-, le dije muy serio.
-eso te puede pasar a ti y a cualquiera-.
-a cualquiera sí, pero no a mi- insistí muy convencido de lo que decía.
-¿qué haces tú entonces para estar tan seguro, le pones un cinturón de castidad a la mujer o la atas a la pata de la cama?- me preguntó con cierto recochineo.
-ni lo uno ni lo otro, yo para evitarme ese tipo de sorpresas siempre toco un par de veces el timbre en vez de abrir la puerta-.
Yo creo que avisando de mi llegada les doy tiempo para que dejen de hacer lo que puedan estar haciendo y al mismo tiempo pondría en un entredicho a mi mujer, pues si quisiese que siguiese confiando en ella no le quedaría más remedio que tirar al otro por la ventana.
Pero supongo que sí tiene que doler mucho descubrir a tú pareja en una infidelidad, y en varias ya no te digo. O que te pase lo que le pasa a muchos que al cabo de los años descubren que esos niños que llevan su apellido no son sus hijos.
¡Uff!, lo que tiene que joder eso. Sobre todo enterarse muy tarde, porque yo pienso que de no ser de uno lo mejor es saberlo desde el primer momento, lo puedes aceptar y quererlo como si fuese tuyo, pero hostias, eso de enterarte de que es del carnicero cuando ya le tienes pagada la carrera y comprado un coche, manda huevos.
Al final esto no debe de influir en nada, pues si lo has criado y educado como si fuese tuyo, tuyo será aunque la gota la haya puesto otro, pero manda huevos otra vez, que el tipo bien que te cobraba las chuletas con las que alimentabas a su, tú… al hijo que tenéis a medias.
San José por ejemplo, lo supo desde el primer día y mira que bien lo llevó, hasta el título de santo le dieron por ello. Pero tampoco te creas que es así con todo el mundo, estoy seguro que me pasa a mí y me dan el título de cornudo.
Por la otra parte, no hace mucho que leyera en la prensa la noticia de un hombre que por motivos de salud necesitó que sus hijos le donasen no recuerdo el qué, y las pruebas pertinentes antes de llevarlo a cabo dieron como resultado que de los seis hijos que tenía, cinco no eran suyos.
5 de 6 en una primitiva es un pellizquito, pero en el caso de este pobre hombre era una cornamenta digna del libro de los records.
En mi caso no me cabe ninguna duda de que mis dos hijos son míos ya que ambos tienen rasgos muy claros de ello, el varón es clavadito a mi tanto físicamente como en la forma de ser, y la niña se muerde las uñas igual que yo.
Me viene ahora a la memoria el caso de un hombre que en 20 años de casado jamás le había hecho el amor a su mujer con la luz encendida, cosa de lo que ella estaba ya un poco aburrida, por lo que una noche en pleno acto y sin avisar encendió la luz y sorprendió a su marido "haciéndoselo" con un consolador.
Ni que decir tiene que el enfado de la mujer fue de órdago y entre gritos e insultos le reprochó a su marido tantos años de engaño exigiéndole una explicación al respecto.
-Calma cariño, yo te lo explico todo, pero antes explícame tú a mí cómo coño tuve tres hijos-.
Pero lo que quiero decir con esta entrada, es que por un momento me he puesto en el pellejo del amigo de mi compañero y me he preguntado cómo reaccionaría yo de encontrarme en tal situación, llegando a la conclusión de que lo mejor es que siga llamando al timbre como hasta ahora.

9 han comentado:

Aspective dijo...

Y ahora que hay móviles incluso avisar 10 minutitos antes para que de tiempo a salir de casa y componer la figura y las sábanas.
Al final, el viejo dicho de ojos que no ven corazón que no siente (salvo que sean tus ojos los únicos y se decojone de ti hasta el que vacía las papeleras de tu calle).
Y efectivamente, a los hijos, por necesidad les buscamos parecidos en lo que sea:
El niño ha salido a mi y no a su madre: tiene pilila y la niña tiene la misma mala leche que yo.
Hala y tan contentos.
Yo espero no encontrármelo (yo no digo ni siquiera que no lo haya) y no saberlo.
Al menos seré cornudo, pero feliz.

m4n010 dijo...

jajaja, estamos de acuerdo caballero, ojos que no ven corazón que no siente.

saludos

darkmanburt dijo...

Pues me diste una solución mu buena Manue, a partir de ahora llamare dos veces o le dare una llamada pa decirle que voy pa casa, jejeje.


Saludos.

Jose Antonio dijo...

Hace tiempo que uso tu método, llego a casa cantando y bien alto, y sobre todo compre un armário MUY GRANDE por si acaso,ja,ja,ja,.

Saludos Cordiales.

Anónimo dijo...

Jejeje, que bueno, lo malo es que la mía está un poco sorda, jejeje.,(es broma).
Como me alegro cada vez en entro, saludos Manolo.

Vitalnn dijo...

jejejejejeje, toda precaución es poca!!!

Carmen dijo...

No hay lectura en este espacio que no me provoque una sonrisa, por eso me gusta volver. Un beso

Carmen dijo...

Jajajajaja, no puedo parar de reirme jajajajajaja...,
Manolo te acabo de leer y me ha dado la risa.

Besos!

VolVoreta dijo...

ahora que están de moda las llamadas perdidas...tampoco estaría mal "avisar" con una, cuando se sale del trabajo :) así da más tiempo...
Un bico