lunes, 22 de diciembre de 2008

Hoy puede ser un gran día

En el momento de comenzar a escribir esta entrada, son exactamente las 10 horas, 4 minutos y 27 segundos, 28, 29, 30… y seguirán subiendo de uno en uno sucesivamente hasta llegar a los 60, que hará las 10 horas y cinco minutos… un momentito por favor… ¡ya!.
Ahora mismo son las 10 horas y 5 cinco minutos… y 1 segundo, 2, 3… bueno, no creo que haga falta que os de más explicaciones porque a estas alturas supongo que ya todos sabéis perfectamente como funciona esto del tiempo y como funcionan las agujas del reloj: desde el 12 hasta el 6 cuesta abajo y desde el 6 hasta el 12 cuesta arriba.
Pero no es del tiempo de lo que quiero hablaros, pero ya que lo menciono no me cuesta tanto deciros que aquí está el día frío pero soleado.
Hoy es el día de la lotería para el que le toque y el día de la salud para quien no le toque. Y yo me he levantado con unas grandes esperanzas de ser un afortunado premiado, esperanzas que alimento gracias un dolor que tengo justo aquí donde señalo con el dedo.
Y este es un buen presagio, ¿o no?. Hombre, no es que esté mal de salud, pero tampoco me encuentro bien del todo. ¿Puede significar eso que me tocará algo?.
No me encuentro tan mal como para que sea el gordo, pero por lo que me molesta bien pudiera ser que algo sacase en la pedrea.
Yo creo que son gases, poca cosa verdad, pero me los estoy aguantando no vaya a ser que me cure antes de que salga el gordo, jeje, que yo por 60.000 euros me arriesgo a tener una fisura en una tripa.
Eso sí, en cuanto salga el gordo y como no sea el mío, abro de válvulas y dejo que se me vayan estos aires de esperanza que tengo. No celebraré el premio, pero al menos sí podré felicitarme por mi buena salud.
Son ahora las 10 horas, 11 minutos y 14 segundos, 15, 16, 17… y sigue sumando.
De momento no salió en gordo. Permaneceré con la oreja pegada a la radio y con la esperanza de escuchar como cantan mi número. Pero, ¡Dios!, me estoy retorciendo en la silla porque me cuesta mucho aguantarme. Como tarde un poco más me veré en la necesidad de tener que aflojar la tripa.
Y eso significará que este año tampoco… pero bueno, si al menos deja de dolerme aquí podré decir aquello de “no me ha tocado, pero lo importante es tener salud, y yo la tengo desde que deje escapar un cuesco (*)”.

(*) Cuesco = pedo: aire fluido que entra por la boca y sale por el culo haciendo ruido".


ACTUALIZACION MANUAL DE ENTRADA AL VUELO

11:28 de la mañana, el gordo sin salir y yo sigo reteniendo... ¡Ay Dios!, haz que salga pronto porque si no yo reviento.

SEGUNDA ACTUALIZACION MANUAL DE ENTRADA AL VUELO

11:32 de la mañana: ¡AHHH!... joder que alivio.

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