viernes, 18 de septiembre de 2009

Entrada-esperimen to

Disitinguidos lectores, queridísimas lectoras, señores, señoras y señoritas en general. No sé si esta entrada se llegará a publicar, pero en caso de que lo haga quiero pedir perdón por lo que pueda decir en ella, ya que en estos momentos si estoy en un estado normal, pero acabo de tomarme dos Tranquimacines (ojo, por prescripción facultativa) y de aquí a poco comenzarán a hacerme efecto.
Y quiero escribir la entrada en esta situación porque creo que hasta la fecha nadie ha escrito una en la que describa un colocón en directo, lo que creo puede tener incluso interés científico, por lo que yo estaré encantado de colaborar con la ciencia, ¡faltaría más!.
Así que distinguidos lectores, queridísimas lectoras, señores, señoras y señoritas en general, el experimento-entrada comienza a partir de ya.
Ya

Hora 9:20 p.m. de la noche del viernes 18 de septiembre de 2.009, ubicación sala de estar de mi casa, situación entre la cocina y el cuarto de baño, posición tumbado en el sofá del tresillo, otros datos para destacar que me estoy fumando un cigarrillo.
Las pastillas fueron tomadas hace 10 minutos, por lo que su efecto no se tardará en sentir.
9:25 empiezo a sentirme a gusto
9:30 más a gusto
9:40 estoy tranquilo, muy tranquilo.
9:45 tengo hambre
9:46 voy a la nevera
9:46:15 abro la puerta de la nevera
9:46:15 cojo una tarrina de natillas y vuelvo para el sofá.
9:46:17 ya llegué
9:50 estoy la mar de tranquilo y enciendo otro cigarrillo
9:58 miro el prospecto de las pastillas y leo que el alcohol potencia su efecto. Tengo malos pensamientos… sí, me voy a tomar una copa para que me haga más efecto, jeje, se supone que así me curo antes ¿o no?.
9:59 me pongo un vaso de nocilla por la mitad ... de wisky. Jiji
10:00 aaaaaaaaaaaaaggggggggggg…. El primer trago siempre me supo amargo.
...
10:15
¡Holaaaaaaaaaa!... ¿hay alguien ahí?...
10:16 al vaso sólo le queda el culito. Estoy de puta madre… jejeje. Contento y tranquilito.
10:17 acabo la copa… ummmmm, voy por otra.
10:20 que bien me encuentro, coño.
10:22 me pica un huevo y me lo rasco.
10:22:13 y ya que tengo la mano ahí aprovecho y me rasco el otro de paso.
10:22:14 estoy muy a gusto así, por lo que dejo quedar la mano en los huevos.
10:25 Estas pastiyas son milagrosas, creo que me estoi curando.
10:26 no sé por que pero el corector hortografico de wor me suralla las palabras, pero como al principio de la entrada havia pedido perdón, paso de todo.
10 y veintipico, estoy de puta madre, creo que me voy a tomar otro chupito… el último lo juro.
10 y algo, las agujas del reloj se mueven… ¿o es todo el reloj?
10:31 lo sé porque me levanté a mirar la ora de cerca.
10:31: y un poco, voy por la últia copa, esta vez si que lo juro
Once menos algo… me rasco otra vez los guevos… me los sobo… me los rasco, coloco bien la minga.
Un poco más tarde, que bien me encuentro coño, que tranquilidad y que alegría… este tratamiento en una marabilla… viva la segurida social.
¿qué cojones le pasa al wooooorrrrrr?...
Que bien está este JB… 21 años tiene el jodido, más los 5 que ace que me lo regalaron… baja de un suabe… ¡y como suve!...
….
Son las 10: y cincuenta y algo pasadas un cacho p.m. de la noche y me encuentro de p.m. desde la última vez que escribí me he tomado octro chopito… uno solo, lo judo… y me e dado una buena rascada de guevos por lo que la parienta me ha llamado cochino y no sé porque si tengo las manos linpias.
Boy a dar por finalizado est e pos -esperimento porqee se me mueben las letras en el monitor. Pero quiero deciros questoy de puuuuuta madre, mui tranki, mui agusto, y mui comodo, a demás se meva la mano a los guevos… ya no me pican, pero con la mano en ellos tanbien estoy muui agustito, asi que voi a poner las dos.
A las 11 masomenos. Adios…

Mala racha

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, señores, señoras y señoritas en general.
La espiral es una raya casi circular que da vueltas y que cuando el final de esa raya debería unirse a la misma por donde empezó, es decir al principio, hace un pequeño quiebro y forma otra raya circular que vuelve a hacer lo mismo, y luego otra, y otra… y así sucesivamente hasta que se nos acaba la tinta del bolígrafo.
En realidad no sé para que sirve una espiral. Así a bote pronto las únicas que ahora me vienen a la memoria son la que forma el rollo del matasuegras cuando está encogido, y la del regaliz que venden enrollado.
Pero a veces utilizamos la forma de una espiral para dar significado a una trayectoria, lo que yo voy a hacer ahora para explicar en el estado que me encuentro de un tiempo a esta parte.
Y es que me encuentro dentro de una espiral en la que desde que comencé la raya, haga lo que haga todo me sale mal, siendo lo peor de todo esto el que aun le queda media barra de tinta al bolígrafo, lo cual quiere decir que todavía me quedan unas cuantas vueltas que dar.
Y si a esta espiral negativa le añado aun por encima que según la Ley de Eddy Murphy (Dtr. Dolittle) que dice que cuando una cosa puede salir mal, sale mal, no es de extrañar que ayer se me quemase el arroz.
Dicho esto y según esta ley, estaba cantado y estaba escrito que me saldría mal, y si no está ilustrado es porque esa espiral de mala suerte en la que me encuentro envuelto ha ocasionado que al ir a quitarle una foto a la olla, la cámara digital me cayese dentro de la sartén en la que freía unos filetes de pollo… que bueno, dentro de lo malo que me sale todo últimamente aun puedo decir que estaban ricos.
Llegado a este punto de la entrada creo que debo utilizar los signos de interrogación para hacer la siguiente pregunta: ¿quién coño me pone la pierna encima, que no levanto cabeza?.
Porque si no fuese poca la mala suerte que de un tiempo a esta parte me acompaña, ayer me dio un yuyu que me obligó a ir de Urgencias al Hospital, donde me diagnosticaron estrés y la tensión más alta de lo normal.
Nada grave pero me llevé un susto que aun hoy me dura. Pero me dura por otra cosa, porque al llegar allí y verme en aquella sala de espera rodeado de gente con mascarillas en la boca me acojoné un poco.
Porque mira que pasaba yo de la gripe de los cerdos, y sin embargo al verme en medio de toda aquella gente pensé que saldría de allí con ella incorporada. Miedo que se acentuó esta mañana cuando con un estornudo se me escapó un pedo, y que pese a salirme éste para fuera me llevó a pensar que ya la tenía dentro.
Aunque creo que no afortunadamente, pues siento mis constantes vitales normales: orino bien, lo otro también, tengo hambre, y en este momento dejaría todo por echar un polvo. Salvo que en la cartera sólo tengo 2,73 euros, todo lo demás va bien.
Bien de salud quiero decir, porque en cuanto a todo lo demás, sigo dando vueltas en esa espiral de mala suerte que ya temo durará hasta que se me gaste el boli.
Hoy por lo pronto y para evitar que me vuelva a suceder lo de ayer, ya he encargado la comida en el bar de al lado de mi casa. Porque yo soy muy obstinado y no puedo consentir que se me queme dos días seguidos.
Esto podría provocarme más estrés y no me gustaría que me diese otro yuyu y tener que volver al médico ya que podría enfadarse conmigo, o lo que es peor, podría achacar mis males a la próstata y meterme el dedo por el culo… y dada la mala suerte que me persigue podría hasta quedar embarazado.
Ahora vuelvo a utilizar los signos de interrogación para hacer unas preguntas: ¿cómo coño me quito yo este estrés de encima y este mal fario que me persigue?, ¿cómo puedo abandonar esta espiral saliendo por la tangente?, ¿quién fue el hijo de puta que esta noche me robó la antena del coche?, ¿cuántas más rayas de espiral he de trazar hasta que se me acabe la tinta del bolí?...
Las respuestas a estas preguntas las daré en una próxima entrada, ahora tengo que plantar porque tengo que ir a ponerle un nuevo ticket de la ORA al coche porque el que tenía ya me pasa 20 minutos.
¿Qué te apuestas a que ya me lo llevó la grúa?...

miércoles, 16 de septiembre de 2009

La abeja Zeta


En un país multicolor
nació una abeja bajo el sol
y fue famoso en el lugar
por su alegría y su bondad.

Y a la pequeña abeja le llamaron Zapatero,
el bueno y solidario Zapatero
Zaaapatero gasta sin cesar
Lo que sudas pa ganar.

No hay problema que no solucione Zapatero,
el bueno y solidario Zapatero
Zaaapatero yo te quiero
y haaago ceja con el dedo.

Cuenta el cuento Zapatero
de que hay quien está dispuesto
a darte aun más dinero
para que vayas de bueno.

Gasta gasta sin cesar
lo que no te cuesta ganar
ya que tú querido Zeta
has mamado siempre de la teta.

No hagas caso por favor
a quienes dicen que no
y sigue siendo solidario
aunque quiebres el erario.

No hay problema que no solucione Zapatero,
el bueno y solidario Zapatero
Zaaapatero yo te quiero
y haaago ceja con el dedo.

martes, 15 de septiembre de 2009

Veo veo... ¿qué ves?... el futuro más oscuro que los cojones de un burro.

Ayer me dijo un colega cuando le hablé de los problemas que últimamente tengo, que consiga un instrumento y me vaya para Ibiza a vivir como un bohemio.
Por eso si yo tuviese un perro y si supiese tocar la flauta, me dejaría crecer el pelo y me haría un jipy de esos, para ir de fiesta en fiesta mendigando p’al bocata.
Y no me pareció tan mala idea pese a contar con un serio contratiempo, y es que a los 49 años que tengo (uno menos en Canarias), ya es imposible que me crezca la melena ni en el forro de los huevos.
Perdone mi fiel audiencia este vocabulario que gasto, el cual se hace más o menos manifiesto dependiendo del humor que tengo. Y si soy un malhablado es porque fui educado en un barrio, y si del que tenga mal humor es culpable el gobierno.
Y no se crean que este mala uva mía es por la subida de impuestos, pues como bien claro ha dicho nuestro presidente Zapatero I el bueno, éste sólo afectará a quienes tienen más dinero.
Tampoco vayan a pesar que mi forma de rajar viene por que soy un consumado pepero, pues si algo tengo claro es que tanto a Zapatero como a Mariano, les pueden dar mucho por el ano.
Que varios miembros del PSOE se estén dando a la fuga es lo que más me preocupa, pues si algo tenemos también los de barrio es nuestra particular visión del futuro. Y viendo yo esta espantada temo que sea porque de aquí a poco acaben dándonos por el culo.
Esta fuga de miembros, que desde mi entender eran los que tenían más talento, me hace desconfiar de que más tarde o más prontito acabemos teniendo nuestro propio corralito.
Y yo con 30 eurazos en una cuenta de la caja, los ahorros de toda una vida trabajada, que yo guardaba como un tesoro y que tenía pensado gastar en la fiesta de mi hija, el día de su casorio.
Mucho me jodería que por retirar esos 30 euros se quedase soltera mi niña, pero aplicando mi particular visión de futuro esos dineros serán invertidos en una flauta y en una cuerda para amarrar al perro. Porque lo de irme de flautista a Ibiza, arredios que me lo estoy pensando en serio.

Juventuz, di bino tes oro

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, señores, señoras y señoritas en general, con el permiso de todos vosotros me voy a encender un cigarrillo antes de continuar escribiendo.
Sí, ¿qué pasa?... el blog es mío y fumo en él lo que me da la gana. Y no sólo eso, sino que al mismo tiempo estoy tarareando una canción sin pagar el obligado canon por ello.
Yo soy así, qué le vamos a hacer si aparte de que me encanta delinquir soy un poco tocahuevostranqui tío, esto es una forma de decir así que no te bajes los pantalones.
Evidentemente con lo de delinquir me estoy refiriendo a pasarme la Ley esta del tabaco por el forro de los huevos… quieto ahí, que yo tampoco voy a bajarme los pantalones para que vengas a mirarme los cojones.
Supongo que habrá gente que aplaudirá esta medida, incluso entre los fumadores habrá quien la comparta. Sirva como ejemplo el comentario que me han dejado no hace mucho en una entrada hecha en este blog tras la última subida del precio del tabaco. Comentario que por no tener desperdicio reproduzco íntegramente después de los dos puntos que pondré un par de párrafos más abajo, ya que me da pena que una reflexión tan bien expuesta e impecablemente redactada pasase desapercibida.
Diré que no comparto para nada este comentario pese a tener alguna que otra coincidencia que el individuo que lo suscribe. Así a bote pronto diré que las coincidencias que tenemos este sujeto y yo son dos a simple vista. Una es que los dos somos fumadores y la otra es que ambos fuimos bautizados con el mismo nombre de nuestros respectivos padres.
A mi me han puesto de nombre "Manuel" por el mío, y a él "anónimo" por el suyo.
18 añitos dice tener el sujeto y ya me diréis si no se expresa como un libro abierto.
Como he dicho un par de párrafos y pico más arriba, el comentario comienza después de los dos puntos

dos puntos

Mire "individuo" yo tambien soi fumadr y cmo a usted m afcta lo k sta denunciand cn toda esa patraña d simbolos y cmparacions vergonzosas xa nuestro colectivo...es usted fumador??fume con cabeza!!agase responsable y dese cuenta d k la subida d precio no s mas k un intento (vano) de mejorar su salud y la mia...aun cuando no dejemos de fumar x este exo debe en parte agradecerlo ya k ay todo un organismo k vela x su salud(y de paso rebajan la inflacion)...usted cmo yo dcidio fumar y su bolsillo s victima d eyo,asuma las cnsexuencias..en cuanto al cannabis k edad tiene?5años??las niñerias k tiene uno k leer..ni cmo broma tiene gracia ni cmo reveindicacion tendra fruto...
Madure usted xfavor..o x lo menos no manche a los demas cn su desfachatez e infantilismo resentido...puntualizar(xra mayor verwenza suya) k soi solo un xaval de 18 años y m agrada el sber k tngo algo mas d sentid cmun k personas cmo usted...no se pille un revinche y reflexione algo,aunque solo sea xq m e dignado n perder mi tiempo n usted.asta mas ver.
Elo ahí, joven y echado p'alante sin vergüenza.
No quiero que este chaval se tome esta entrada como un “revinche” mío, ni mucho menos, pues no sólo me lo he tomado con humor, sino que hasta me echado una buena carcajada a su costa y si algo me ha molestado del mismo es que un burro de tal embergadura quiera participar en este blog sin haber ido a la escuela lo suficiente.
Y ya que así se ha despedido este encanto de chaval, diré que estaría encantado de volver a verlo por aquí, ahora bien, espero que a la próxima se traiga todas las letras que le faltan y se lleve las que le sobran.

(Tiene huevos el mocoso, mira que pedirme que le agradezca al gobierno que vele por mi salud subiendo el precio del tabaco).

domingo, 13 de septiembre de 2009

Carta de Leire Pajín a su madre

Vuelve al rebaño mamá.

firmado
Yo

viernes, 11 de septiembre de 2009

Carta en japonés

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, como ya sabéis de un tiempo a esta parte una entrada de este blog se está llenando de comentarios que yo no entiendo por estar hechos por ciudadanos japoneses de Japón.
Días atrás les he dedicado unas palabritas que creo no me han entendido, supongo que por haberlas escrito en el idioma español, el original y auténtico de este país llamado aquí, sin que éstas surtiesen el efecto por mi esperado, que no es otro más que el de que se vayan a rascar el carallo.
Por ello me he tomado la molestia de escribirles otra, aunque esta vez lo hago en japonés, traducción que he podido realizar gracias a la Enciclopedia Planeta Agostini.
La carta a la que me refiero va bajo estas líneas y comienza a partir de YA.

YA
Estimados nipones de los cojones, sikiniko takanaka si ahí es de día, sikiniko kalimocho por si acaso fuese noche.
Jasi susi yamamoto jasi kon kanika chochito ñaka ñaka la cigala. Chi chibi chingao zuki bombori boku kochondona ketemeto mi nabuko en tol konejo.
Hiro hensei karateka zumbao, susi komentar kan ke ladra kon guau guau, minino kon miau miau, kaballo kon hihihi, lindo kanario kon pio pio. Nabusin nabuson kataplines batakazo no kejar, ka kin mi chan mandariko nipones “iros a rascar el pijo y no me toqueis los cojones” (1).
Babanuki babachan bachata bakalado, beckam kukus al kompao, nikito nipono, komekaka ketekalzo 2 kollejas, unaki y otra entolos huevos.
Arekrinsna are are rama rama mi susuki narranka, chikoku chichusi bokata kalamares kosafina en kantina karaoke sensei alabi alaba alibi pumpa.
Ataka tanaka, takatu ketetoka ti pikachu, shin chan, kulito kulito achikoria chanchowan kon laman si chocho trinkao akali kanto.
Akampao en kintopino batuka sodoku bareto de Tokyo, nokomi kasina kantimplora kon sake glu glu, kogorza kepillao mekedao eskarallao, kon higadoski saturado amarillo samapuesto, jijiji jojojo, komun niponés kalkiera.
Amikasa kami naba, koji un kruce en konchinchina y denapia tropece kon putiklu putiklu de karretera. Madentre kememeaba, kando sakada tenia lakosa medikuenta ondestaba. “¡Ostras Pedrín!, déjame aprovechar ya que estoy aquí”, mekonte mismamente pamimismo, miratu mikartera kon 0 euros Zapatero mekedao chin chingar y chin kuesko.
Mismamente pamimismo komete “voy pakasa korriendo, kaki nimeto nisako”.

Sayonara beibi

(1) kosden por kulo

P.D.
Por nada del mundo quisiera yo turbar las relaciones entre Japón y aquí, pero de seguir en su actitud tendré que dar mis quejas al Ministro de Asuntos Exteriores de aquí y que sea el quien decida como actuar.
Por lo que a mi respecta las relaciones entre un servidor y los nipones están ya turbadas por su actitud tan pesada, pero estoy completamente seguro que cuando exponga mis quejas a Moratinos, este se encargará de mas turbarlas.
Perdón, quise decir turbarlas más todavía.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Eramos pocos y parió la abuela

Para casos como al que me voy a referir en esta entrada, solía acudir mi abuelo a la siguiente frase “hala carallo, éramos pocos y parió la abuela”.
Y nada más escucharla salía yo corriendo a junto de ella para ver que había tenido, rezando por el camino aquella de “Jesusito de mi vida que eres niño como yo, si mi abuela se puso de parto que no sea niña por favor”.
Por aquel entonces yo estaba soltero por lo que no tenía nada en contra de las niñas , pero sabía que si entraba una en casa le podía ir diciendo adiós al plato de Duralex amarillo en el que día sí, día no, me servían la comida y que tanto me gustaba.
Bastante tenía ya con tener que alternarlo con mi hermano como para tener que compartirlo también con una mocosa desconocida que ni sería ni mi hermana, ni mi sobrina, ni mi nieta.
Y la alegría que me llevaba al llegar a junto de ella y verla regando los geranios.
Mosqueado después de escuchar la frase de mi abuelo miraba con atención la barriga de mi abuela, la cual era redonda y prominente por ser ella de buen diente, mientras que mentalmente echaba mis cuentas y pensaba que si no había parido ya no tardaría en hacerlo, por lo que luego corría para la cocina a coger el plato amarillo y esconderlo debajo de la cama, encima del armario o en una de las cabañas de piedra y ramas que tanto me gustaba construir y en las que por aquel entonces estaba convencido que algún día serían mi verdadero y único hogar.
Por fidelidad hacia mi hermano le informaba donde había escondido el plato, y éste que pese a que por aquel entonces era dos años menor que yo pero gozaba ya de una lengua viperina, cerraba los puños con la rabia al tiempo que exclamaba con ira “me cago en Dios, que no le toque al plato amarillo que es de los dos”.
Hace 40 años de aquellos hechos y pese al tiempo transcurrido desde entonces, mi hermano sigue siendo dos años menor que yo y sigue conservando esa lengua tan fina que Dios le dio.
A la hora de comer el plato aparecía siempre en la mesa, un día en mi parte, otro en la de mi hermano. Y así sucesivamente durante un tiempo hasta que entró en escena la tonta de mi prima, quien se hizo dueña y señorita no sólo de nuestro plato, sino que también de mi Madelman soldado, el cual por cortesía le dejé una tarde para que jugase, devolviéndomelo esa misma noche completamente desnudo y amariconado del todo.
Debo aclarar que esa prima no fue parida por mi abuela, sino que lo hizo para más inri mi tía la sevillana, con lo que esa prima no era ni hermana, ni nieta, ni sobrina, ni nada, por no ser, ni siquiera era paisana… pero nos birló para siempre a mi hermano y a mi nuestro querido plato amarillo.
Hasta que mi abuelo se percató de nuestro dolor, por lo que un buen día cuando discutíamos por él a la hora de la comida, cogió el plato y tras decir aquella frase que jamás olvidaré “ni para una ni para otros”, lanzó el plato al suelo rompiéndolo en mil trozos.
Creo que ese día y en ese momento casi me hice un hombre, el otro casi me hice cuando sin darme cuenta fui a caer a los brazos de María José “la faboca”, o mejor dicho, cuando se me echó encima y me echó lo otro que no cuento. Reconozco que al principio tuve miedo, pero luego… ummmm, que recuerdos.
Esta historia que os cuento me vino a la cabeza al conocer la subida de impuestos que nos prepara el Gobierno, ya que al enterarme de ella no pude más que exclamar “manda carallo, éramos pocos y parió la abuela”.
Dejaré para otro día una entrada referente a ella por haberme extendido hoy bastante con esta, pero antes de acabar con ella quiero dejar bien claro que ya una vez me jodieron el plato, que fue muy duro acostumbrarme al de Duralex transparente común y corriente, pero aquí estoy yo, sacando pecho y orgulloso de lo hecho.
Ahora, 40 años después de aquellos hechos, viene un listillo dispuesto a hacer de mi un primo y si bien de esta vez no me joderá el plato, si parece dispuesto para que a la hora de la mesa sirva estos vacios, porque con lo cara que está la vida sólo nos faltaba eso.
Como diría mi abuelo ahora ”que lles den po lo cu”.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Pozuelo de Alcornoques

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras y estimados nipones de los cojones, como bien dice un proverbio chino: “chin chan wan pis, piticlín piticlín, tolón tolón”, que traducido al cristiano quiere decir: “no bebas si no sabes mearlo”.
Proverbio que en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón no deben conocer ni los jóvenes ni la madre que los parió, lo cual es hasta cierto punto comprensible ya que la manada de pijos que el sábado armaron las de Caín, prefieren andar por ahí emborrachándose y haciendo el indio en lugar de aprender chino. Y claro, luego nos quejamos de cómo va el País.
Pero esta falta de voluntad para aprender idiomas debería suplirse con la receta de mi abuela para casos parecidos, pues en mis tiempos mozos solía decirme mientras yo me ponía guapo para salir de juerga “como me entere que te emborrachas y haces el indio por ahí, te meto una hostia que no vuelves a ver el sol en quince días”.
Sí, mi abuela, pero tendrías que ver el brazo que tenía y la mala leche que gastaba a la hora de implantar la educación. Tanta era la que tenía que en cierta ocasión llegó a implantarme el mango de la escoba en la espalda.
No tengo por ello ningún trauma ni rencor, y si algo le reprocharía sería el que no me rompiese la cara el día que se enteró que yo fumaba.
Ese brazo que pendía sobre mi cabeza antes de salir de juerga me tenía tan acojonado que ni de coña me tomaba esta amenaza a coña, por lo que cuando salía de noche bebía como cualquiera, aunque en lugar de hacer el indio hacía de cantante sin orquesta, y no por ello hasta la fecha le han ido con quejas por haberle roto los tímpanos a nadie y eso que canto de puta pena.
Bueno sí, una vez fui a cantarle a la ventana de una vecina, al ver que no se asomaba con mis primeras notas le lancé piedrecitas a los cristales. Al no asomarse tampoco lo hice con piedras más grandes. A la segunda pedrada le rompí el cristal de la ventana.
Aquello fue un accidente porque mi intención no era otra más que conquistarla, cosa que no llegué a hacer por estar ella ausente en la casa. Esa fue una de tantas veces en las que en lugar de hacer el indio hice el gilipollas.
Pero bueno, al final salió bien la cosa porque acabé ligando con la vecina del piso superior que se asomó a la ventana en camisón, escojonandose de risa al verme con una cogorza encima, la farola de ganchete y cantando el “sal al balcón, tira un jamón que te vino a cantar Manolo, el nieto de Maruja”.
Había que ser claro y concreto, pues de Manolos estaba el barrio repleto.
Sin lugar a dudas, los acontecimientos del pasado sábado en Pozuelo de Alarcón los hubiese solucionado mi abuela con un poco de mano dura y algo de mano izquierda. Es decir, primero una buena somanta de hostias hasta que se mostrasen arrepentidos y luego un vasito de gaseosa para hacerles ver que se puede beber sin hacer el indio.
Claro que en el barrio en el que yo me crié sólo había un pijo, el de Paulino “el Bertorella, que con dos ribeiros encima se bajaba los pantalones y lo mostraba a cualquiera, cosa que solía hacer diariamente, incluidos domingos y festivos, entre 9 y 9:30 de la noche, hora a la que se juntaba un grupo de vecinas para verlo pasar tambaleando camino de su casa.
Cierto día Paulino tomó el pijo en su mano y se lo mostró aun con más descaro al tiempo que profirió una grosería que ahora no logro recordar, ocasionando que Dolores “la víbora” fuese tras él y le metiese un par de hostias que pusieron fin al pijerio de Paulino.
Por eso que yo digo que sucesos como los del pasado sábado se hubiesen evitado con un par de hostias bien dadas, pero no dárselas una vez que se emborrachan, sino que antes de salir de casa, porque una cosa tengo muy clara, y es que los desmanes de esta juventud irrespetuosa y malcriada se erradicaban de un tajo con dos hostias bien calzadas y un vasito de gaseosa.
Conmigo funcionó, mira sino porque yo entiendo tan bien el chino.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Al rico condón

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, sikiniko takanaka a los nipones de Japón, pero del Japón de los cojones no del Japón de Jabugo.
Repasando los recortes de papel en los que voy anotando todo lo que se me ocurre para después escribirlo en este tan indecente blog, me he encontrado ayer tarde uno en el que con letra clara, en perfecto castellano y sin faltas de ortografía, decía lo siguiente: comprar Cola Cao sin falta.
A buenas horas mangas verdes que decía el otro pues esa nota tendría que haberla visto el sábado antes de que cerrase el super, más que nada porque a los habitantes de mi casa no nos gusta la leche sola y como esta mañana en el desayuno he podido comprobar, a mi en particular tampoco me gusta con sabor a plátano.
Un consejo que doy a quien le pueda interesar por si algún día al hacer la compra se olvidase del Cola Cao, es que al llegar a casa ni de coña saque los condones de la bolsa de la compra. Yo lo he hecho y estoy muy arrepentido pues a mi señora no le sentó nada bien que me acordase de las gomas y me olvidase del Cola Cao, y cuando por remendar mi error y hacerme el gracioso quise hacer un chiste con aquello de que el polvo ya lo echaba yo, ahí la jodí del todo. La situación quiero decir.
Conste que lo hice con la mejor de mis intenciones, de hecho tan sólo pretendía correrme una juerga especial con ella la noche del sábado, por ello llegué a casa y con toda la ilusión del mundo llamé a la mujer y le mostré la caja.
-“Mira Churry que he comprado”-.
Muda se quedó al verla para luego preguntarme con cara de sorpresa -“¿para qué, si tu estás vasectomizado?”…-
-“Si cariño, pero míralos… son con sabor a plátano. Esta noche será especial, verás como te gusta”-.
Todavía no sé si le gusta… pero desde luego que a mí la leche con sabor a plátano no me ha gustado nada de nada. Es que al no tener Cola Cao y no gustarme la leche sóla se me ha ocurrido que… en fin.
Y ya que hablo de eso pienso en lo que se han tenido que estrujar el coco los fabricantes de condones hasta dar con la idea de hacerlos con sabor a fruta para disimular el sabor a nabo aunque esa idea conmigo no daría buen resultado, y no es porque no me guste el plátano, que sí me gusta de postre y a la merienda, pero yo soy de los que piensan que los sabores no deben adulterarse aliñándolos con alimentos que no le pegan, y leche y plátano no lo hacen ni con cola de contacto.
En todo caso mi suerte es que no soy de los que se llevan los condones a la boca sean del sabor que sean, aunque debo reconocer que tras el experimento del desayuno de esta mañana me han quedado ganas de probar a echar un condón a la ensalada. Es que me gusta aderezarla siempre con una pieza de fruta.
Ahora bien, si después de la movida del sábado a mi mujer le viene un palito de cangrejo envuelto en un condón, apuesto los huevos a que me rebana los idem.
En fin, que la próxima vez que vaya al super debo comprobar que no me falte nada de la lista de la compra, y por si se me ocurriese la idea de organizar una juerga para esa noche, procuraré tener siempre presente que con las cosas de comer, ni se juega ni se folla.

martes, 1 de septiembre de 2009

Desayunando

OCURRIÓ HACE MAS DE 4 AÑOS
Cuando a Don Genaro los médicos le comunicaron que como mucho le quedaría mes y medio de vida, este miró a sus hijas que lo habían acompañado a la consulta y les regañó por el trato que de ellas había recibido a partir de que le diagnosticaron la enfermedad.
-Veis, tanto cuidado, tanta dieta y tanto medicamento para nada, en mes y medio me muero-
-Nosotros lo hacíamos por tu bien papá-
-Lo sé, lo sé, pero de ahora en adelante y para el poco tiempo que me queda de vida, dejadme que coma y beba lo que me de la gana, así que a partir de mañana no me volváis a regañar si me veis desayunar con una copita de caña-
-Pero papá…-
-Ni pero, ni nada, ya que me voy a morir dejadme que lo haga contento-
Las hijas miraron al doctor quien les respondió encogiéndose de hombros al mismo tiempo que les decía que eso ya daba igual y que dejasen al buen hombre ser feliz el poco tiempo que le quedaba.
Resignadas asintieron, por lo que el bueno de Genaro les pidió le devolvieran la botella de aguardiente de hierbas que tiempo atrás le habían arrebatado y ocultado.
A partir del día siguiente Genaro volvió a tomar el mismo desayuno que había tomado durante una gran parte de sus setenta y pico años de vida: una taza de leche y dos chupitos de aguardiente.

OCURRIÓ HACE UN PAR DE SEMANAS
Por la Cuesta de la Conga y a 30º a la sombra, subía uno que yo me sé, que se quedó de piedra al ver el fantasma de un viejo conocido caminando hacia él.
-¡Hostia puta!, no puede ser…-
A paso lento y apoyado en un bastón bajaba la cuesta un señor mayor con la mirada fija en el suelo, al cruzarse con éste que la subía levantó la vista y lo miró a la cara, la cual tenía desancajada y con una expresión que no sabría decir si era debida a una indisposición, o si era por haber visto vivo a un muerto…
Y justo en el momento de cruzarse en el camino, el más viejo saludó al otro:
-Adiós Manuel-
Y este le devolvió el saludo
-Adiós D. Genaro-
Cada uno siguió su camino, cuesta arriba el tal Manuel, cuesta abajo D. Genaro.
Unos metros más adelante y habiendo una cierta separación entre ambos, se giró el tal Manuel pensando que al volverse ya no vería a nadie y que el cruzarse con D . Genaro no había sido más que una alucinación producida quizás por la calor.
Pero no, cuesta abajo y al mismo paso proseguía su camino D. Genaro, por lo que no tuvo el tal Manuel más remedio que exclamar ¡Manda un cacho de carallo!...

MORALEJA:
Un desayuno potente te dará energía, un desayuno vegetariano te hará sentirte sano.