Permitido fumar
Distinguidos lectores, queridísimas lectores, señores, señoras, señoritas, gueis, gais y en general a todos los que me leáis, antes de nada quiero desearos a todos y todas un FELIZ AÑO 2.011.
En lo que a mí respecta este nuevo año ha comenzado de una manera distinta a todos los demás ya que me he pasado por el arco del triunfo la tradición de acabarlo tomando las 12 uvas y la de ponerme el calzoncillo rojo estampado con la figura de Papá Noel junto con las tradicionales bolas de colores que adornan los árboles de Navidad. Eso sí, en los demás aspectos lo he comenzado igual que siempre, es decir, con la tradicional resaca del día 1 de enero y el correspondiente resfriado que por estas fechas también suele acompañarme.
Sin embargo hoy, día 10 de enero de 2.011, puedo decir con toda seguridad que ya no me queda rastro de la resaca y que del resfriado sólo me queda una pequeña moquera, la cual voy despejando poco a poco entre un snif y otro snif por la nariz y de cuando en cuando una sonada con papel higiénico. Ya sé que lo adecuado sería sonarme con un pañuelo de tela o unos clinex, pero me hace gracia tener un rollo de papel de limpiar el culo sobre la mesa de la oficina, sobre todo teniendo en cuenta que su presencia le toca un poco los cojones al jefe e intriga a los clientes.
Con respecto al nuevo año que acabamos de estrenar tengo la sospecha de que no será del todo bueno, y con ello no me refiero al tema económico ni al de la crisis, pues como ya sabéis entre los antidepresivos y tranquilizantes tanto este tema como el otro me la traen un poco floja, mejor dicho bastante floja o flojísima.
En principio todo comenzó bien: los langostinos riquísimos, el centollo estaba bueno y las vieiras... que voy a decir de las vieiras que hace mi mamá, que estaban cojonudas y a las que como de costumbre rebañé bien la salsa para hacerme un cenicero con la concha o cáscara (aclaro este concepto por si me leyese algún argentino), mas cual sería mi sorpresa cuando teniendo un par de ellas impecables y relucientes alguien me recordó que en lo sucesivo no podría fumar en un establecimiento cerrado a excepción del retrete de mi casa y alguno que otro más por ahí, porque señores, señoras y señoritas, aunque me jode reconocerlo yo soy de los que cuando las ganas me aprietan prefiero hacerlo en el wc antes que andar haciéndolo por ahí... y me refiero a ambas cosas.
Ya pasó también el día de Reyes y debo decir que tanto Melchor, Gaspar, como Baltasar se han portado muy bien conmigo, sin embargo de Juan Carlos I y Sofía después, no he tenido ni siquiera una simple felicitación, aunque a estos los voy a disculpar a medias por aquello de la crisis, aunque a Juan Carlos no le suponía tanto gastarse unos céntimos en comprar un sello con su figura, es más, creo que le debería salir gratis ya que también utilizan su cara para hacerlos, y a mi entender esto debe suponerle unos beneficios por el uso de su imagen, pero bueno, si no me la quisieron enviar allá ellos, que donde las dan las toman y en vista de eso yo tampoco los he felicitado a ellos.
Pero como decía, los Magos de Oriente han sido generosos conmigo y me han dejado nada más y nada menos que 3 jerseys, de los que uno me queda justo, otro grande y el otro pequeño, y por lo pronto no pienso cambiar ninguno ya que en estos momentos me encuentro bailando sobre la cuerda floja.
Para que nos entendamos, cuanto menos como más engordo, y por el contrario, cuanto más como más voy al retrete, cosa que me hace bajar peso. Además tengo una muela jodida que pienso sacarme, así como hacerme un buen corte de pelo, con lo cual pienso perder más peso todavía... y si tengo la suerte de que me quiten el menisco roto de una puta vez, creo que será más que suficiente para lograr el equilibrio en el peso que por mi estatura me corresponde.
Así que me quedo con los tres, el que me queda justo ya lo uso, el que me queda grande por si me estriño y engordo, el pequeño por si se diese la casualidad de que se me junte la visita al dentista, con la operación y el peluquero, y por si entre la una y la otra padezco una diarrea, lo cual es más que probable dado a que las batas blancas suelen causarme este efecto y porque también debo justificar todas las visitas que últimamente hago al retrete en horario de trabajo (con lo inteligentes que son mis lectores y lectoras se podrán imaginar que una es para cagar y el resto para fumar)... Sí, fumo en el curro, ¿pasa algo?, ¿acaso me vas a denunciar?...
Porque de ahora en adelante señores, señoras y señoritas, todos tenemos el poder para denunciar a nuestro vecino por fumar en lugares públicos, bien sean bares, cafeterías, discotecas, etc. etc., lo que desconozco es si esta prohibición se hace también extensiva a los retretes públicos, aunque por lo que yo sé en Santiago sólo hay unos en la Alameda, y ya que los menciono y por si alguno de vosotros se deja caer algún día por esta ciudad, mi recomendación es que si te entra un apretón lo hagas en cualquier jardín de los que adorna dicha zona, pues más vale que la Policía Local te meta un puro por cagar entre gardenias, rosas y claveles, a que un maricón te clave un puro mientras haces un pis en el wc rodeado de capullos que si te descuidas te tocan el culo.
Así que ya sabéis, si algún día pasáis por Santiago de Compostela, tened en cuenta que la prohibición de fumar en lugares públicos se lleva a rajatabla aunque los más atrevidos lo seguimos haciendo en el retrete, eso sí, ¡en los de la Alameda ni de coña!, pues más vale que un municipal de joda por delante a que te metan un puro por el culo.
Y ahora si me disculpáis os voy a dejar y me voy al retrete a fumar.
En lo que a mí respecta este nuevo año ha comenzado de una manera distinta a todos los demás ya que me he pasado por el arco del triunfo la tradición de acabarlo tomando las 12 uvas y la de ponerme el calzoncillo rojo estampado con la figura de Papá Noel junto con las tradicionales bolas de colores que adornan los árboles de Navidad. Eso sí, en los demás aspectos lo he comenzado igual que siempre, es decir, con la tradicional resaca del día 1 de enero y el correspondiente resfriado que por estas fechas también suele acompañarme.
Sin embargo hoy, día 10 de enero de 2.011, puedo decir con toda seguridad que ya no me queda rastro de la resaca y que del resfriado sólo me queda una pequeña moquera, la cual voy despejando poco a poco entre un snif y otro snif por la nariz y de cuando en cuando una sonada con papel higiénico. Ya sé que lo adecuado sería sonarme con un pañuelo de tela o unos clinex, pero me hace gracia tener un rollo de papel de limpiar el culo sobre la mesa de la oficina, sobre todo teniendo en cuenta que su presencia le toca un poco los cojones al jefe e intriga a los clientes.
Con respecto al nuevo año que acabamos de estrenar tengo la sospecha de que no será del todo bueno, y con ello no me refiero al tema económico ni al de la crisis, pues como ya sabéis entre los antidepresivos y tranquilizantes tanto este tema como el otro me la traen un poco floja, mejor dicho bastante floja o flojísima.
En principio todo comenzó bien: los langostinos riquísimos, el centollo estaba bueno y las vieiras... que voy a decir de las vieiras que hace mi mamá, que estaban cojonudas y a las que como de costumbre rebañé bien la salsa para hacerme un cenicero con la concha o cáscara (aclaro este concepto por si me leyese algún argentino), mas cual sería mi sorpresa cuando teniendo un par de ellas impecables y relucientes alguien me recordó que en lo sucesivo no podría fumar en un establecimiento cerrado a excepción del retrete de mi casa y alguno que otro más por ahí, porque señores, señoras y señoritas, aunque me jode reconocerlo yo soy de los que cuando las ganas me aprietan prefiero hacerlo en el wc antes que andar haciéndolo por ahí... y me refiero a ambas cosas.
Ya pasó también el día de Reyes y debo decir que tanto Melchor, Gaspar, como Baltasar se han portado muy bien conmigo, sin embargo de Juan Carlos I y Sofía después, no he tenido ni siquiera una simple felicitación, aunque a estos los voy a disculpar a medias por aquello de la crisis, aunque a Juan Carlos no le suponía tanto gastarse unos céntimos en comprar un sello con su figura, es más, creo que le debería salir gratis ya que también utilizan su cara para hacerlos, y a mi entender esto debe suponerle unos beneficios por el uso de su imagen, pero bueno, si no me la quisieron enviar allá ellos, que donde las dan las toman y en vista de eso yo tampoco los he felicitado a ellos.
Pero como decía, los Magos de Oriente han sido generosos conmigo y me han dejado nada más y nada menos que 3 jerseys, de los que uno me queda justo, otro grande y el otro pequeño, y por lo pronto no pienso cambiar ninguno ya que en estos momentos me encuentro bailando sobre la cuerda floja.
Para que nos entendamos, cuanto menos como más engordo, y por el contrario, cuanto más como más voy al retrete, cosa que me hace bajar peso. Además tengo una muela jodida que pienso sacarme, así como hacerme un buen corte de pelo, con lo cual pienso perder más peso todavía... y si tengo la suerte de que me quiten el menisco roto de una puta vez, creo que será más que suficiente para lograr el equilibrio en el peso que por mi estatura me corresponde.
Así que me quedo con los tres, el que me queda justo ya lo uso, el que me queda grande por si me estriño y engordo, el pequeño por si se diese la casualidad de que se me junte la visita al dentista, con la operación y el peluquero, y por si entre la una y la otra padezco una diarrea, lo cual es más que probable dado a que las batas blancas suelen causarme este efecto y porque también debo justificar todas las visitas que últimamente hago al retrete en horario de trabajo (con lo inteligentes que son mis lectores y lectoras se podrán imaginar que una es para cagar y el resto para fumar)... Sí, fumo en el curro, ¿pasa algo?, ¿acaso me vas a denunciar?...
Porque de ahora en adelante señores, señoras y señoritas, todos tenemos el poder para denunciar a nuestro vecino por fumar en lugares públicos, bien sean bares, cafeterías, discotecas, etc. etc., lo que desconozco es si esta prohibición se hace también extensiva a los retretes públicos, aunque por lo que yo sé en Santiago sólo hay unos en la Alameda, y ya que los menciono y por si alguno de vosotros se deja caer algún día por esta ciudad, mi recomendación es que si te entra un apretón lo hagas en cualquier jardín de los que adorna dicha zona, pues más vale que la Policía Local te meta un puro por cagar entre gardenias, rosas y claveles, a que un maricón te clave un puro mientras haces un pis en el wc rodeado de capullos que si te descuidas te tocan el culo.
Así que ya sabéis, si algún día pasáis por Santiago de Compostela, tened en cuenta que la prohibición de fumar en lugares públicos se lleva a rajatabla aunque los más atrevidos lo seguimos haciendo en el retrete, eso sí, ¡en los de la Alameda ni de coña!, pues más vale que un municipal de joda por delante a que te metan un puro por el culo.
Y ahora si me disculpáis os voy a dejar y me voy al retrete a fumar.
3 han comentado:
En fin, que somos lo que comemos y si aprovecha que en la próxima reforma de la ley del tabaco... ni en el retrete, si no al tiempo.
Crueles cigarros que tiene que soportar la levedad del ser.
Un abrazo genio.
Sólo venía a verte y fumarme un cigarro.
Te dejo un beso, Manolo.
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