viernes, 1 de abril de 2011

Carta abierta de un gallego a Chemari Aznar

Distinguido caballero de negra cabellera y blanco bigote (cosa que no es muy normal, a cojones que ahí hay truco, por lo que también desconfio que su tableta de chocolate en el abdomen también lo tiene, y sino es truco es estafa, y digo esto porque un preparador físico particular debe costar una pasta que no sé como a usted no le duele gastar dado que está en el paro. Perdón, no recordaba que es ejecutivo de una multinacional, cosa que me lleva a pensar que en lugar de ir a currar utiliza lo que imagino un lujoso despacho para ir a entrenar.
Y esto se lo digo yo que hasta hace un par de años tenía una tableta como la suya, eso sí, pagada de mi bolsillo y currada fuera del horario laboral. Cuidesela mucho y no cese en su empeño en que le siga marcando, pues sé por propia experiencia que un nada que la deje, pasa de tableta a chocolate a granel en un santiamén. Vamos, que se le va en un poco más de tiempo del que dura el tufo de un pedo).
Pero no es de su tableta de lo que quiero hablarle, por mí se la puede meter por el orificio que George W. Bush le dejó bien ancho y abierto.
Lo que yo quería preguntarle es a qué se refería al utilizar el gentilicio de gallego para referirse al caracter de Don Mariano, al que viendo como luego de esto se quedó callado, le pueden dar mucho por el ano.
Ay Don Chemari, Don Chemari... ¡como se nos va la memoria!... ¡y que cinismo!.
¿Qué coño tendrá que decir de los gallegos si usted fue uno de tantos que durante 40 años se la estuvo chupando a Franco, el cual para más señas también era gallego, original y natural de una ciudad llamada El Ferrol del susodicho?.
Y lo mismo que le digo a usted se lo digo a Doña Rosa Diaz, la cual hace tiempo utilizó también este gentilicio en modo "peyorativo", aunque yo más bien diría en modo despreciativo.
Dada la ideología política de ésta señora doy por hecho que no se la chupó al caudillo, pero pongo la mano en el fuego y con ello apuesto a que en su boca entró más de una polla. Aunque ahora que lo pienso y viendo el pedigrí de algunos "rojillos de los de hoy", por la edad puede que ellos no, pero me juego huevo y medio a que el padre de más de uno miró para Cuenca cuando por detrás se le acercó el generalísimo.
Dejando la política a parte vuelvo al tema central de la entrada, el cual párrafo más, párrafo menos, debe andar por estas alturas.
Dada mi experiencia con las vascas puesto que me follé a cuatro y a otra le sobe las tetas, y puestos a esbardallar yo también podría decir que todas son unas putas, pero no voy a caer tan bajo ni meterlas a todas en el mismo saco. Para eso tendría que follármelas a todas y ya no tengo la polla para semejante esfuerzo... bueno, sería cuestión de tiempo, denme 15 años para ello, unas cajas de viagra y abránmelas a todas de piernas y entonces ya veremos.
Y para que ninguna se me ofenda, igual que digo vascas, digo gallegas, andaluzas, catalanas, madrileñas, valencianas, asturianas o de donde sean, lo que no sé es si tendría tiempo para tantas ni garantizo orgasmos a todas, pero si por mi fuese ojalá que mis últimas palabras en esta vida fuesen: "me corro", lo cual podría aprender a decir en euskera, catalán o chino mandarín, pues a la china del todo a 1 eulo que hay bajo mi casa sería a la primera que pasaría por la piedra.
A ti no Rosa, que con tanta arruga no me la levantarías aunque te gastases un pastón en provocativa lencería.
Puedo asegurar que de una de las cuatro si era un poco putilla ya que se lo montó conmigo en ausencia de su marido. Y digo putilla y no puta dado a que el servicio me salió gratuito.
Y lo mismo que digo vascas podría decir vallisoletanas (paisanas suyas D. Chemari), aunque de esta tierra no me follé a ninguna, pero a pesar de ello le voy a negar el beneficio de la duda, porque putas hailas en todos lados, igual que tontos e ignorantes, lo cual tampoco es grave aunque sí preocupante, sobre todo si uno de ellos llega a gobernante.
Y lo más preocupante es que llegue a gobernar con el voto de todos, lo cual a mi entender quiere decir que este es un país de tontos.
Debo decir aunque no es de mi agrado y por ello me duele, que cuando aquí mandó el gallego tuvo los cojones más puestos que 40 millones de españoles, que si bien no estuvieron contentos con él, tuvieron que esperar a que muriese de viejo y que mientras vivía y hasta que dio el último suspiro, medio país se la chupaba y el otro medio se cagaba por los pantalones por falta de cojones.
Dicho esto y como se suele decir, el muerto al hoyo y el vivo al... al carallo porque no recuerdo a donde era.
Y refiriendome al famoso dicho ese del gallego y la escalera que no sabe si la está bajando o subiendo, yo me he preguntado mil veces quién carallo es más tonto, pues por regla básica y elemental y para saber en que dirección va no hay más que ver para donde estamos mirando: si miramos para arriba es que las subimos y si lo hacemos hacia abajo es que las estamos bajando, pues aquí en mi tierra y que yo sepa, lo único que anda para atrás son los centollos y las nécoras.
Los gallegos somos lo suficientemente listos como para saber que bajar unas escaleras de espaldas y sin mirar te puedes escarallar.
Y si quedamos quietos en medio será que estamos descansando (que aquí con tanta humedad hay mucha reuma) o que estamos pensando si subirlas o bajarlas, lo cual no quiere decir que no sepa lo que hace, sino que está meditando lo que le es más conveniente.
Quiero pensar que es a esto a lo que se refiere al aludir el caracter gallego de Rajoy, pues de lo contrario le voy a llamar GILIPOLLAS a usted por haber sido quien a dedo lo puso al frente.
Por eso le pido que por favor aclare lo que quiso decir al utilizar este gentilicio, al mismo tiempo que recordarle a usted y muchos otros que desde la misma frontera de los EE.UU. de norteamérica hasta la punta de la Patagonia, si algo tienen que decir de los gallegos (otros a los que también les vale ya que es muy frecuente también en sudamérica utilizar el término gallego en sentido despectivo), es darnos las gracias por destrozarnos el "lombo" currando.
Y mira tú que paradoja que si antes éramos nosotros quienes emigrábamos a aquellas tierras, ahora sucede todo lo contrario y son ellos quienes vienen para acá, lo que me da que pensar que si van de puto culo será desde que los gallegos dejaron de ir alla a dejarse el pellejo currando. Y no sé si por cosas de la vida o que no valen para otra cosa, pero aquí vas a un burdel y entre colombianas, brasileñas, ecuatorianas, cubanas y otras de aquellos lares, parece que estás en sudamérica, y no por ello utilizamos la definición de "sudamericana" para referirnos a las putas.
Porque si algo tenemos los gallegos es humildad, bondad, capacidad para trabajar, generosidad y respeto, y no es costumbre nuestra meter a todo Dios en el mismo peto.
Y para finalizar ésta le voy a dejar el cacho de una estrofa de nuestro himno bastante clarificadora, eso sí, en gallego, más una recomendación: o se deja de teñir el pelo o se tiñe también el bigote, porque tal como va y por mucha tableta que marque, debe tener más canas en la cabellera que yo pelos en los cojones.

Mais sóo os iñorantes
e féridos e duros,
IMBÉCILES e escuros
non nos entenden, non.

P.D.
Pido perdón si alguna se siente insultada u ofendida con esta entrada, pero hay cosas que hacen que a uno se le hinchen los huevos, cosa que me ha pasado a mí con los comentarios de este par de sujetos (Rosa Diaz y el Chemari), con el agravante gravitatorio de que últimamente follo poco, lo cual es fácil de adivinar pues sino por los cojones me atrevería a decir que me follaría a medio mundo.
Reconozco la gravedad de mi momento, tanto que a veces pienso que si esto no cambia estoy dispuesto a tirarme a la botella... a la tuya no Chemari, hablo de la del Ribeiro.

1 han comentado:

Jorge Vilela dijo...

Jelóu amigo MANUEL. " Me llena de alegría y satisfacción borbònica" tu retorno al cachondeo y buen rollo.Seguiremos en contacto.
Un biko moi forte , .... y unas pajillas ..... "pero sin mariconadas",