lunes, 20 de febrero de 2012

Una nueva desgracia me asola

El sepulcral silencio que a esta hora de la madrugada reina en mi casa se rompe con el sonido que el tecleteo de mis dedos ejerce sobre el teclado, del mismo modo que intermitentemente es roto por una puta gota de agua que mana de la ducha mal cerrada y de la que estoy hasta los huevos, tanto que la estrangularía con mis propias manos, hecho que de hecho intenté y no di hecho por que la muy hija de puta se escurrió entre mis dedos. O las muy hijas de puta, porque no es una sola gota la que gotea y me está tocando los huevos, sino que es una por una es una, y tras una cae otra.
Por lo tanto hago aquí un breve inciso para ir al baño y cerrar bien el grifo.
Ya está... ahora ya sólo se escucha el sonido del tecleteo, aunque en el aire percibo un tufo ambiental que entra por mi orificio olfativo. Un olor pestilente que deduzco será el producto resultante del pedo que se me escapó antes de sentarme.
Cerrado el grifo y esparcido el aroma, aparco a un lado temas que no vienen a cuento y me centraré en escribir esta entrada aunque para ella y de momento no se me ocurre historia ni cuento.
Por escribiros algo y al mismo tiempo matar el aburrimiento, os cuento que mañana si Dios quiere y la gasolina me llega, comenzaré a recibir "terapia psicológica" por prescripción lógica de mi psiquiatra tras comprobar que después de casi 3 años de tratamientos, en lugar de avanzar para adelante lo hago para atrás como los cangrejos.
Y a pocas horas de comenzar con esta "terapia" reconozco que me pica la curiosidad por ver de que va la cosa esa, al igual que reconozco que cuando la curiosidad me pica me rasco la coronilla, lo cual gracias a uno de mis tantos defectos funcionales como es el de morderme vorazmente las uñas, sigo conservando cuero cabelludo en la misma, aunque eso sí, el cuero aun perdura pero el cabello hace mucho que se fue al quinto carallo y medio.
Algunas de esas curiosidades que me obligan a rascarme la coronilla y con respecto a esa terapia que mañana comienzo, es la de si por fin me mandarán tumbarme en el diván para que yo les cuente mi vida: ¿si tuve una infancia feliz?, ¿si fui maltratado?, ¿o si de niño me tocaron la pilila en un baño?... A las cuales responderé una por una es una y así sucesivamente con un: SI, NO y VARIAS VECES... y no sólo de niño y en un baño, sino que de mayor y en privado, y no quedando la cosa en simples tocamientos ya que más de una ver fui penetrado analmente, hechos que para mi mala suerte no fueron realizados por un sacerdote, pues de haber sido así ya estaría denunciado El Vaticano.
Oye, digo, lee..., ¿por quién o por qué carallo me estás tomando?... que servidor es un heterosexual muy macho, y que si me han tocado la pilila y palpado los huevos en repetidas veces han sido todos ellos señores de bata blanca y que se llaman doctores. Así que no te rías ni me malinterpretes que tarde o temprano te los tocarán también a ti, a quien como a mi, meterán un dedo por el culo para tocarte la próstata.
¿Qué?... ¿a que ya no te hace tanta gracia?... ¡Ah!, te ríes porque eres mujer y no tienes próstata... pues es lo mismo porque si no es un urólogo por el culo lo hará un ginecólogo por el coño.
¡Hala!, ahora el o la que se quiera reir que se ría pero que sepa que tarde o temprano de esa no se libra salvo que los recortes en sanidad obliguen, o incluso peor, que a consecuencia de los recortes te tengan que meter el dedo sin haber cambiado el guante.
En fin, a lo que estaba, me pica la curiosidad y por ende la coronilla, en saber cómo será la terapia... ¡Joder!, espero que no me den "electochos" de esos o descargas en el cerebro y me dejen tan tarado como a Jack Nicholson en "Alguien voló sobre el nido del cuco"... ¡Eso no coño!, que aun tengo partes de él que funcionan perfectamente.
Y de que aun funciona perfectamente puedo dar fe aquí mismo y ante tod@s. Por ejemplo, voy a hacer que mi cerebro de una orden a mi cuerpo y este la obedezca. Atención:
"tócate la nariz con el dedo índice de la mano derecha"... dejo de teclear un segundo y lo hago... ves.
Otra orden más complicada:
"lía un cigarro y fúmalo"... un segundo que lo lío y luego a la par que fumo escribo...
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Ya está, liado, encendido y humeando como mandan los santos cánones del tabaquismo.
¿Queréis más pruebas y más difíciles?... bien, acepto el reto. Le voy a dar una orden la hostia de complicada que mi cuerpo sin duda responderá a la primera que la escuche:
"ponte en pie, ve a la cocina y coge 5 galletas de chocolate, pero atención, tienen que ser Príncipe de Bequelarre"... a sus órdenes... aquí las tengo, ¿me las puedo comer?.
"Sí"
Veis?, aparte de demostraros que mi cerebro aun puede funcionar también os he demostrado que mi cuerpo aun responde e interactúa con mi mente, con la cual es incluso capaz de conversar y preguntarle si es preciso y como así ha hecho al preguntarle "si podía comer las galletas".
Y ahora y para que no os quede la menor duda de lo que os acabo de demostrar, voy a trasmitir la última orden a mi cuerpo y veréis que enseguida responde:




"tú, álzate"... ,




"levántate"...,




"te ordeno que te levantes"...,




"LEVANTATE, ES UNA ORDEN"...

¡Hostia tú!, lo que me faltaba para completar el poker de desgracias...
¡¡¡ MI POLLA SE QUEDÓ SORDA !!!

Bueno, pues ya tenemos tema por el que comenzar mañana la terapia, con lo cual me surge una nueva duda que hace que me rasque la coronilla: Si mi polla es sorda y no hay diván en cual tumbarse, ¿tendré que posarle ésta sobre la mesa?...


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P.D. (Parte dos)


Después de pasarme una hora intentando que la miembra obedezca, sin ser yo médico ni siquiera enfermero, puedo asegurar con toda seguridad que la sordera está casi demostrada. ¿Impotencia dices?... no coño, si hace tres días me hice una paja y la miembra funcionaba.

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