lunes, 7 de septiembre de 2009

Al rico condón

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, sikiniko takanaka a los nipones de Japón, pero del Japón de los cojones no del Japón de Jabugo.
Repasando los recortes de papel en los que voy anotando todo lo que se me ocurre para después escribirlo en este tan indecente blog, me he encontrado ayer tarde uno en el que con letra clara, en perfecto castellano y sin faltas de ortografía, decía lo siguiente: comprar Cola Cao sin falta.
A buenas horas mangas verdes que decía el otro pues esa nota tendría que haberla visto el sábado antes de que cerrase el super, más que nada porque a los habitantes de mi casa no nos gusta la leche sola y como esta mañana en el desayuno he podido comprobar, a mi en particular tampoco me gusta con sabor a plátano.
Un consejo que doy a quien le pueda interesar por si algún día al hacer la compra se olvidase del Cola Cao, es que al llegar a casa ni de coña saque los condones de la bolsa de la compra. Yo lo he hecho y estoy muy arrepentido pues a mi señora no le sentó nada bien que me acordase de las gomas y me olvidase del Cola Cao, y cuando por remendar mi error y hacerme el gracioso quise hacer un chiste con aquello de que el polvo ya lo echaba yo, ahí la jodí del todo. La situación quiero decir.
Conste que lo hice con la mejor de mis intenciones, de hecho tan sólo pretendía correrme una juerga especial con ella la noche del sábado, por ello llegué a casa y con toda la ilusión del mundo llamé a la mujer y le mostré la caja.
-“Mira Churry que he comprado”-.
Muda se quedó al verla para luego preguntarme con cara de sorpresa -“¿para qué, si tu estás vasectomizado?”…-
-“Si cariño, pero míralos… son con sabor a plátano. Esta noche será especial, verás como te gusta”-.
Todavía no sé si le gusta… pero desde luego que a mí la leche con sabor a plátano no me ha gustado nada de nada. Es que al no tener Cola Cao y no gustarme la leche sóla se me ha ocurrido que… en fin.
Y ya que hablo de eso pienso en lo que se han tenido que estrujar el coco los fabricantes de condones hasta dar con la idea de hacerlos con sabor a fruta para disimular el sabor a nabo aunque esa idea conmigo no daría buen resultado, y no es porque no me guste el plátano, que sí me gusta de postre y a la merienda, pero yo soy de los que piensan que los sabores no deben adulterarse aliñándolos con alimentos que no le pegan, y leche y plátano no lo hacen ni con cola de contacto.
En todo caso mi suerte es que no soy de los que se llevan los condones a la boca sean del sabor que sean, aunque debo reconocer que tras el experimento del desayuno de esta mañana me han quedado ganas de probar a echar un condón a la ensalada. Es que me gusta aderezarla siempre con una pieza de fruta.
Ahora bien, si después de la movida del sábado a mi mujer le viene un palito de cangrejo envuelto en un condón, apuesto los huevos a que me rebana los idem.
En fin, que la próxima vez que vaya al super debo comprobar que no me falte nada de la lista de la compra, y por si se me ocurriese la idea de organizar una juerga para esa noche, procuraré tener siempre presente que con las cosas de comer, ni se juega ni se folla.

4 han comentado:

Montse dijo...

Por fin te encontré!!!! porque te había perdido y una que es de condición patosa no encontraba modo y manera localizarte!!

Jartón de reír!!! Se me han mezclado ambos sentimientos: el del reencuentro y el del fantástico monólogo. Buenísimo!!!!

Voy a seguir que tengo mono y hace muuuuucho que no te leo.

Besitosssssss

Eulogio Diéguez Pérez (Logio) dijo...

Un condón en la ensalda... ¡que cosas tienes!, con lo rico que está con patatas fritas.

jota1269 dijo...

Nada mejor que unas risas para salir del tedio, sere asiduo de tu blog.Ya estoy registrado. Un saludo.

Dina dijo...

¿Mezclar con la leche un preservativo en lugar del colacao? ummmmmmmmmm, una opción un pelín arriesgada ¿no?