lunes, 26 de octubre de 2009

Diario mañanero de una Maruja deprimida

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, señores, señoras y señoritas en general. Antes de nada quiero agradecer los mensajes de ánimo recibidos en mi anterior entrada y decir que aunque parezca una tontería me han levantado un poco el ánimo, aparte de que hoy luce el sol y eso también alegra de carallo.
En estos momentos son exactamente las 12:50 horas a.m. de la mañana, pero no tengo ni puta idea de si por la hora nueva o por la vieja. Llevo levantado desde las 8:10 a.m. de la mañana porque esta semana y de acuerdo con el intercambio de parejas que desde que comenzaron las clases mantengo con un matrimonio vecino, una semana me toca llevar a las niñas al instituto a mí y otra semana a la vecina, queriendo añadir al respecto que este intercambio tan solo afecta a este proceder, pues en lo tocante a lo otro cada uno se acuesta con la suya, o al menos yo no me acuesto con su mujer aunque desconozco si la mía lo hace con su marido, hecho que no puedo comprobar ya que con tanta pastilla que tomo en cuanto pillo la horizontal me quedo profundamente dormido y no podría ni siquiera asegurar que en cuanto esto sucede venga el vecino y se meta en mi cama. Eso sí, cuando despierto la única que está en cama conmigo es mi mujer.
Hoy está un día precioso por aquí, así que luego de hacer las camas, fregar los cacharros del desayuno y pasar la aspiradora, he bajado hasta el bar de enfrente a tomarme mi descafeinado (he tenido que dejar el café porque dicen que me pone más nervioso, aunque para mí que es la leche la que me produce este efecto).
He quitado tabaco de la máquina y me he ido hasta un banco del parque en el que me he sentado a tomar el sol. Y allí estaba como Dios hasta que me entraron las ganas de fumar un cigarrillo. Busco el paquete por aquí, por allí y también en el bolsillo y pardiez (nótese el efecto de los tranquilizantes, pues de lo contrario me hubiese cagado en Dios al comprobar que éste me había quedado olvidado en la máquina del tabaco).
Allá me voy con la prisa que puedo meterle a mis maltrechas piernas y con la confianza de que algún alma caritativa lo hubiese devuelto a la camarera, pero con los tres euros en la mano por si acaso tuviese que comprar otro paquete. Al pensar en que tendría que volver a comprar otro paquete me puse un poco de los nervios, porque me jode pagar el mismo impuesto dos veces, hecho por el cual y de esta vez si me he cagado en Dios, porque hay cosas que ni con los tranquilizantes se mitigan.
Nada más llegar y preguntar a la camarera si alguien había devuelto el paquete de tabaco ésta me lo dio ya que se había dado cuenta de que ando tan apirolado que allí me lo había dejado.
Era la hora en la que las amas de casa bajan a tomar el café por lo que el bar estaba abarrotado de mujeres, motivo por lo que me tomé otro descafeinado y les hice un poco de compañía. Yo me sentía una más entre tantas, aunque creo que a más de una le alegró ver a un hombre en medio de todas. De saberlo me hubiese afeitado antes para no ir con esta barba de dos días.
Me tomé el café y como una Maruja más salí del bar con la prisa que me puedo dar diciendo en voz alta y para que todas me escucharan que era la hora de tender a secar la colada… Y quedé como Dios al decirlo, tanto es así que la espabilada de turno me preguntó si podría pasarme luego por su casa a plancharle la suya. Si es que algunas tienen un morro…
Ahora me toca hacer un poco el tiempo ya que en 15 ó 20 minutos me toca ponerme con la cocina. Voy sobrado de tiempo para ello pero gusta hacerlo con calma, ya que si lo tengo que hacer con prisa al pelar las patatas les corto monda de más y francamente, no están los tiempos para derrochar ni siquiera en estas cosas, porque no sé si lo sabrás, pero lo que se cobra estando de baja por enfermedad no llega ni para el alpiste del canario.
Afortunadamente en casa no tenemos canario, pues de tenerlo juro que ya lo hubiese cocinado, pues conozco una receta de perdiz en escabeche que está para chuparse los dedos.
En fin, que hoy me siento un poco más animado, supongo que será en parte gracias al día tan bonito que hace por aquí o porque mi mala racha parece que empieza a cambiar, lo digo por el paquete de tabaco que ya daba por perdido.
En fin, cuando son exactamente las 13:20 pongo punto y final a esta entrada y me pongo con la cocina, porque todavía no sé si el reloj va por la hora nueva o por la vieja y nada me jodería más que el que llegase mi niña y me encontrase rebozando los filetes de pollo… ¡Ostia, me cago en la puñeta!, que se me ha olvidado comprar el pan rayado… ¡Uy que cabeza la mía!...

11 han comentado:

Admin dijo...

Buen blog, visita el nuestro. Te quieres unir y contar noticias, a que esperas.

Visítame

Jose Antonio dijo...

Has dejado por fin la brocha...

Luego paso a leerte, me alegro de que andes de nuevo por aquí.


Un abrazo.

Amio Cajander dijo...

esto da para una tesis de medicina sobre el efecto de los tranquilizantes, primero "pardiez", despues "mecaguen Dios" y al final "¡Ostia, me cago en la puñeta!" se ve que poco a poco va pasando el efecto...



no hay temporal que no escampe!!!

fermin dijo...

Lista de la compra manolo, lista de la compra y deja el tabaco carallo, deja el tabaco.

Dina dijo...

Oye, pues yo te veo en el papel de Maruja estupéndamente... vamos, que hasta se te olvida hacer parte de la compra (eso es bueno)... en esta asignatura seguro que sacas, por lo menos, un 11.

Eeeeeeeeeeeeto, que si te sobra mucho tiempo libre y te aburres... te dejo que pases por mi casa y quites el polvo... es más, ni te cobraré por ello.

Anónimo dijo...

joé manué qué suerte con el tabaco, le dejarías una propinita a la camarera ... no?? illooo cuenta cómo terminó la historia de la que te invitó a que le plancharas la ropa.. no seas pájaro jajajaja

adiómanué

neruda dijo...

Me alegro de que tu ánimo esté mejor...eso hace que como de costumbre..seas tú el que suba el ánimo al personal con tus geniales entradas...
Cuidateeee..Un besito

Jose Antonio dijo...

Bueno con más calma te he leido y he visto todo, espero que sigas recuperandote poco a poco y si necesitas algo de ánimo pega una voz que venimos todos a hacer una fiesta si es necesario.

Un abrazo y besos de toda la familia.

Rick dijo...

Gran blog, me hago seguidor tuyo

Anónimo dijo...

Hombre Manolo, ya que vas a planchar... >8D

Pa'lante pordelante, que pa'trás ni para coger carrerilla.

Un abrazo, de un lector desconocido ;)

Montse dijo...

Recuerda que siempre puedes aprovechar el pan duro para hacer pan rallado, que no están los tiempos para dispendios.

Al menos, como habrás podido comprobar, las "marujas" son de ley y guardan el tabaco. Son solidarias y no se aprovechan de la desgracia ajena, que con la suya ya tienen de sobra.

besitossssssss