viernes, 10 de febrero de 2012

Mexes, madames... por mucho que les joda ¡ESPAÑA CAMPEONA!.

ESPAÑOLES !... Y ESPAÑOLAS TAMBIÉN...



Puede ser que al reloj que me gasto, un CASIO DIGITAL con calculadora incorporada, cronómetro y calendario, y que aparte de estas funciones sirve también para mirar el horario, se me esté quedando sin pilas pues hoy me he dado cuenta que me entero de las cosas con retraso, debiendo aclarar a este respecto que al hablar de retraso me estoy refiriendo al tiempo, pues yo que soy de mente ágil cuando estoy despierto suelo enterarme de lo que me dicen siempre en ese preciso momento, aunque también debo reconocer que más de una vez algún chiste que me contaron sí lo pillé con retraso.
A lo que me estoy refiriendo es a lo retrasado en tiempo que me enteré de que nuestros vecinos franchutes acusaron a nuestros campeones de ganar trofeos gracias a que se meten chutes. Yo en esta acusación debo darles toda la razón del mundo, pues fue no obstante gracias a un chute de Iniesta somos CAMPEONES DEL MISMO... Y por la parte que me toca por ser de corazón rojiblanco, también CAMPEONES DE EUROPA gracias al gol de Fernando Torres.
Por lo tanto y como español debo salir en defensa de mis deportistas compatriotas, insluso de aquellos que compiten sin pelotas, lo cual quiere decir que si hay que salir en defensa de un ciclista, se sale, y si lo hay que hacer de un jinete, pues también se sale, y si es al caballo a quien hay que defender seguro que en el paro hay más de un veterinario y puede que algún que otro abogado.
Quiero creer y creo, que a los gabachos les viene de muy atrás el mosqueo, pues efectivamente hay que reconocer que el gol que le metieron a Arconada en aquella famosa final de Eurocopa jugada precisamente en Francia, tal fue aquella cantada que cualquiera podría pensar que a nuestro cancerbero o bien lo pillaron en lo más álgido de la cogorza, o en lo más bajo de la resaca.
Otra explicación no cabe, porque yo cada vez que veo o recuerdo como fue tirada aquella falta y basándome en mi experiencia como portero del glorioso F.C. TORPEDO, puedo asegurar y aseguro que Arconada había situado bien la barrera y él estaba bien colocado... tanto que el balón se le escurrió bajo el cuerpo como a mi una vez una trucha de la mano.
No obstante y pese al clamoroso fallo de nuestro cancerbero y gracias al cual los gabachos pudieron coger la copa en sus manos, ni yo ni ningún otro español que ahora recuerde las pagó con él pese a haber fallado garrafalmente en su cometido puesto que hasta yo hubiese parado aquel tiro y seguro que con los huevos. No por huevos, sino que con los huevos, lo cual es tan distinto como parecido.
Porque aquí donde me leéis yo no era un mal guardameta. Tenía además un "don" que no todos los porteros tienen y es el de que cuando uno para todo o casi todo, se le dice que "tiene imán" para atraer los balones, y yo tenía ese magnetismo repartido por toda la piel que cubre mi organismo por lo que puedo decir he evitado muchos goles parando balones con mis cojones.
Aquella zona junto con la cara tenían ese imán que atraía a mi las pelotas, siendo precisamente mis pelotas la parte que más balonazos recibía, tantos recibí en tan noble zona que en más de un partido llegue a desconfiar de mis propiedades "pelotomagnéticas" y creer que el delantero tenía buena puntería y ponía el balón donde quería.
Pero cuidado, que yo también tenía mal genio. Una vez Carlitos "el vaca enferma", me dio tres seguidos en el primer tiempo del partido. Exactamente fueron uno por uno es uno y por este mismo orden sucesivo: el primero fue en la cara a un disparo a bocajarro a tres metros de la meta. Corner indiscutible y ovación de gala para mí procedente de "Rosita", única expectadora del partido y mi prima para más señás, que si iba a vernos era más porque le gustaba nuestro extremo central que por lo que le gustaba el fútbol.
Luego acabó enrrollándose con nuestro delantero centro, también con nuestro media punta, con el central, con ambos extremos y con los dos laterales titulares y uno de los suplentes. Vamos, que pese a ser mi prima y todo eso de "cuanto más prima, más se le arrima" nada de nada, pues de todo la plantilla fui yo el único que no le tocó las tetas... y vete tú a saber si la cosa paso de ahí y qué más coño le tocaron.
El segundo fue en los huevos tras una pelota perdida al borde del área pequeña que Carlitos aprovechó para disparar a puerta, pelotazo en los cojones y balón rechazado que vuelve a los pies de Carlitos que se aprovecha y me bate por séptima vez en el minuto 15 de partido.
Lo peor que nos podía pasar a los porteros a veces no era el que te metiesen un gol, lo peor es que las porterías, que se marcaban con un montón de piedras no tenían redes que detuviesen el balón y al tener el terreno de juego una pronunciada inclinación, recuerdo que tras aquel gol tuve que ir a coger el balón tres barrios más abajo tardando en volver un tiempo del carajo, ya que recuerdo haberme parado en el kiosko a comprar un par de bolsas de pipas para comer mientras jugábamos el partido ya que me aburría dado a que el rival apenas inquietaba mi portería.
Nada más sacar de centro, Carlitos volvió a hacerse con el balón dividido en el centro del campo (si no sabes de fútbol busca lo que significa esto en google) y corrió con él pegado a sus pies hacia mi puerta.
Yo recuerdo haberle gritado a nuestro central Javi "el ballena" que le saliese al paso y lo parase como fuese, éste obediente a mis órdenes salió al paso de Carlitos cuando Carlitos ya había pasado, por lo que en un plis plas lo tuve al borde del área pequeña viéndome en la obligación de tener que tirarme a sus pies en una arriesgada intervención y así robarle el balón ilegalmente.
No vayan a pensar que al decir que se lo robaría ilegalmente me refiera a quitárselo mediante una entrada violenta a lo Pepe. No señor, pese a que muchas veces he tenido motivos para ser violento siempre he sido tranquilo y comedido, además que puestos a arrebatar el balón de forma legal me hubiese bastado con decir "dame el balón que me voy a merendar" pues aquel día jugábamos con el mío.
Pero no, yo era el portero del Glorioso F.C. TORPEDO, el equipo de la Ponderosa de abajo y esa no sería la primera vez que remontaríamos un 7-0 a los 15 minutos del primer tiempo, además de que en partidos anteriores y ante nuestros eternos rivales a los que jugando al fútbol contabilizo sólo dos victorias, cero empates y ni una sóla derrota a sopapos, cuando nos metían más de 9 ya tiraban la toalla, pues si algo nos caracterizaba era por ganar con honor y perder con resentimiento y ensañamiento, lo cual infundía un temor al rival exactamente proporcional al aumento de las patadas que íbamos dando a medida que el resultado se nos iba complicando.
Por continuar comentando la jugada diré que me arrojé a los pies de Carlitos en el momento que este tiró a meta, interponiéndome entre el delantero y la susodicha con la buena suerte que corté la trayectoria del balón y la mala hostia que lo hice con los morros, lo cual me provocó una hemorragia sanguinaria por la nariz que contagié a Carlitos en forma de puñetazo cuando al echarme las manos al susodicho orificio nasal comprobé que de ésta me salía sangre roja como la sangre.
Y se armó tal tangana que me río yo de las del Madrid-Barcelona. Al poco rato reanudamos el partido y en 5 ó 6 minutos ya se lo habíamos empatado, pues hostia más patada menos debimos repartir aproximadamente 31, (1 fue la mía y las de los otros unas 30), con lo cual quedó mermada la moral del rival.
La segunda parte comenzó como la primera, es decir, poniendo el balón, MI BALON en juego. 5 minutos más tarde ya nos habían clavado otros cuatro mientras que nosotros no pasábamos del medio del campo y eso que nos tocaba jugar cuesta abajo.
Corría aproximadamente el minuto 66 de la segunda parte y viendo que aquel 17-7 era ya inalcanzable, Toño "el cabreiro", el cachas del equipo, "nuestro Iniesta" aunque por aquel entonces él admiraba a Amancio ya que el manchego ni siquiera había sido concebido, elegante en el juego, potente en el disparo y con más mal perder que el dedo de Mouriño, se acercó a mi meta y me dijo por lo bajo: " vete adelantandote Manolo, que a estes los vamos a correr a hostias hasta sus casas".
Y así fue, yo disimuladamente me adelanté lo suficiente y para quienes me conozcan el por qué me adelanté es más que evidente. Para quienes no me conozcan dejaré claro que por ser el menda cojo cuando de correr se trataba solían dejarme salir con ventaja.
Así que presto y dispuesto esperé un tramo más adelante, se lió tal tangana sobre el terreno de juego que no llevaba ni medio minuto esperando cuando los componentes de "LOS LEONES DE LA PONDEROSA DE ARRIBA" echaron a correr hacia donde yo estaba perseguidos a patadas y pedradas por los "F.C. TORPEDOS DE LA PONDEROSA DE ABAJO".
Al llegar corriendo a donde yo los esperaba y si mi memoria no me falla, cuento que al menos lancé 5 puñetazos de los que 3 fueron al aire, 2 hicieron blanco y que a uno derribé de un zancadillazo.
Sí, reconozco que éramos mal perdedores pero no tanto como los franchutes. Y aunque a nuestra corta edad se podría decir que nos estaban creciendo, al menos nosotros, unos simples críos de barrio si perdíamos por lo legal inflábamos a hostias al rival y nos imponíamos por cojones, pero lo que nunca, nunca hicimos, fue perder llorando y desprestigiar con rumores.
Mexes, madames y muamuasels de la vecina Francia, por mucho que les joda ¡ESPAÑA CAMPEONA!.

¡ FRANCHUTES, LLORONES, ESTA ES NUESTRA DROGA Y TAMBIEN NUESTRA BANDERA !.

1 han comentado:

Eulogio Diéguez Pérez (Logio) dijo...

Por menos se han empezado guerras.