martes, 31 de enero de 2012

Soy un adicto

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, querid@s amig@s, etc., etc. y etc.. Ayer noche, justo a la hora en que quien puede y tiene suele cenar, ocurrió en mi casa y más concretamente en mi persona un hecho insólito y tan preocupante que me dejó muy preocupado, tanto que después de una noche de insomnio y malestar a consecuencia del "mono" o "síndrome de abstinencia" que más adelante describiré, me he levantado esta mañana presto y dispuesto a alistarme en el PROYECTO HOMBRE. Aunque mejor que presto y dispuesto más bien fue al revés ya que primero estuve dispuesto y luego y en vista de como sucedieron los acontecimientos dejé de estar presto para simplemente no hacer nada y tomármelo con calma, pero debo reconocer y por lo tanto reconoceré que ayer a la noche me sentí y reconocí como un adicto a ciertas "sustancias" que adicen, y entrecomillo lo de sustancias para que no haya malentendidos y quede bien claro que mi adicción es a sustancias mientras que lo que adicen por ahí de mí me importa un carallo.
Los hechos de ayer noche sucedieron como sucedieron y sucedieron como a continuación detallaré al detalle, sin omitir ni un punto ni una coma, aunque cabe la posibilidad de que me olvide de algún acento.
Como he dicho al principio los acontecimientos acontecieron cuando mis tripas rugieron siendo de hambre el por que lo hicieron, de eso estoy totalmente seguro pues en cuanto sonó el primer rugido mi vista se fue hacia el reloj de pared comprobando al instante que mi reloj biológico sigue perfectamente sincronizado con el Meridiano de Greenwich y con el de la pared, pues estaba claro que ambos los tres me indicaban que la hora de cenar se acercaba.
Señores, señoras, señoritas o simplemente desconocidos lectores, sepan que es costumbre y menester o ambas a la vez, que desde mi más remota niñez tomarme una taza de leche con Cola-Cao antes de irme para cama, lo cual si mi memoria no falla se remonta por lo menos al traumático momento en el que fui destetado como la mayoría de los humanos. (Y digo la mayoría porque aun hay quien chupa de la teta hoy en día. Y esto puedo asegurarlo con certeza y testigos si es preciso, pues el otro día en el ambulatorio aún vi a una madre dar pecho a su pequeño retoño).
Comprobado el perfecto funcionamiento y sincronización de ambos los tres relojes que me indicaban que era la hora de cenar, procedí a poner en marcha el protocolo de actuación establecido: coger taza, verter leche, introducir en microondas, seleccionar 1:20 min. a 600W, esperar, sacar taza, y... cuando el protocolo debería seguir con: coger Cola-Cao y echar 4 cucharillas de café, éste se vio truncado cuando y como si lo hubiese lamido un perro, me encontré de vacío y limpio el bote lo cual provocó en mí un especial rebote.
-¡¡¡ CAGONDIOOOOS !!!..., ¡medio siglo tomando Cola-Cao de cena y nadie me avisa de que ya no queda!... ¡y ahora qué hago yo si no me gusta la leche a pelo y con estos cuatro polvitos que quedan no puedo hacer ni un blanco roto!...- Este fue el rebote que pillé al encontrar vacio el bote.
-Hay otros que no son Cola-Cao y que también soy muy ricos, mira, tienes este de EROSKI, tienes Nesquik, tienes...-
-¡BASTA!-
dije en voz alta dejando a mi mujer con la palabra en la boca y su catálogo de productos derivados del cacao a medio exponer.
Mosqueado por la falta de mi preciada sustancia y por el rugido de mis tripas el cual se iba acrecentando de modo avanzado, por no tomar la leche a pelo probé con los otros productos que había en casa y que según mi esposa, todos salvo yo, prefieren antes que el Cola-Cao. Y aunque dijé probé, mejor debería decir simplemente caté, pues basándome en mi amplia experiencia en el tema toqué el polvo con mi dedo o mejor dicho sólo lo toqué con la yema del susodicho. Me lo llevé a la boca y me lo chupé (el dedo por supuesto) y cuan experto en el tema fui descartando los productos uno por uno al tiempo que decía a mi mujer que eso no era cacao puro.
Y por no tomar la leche a pelo me fui para cama sin cenar, y pobrecito yo, que me fui inconsciente de la terrorífica, sí, terrorífica noche que pasé y que a continuación detallaré.
A las 00:35 o'clock en punto de la noche me fui a dormir tan tranquilo dándose la curiosa paradoja de que en cuanto pillé la horizontal ni dormí ni me mantuve tan tranquilo, pues una sensación rara se apoderó de mí y poco a poco esta sensación se fue agravando de tal manera que me provocó escalofríos y sudores fríos, temblores, espasmos, nauseas y vómitos... y hasta alucinaciones... sí, sí, ¡ALUCINACIONES!.
Los segundos fueron pasando y convirtiéndose en minutos, y estos fueron pasando y convirtiéndose en horas con la minuciosa exactitud y velocidad constante de cada 60 segudos=1 minuto y cada 60 minutos=1 hora.
Las horas pasaban tan lentamente que en un par de ocasiones comprobé si era cierto eso de la velocidad del tiempo y de la que hablo en mi anterior párrafo comprobando que sí, que efectivamente esa era la velocidad del tiempo lo cual me llevó a exclamar para mi mismo y mis adentros: "hijo de la gran puta que a veces pareces quieto y otras corres como el viento".
La 1:32, las 2:15, las 2:45, las 3:23, las 4:05, las 4:06, las 4:07, las 4:08... y así sucesivamente hasta que desesperado y harto de dar tantas vueltas sobre mi eje en la cama, a las 4:14 o'clock en punto de la madrugada me levanté y me fui para la cocina donde me puse a fumar cigarro tras cigarro bajo un estado de ansiedad que jamás había experimentado y dándole vueltas y más vueltas a mi cabeza y en torno a una de esas alucinaciones que poco antes había tenido estando en cama.
En ella se me acercaba mi madre mientras yo me encontraba en cama padeciendo las consecuencias antes descritas, traía en sus manos una taza de la que yo no sabía su contenido y de la cual salía una pajita para sorber. "Toma meu corazón", me decía al mismo tiempo que me la ofrecía sujetándola con sus dos manos ya que yo era incapaz de hacerlo por culpa de mis temblores.
-¿Qué es mamá?- pregunté con la voz entrecortada y sin mirar para la taza que ella sujetaba ante mi cara.
-Una tacita de Cola-Cao rico y calentito, como a ti te gusta-.
Y tras decirme esto, en mis alucinaciones yo le arrebataba violentamente la taza de las manos y me la bebía de un solo trago y luego con la pajita esnifaba los restos que quedaban en el fondo de la taza. Tras ello mis extrañas sensaciones se me pasaban y volvía a ser una persona normal dentro de mi anormalidad.
Le dí tantas vueltas a esta alucinación que llegué a la conclusión de que después de medio siglo tomándome Cola-Cao a diario, entraba dentro de la lógica el que yo fuese un adicto a esta sustancia y que su falta me provocase el lógico síndrome de abstinencia o mono.
Por lo tanto decidí no volver para cama y pasar lo que quedaba de noche esperando a que amaneciese para ir a pedir ingreso en las instalaciones que PROYECTO HOMBRE tienen en Santiago con el fin de quitarme de encima esa adicción que yo desconocía y que desde esa misma noche se había convertido en un nuevo problema del que preocuparme, ya que lo había pasado tan mal, tan mal, que estaba dispuesto a hacer lo que fuese para que no se repitiese.
Hasta preparé una bolsa de viaje con lo imprescindible contando con que me quedase ingresado, el cepillo de dientes, un tenedor, un par de calzoncillos y otro de calcetines, un pantalón aparte del que llevaba puesto más un par de jerseys y otro par de camisas. También metí y ocultas entre la ropa, las últimas tres galletas Principe de Bequelarre que quedaban de un paquete.
No creo que haga falta que diga el porqué oculté las galletas, pero si hace falta lo digo. Lo hice por el morbo que me daba introducir algo que sabía me iban a prohibir tajantemente.
Y preparado para irme al centro de desintoxicación, sentado en la cocina fumando ansioso cigarro tras cigarro y con la bolsa de viaje ya preparada y a mi lado, fui consumiendo las pocas horas que ya le quedaban a la que sería mi última noche en casa hasta que regresase a ella, completamente limpio y desintoxicado. Es decir, hasta que regresase siendo otro Manolo.
A las 8:00 o'clock en punto de la mañana, ansioso, desaseado y con un aspecto desastroso por la mala noche que había pasado, me levanté de la silla, cogí mi bolsa de viaje y me dispuse a abandonar mi hogar en silencio y sin despedirme, pues aparte de que a mi en particular no me gustan las despedidas, menos me gusta que otros se alegren de ellas y sobre todo cuando es a mí a quien despiden.
Me acerqué a la puerta de casa ante la cual me detuve para echar un último vistazo y justo en ese momento me vino a la memoria que a esa hora me tocaba tomar el tratamiento, por lo que me volví sobre mis pasos y me dirigí hacia el botiquín donde algo llamó poderosamente mi atención...
Conté una y otra vez los antidepresivos y no me salían las cuentas... me sobraba uno. Tiré de memoria y recordé que ayer no me acordé de tomar la pastilla.
¡ME CAGO EN MI PUTA MADRE!... ¡Que adicción al Cola-Cao y que cojones!... ¡una mierda!... ¡A LO QUE ESTOY ENGANCHADO ES A LA PAROXETINA!...
Que sí, que sí... que fue tomar la pastilla y a la media hora estaba normal dentro de mi anormalidad. Pero bueno, eso me tranquiliza muchísimo menos que una hipotética adicción al Cola-Cao, al menos la Paroxetina la receta la Seguridad Social en variadas versiones y con otros nombres... pero el Cola-Cao es único, inigualable y no hay ni habrá genérico que lo sustituya.

miércoles, 25 de enero de 2012

Las listas de espera

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, querid@s amig@s, etc., etc. y etc.. Doy también la bienvenida especial a mi doctora de cabecera a la que he dado la dirección de este blog para que compruebe cual es en realidad mi estado mental e igualmente doy la bienvenida especial a mi amigo Arturo (Arquitecto) que se ha pasado por aquí y el otro día me llamó por teléfono para felicitarme por mi humor y lo más importante para preocuparse por mí, lo cual le agradezco enormemente.
Es que querid@s amig@s o simplemente conocidos, desde el pasado 30 de diciembre vuelvo a estar de baja laboral y con la depre revoloteando alrededor de mi cabeza cuan mosca orbitando alrededor de la cabeza de todo paleto que se precie. Seguramente queréis saber por qué coño estoy de baja del mismo modo que yo quisiera saber qué coño me pasa o como diría un filosofo griego cuyo nombre ahora no recuerdo: "¿quién me pone la pierna encima que no levanto cabeza?".
El pasado día 19 acudí a consulta del psiquiatra y éste ya dando mi caso por imposible me envía a terapia con una psicóloga la cual comenzaré a recibir el día no sé qué del mes que viene, lo cual yo veo bien y con ilusión dado que estoy completamente seguro que lo mio no cura con pastillas. Como dice un anuncio de la tele: ¡ES LA HORA DE DESAPRENDER! y yo tengo muchas cosas que "desaprender" y muchas otras que aprender, siendo la más importante el no permitir que "alguien" me amargue la vida.
Y ya que hablo de ese "alguien" diré que hoy tuve un acto de conciliación con él en el SMAC por los dineros que me sustrajo de la nómina. El acto se celebró a las 9:30 de la mañana y a esta hora, las 9 de la noche, todavía no sé cual ha sido el resultado pese a haber intentado contactar con la abogada, recomendándome en el sindicato que para hablar con ella debo pedir cita o probar suerte e intentarlo por teléfono el viernes a las 10:00 o cloc'k en punto de la mañana, pero tiene que ser justo a las 10:00 o cloc'k en punto porque sino no hay tutía, o mejor dicho, tendría que pedir una cita con ella para que me informe.
Este trámite burocrático me descolocó un poco y con el tragín que últimamente tengo entre citas médicas y consultas y pese ha haber tomado la pastilla mañanera para tomarme la vida de otra manera me despedí de la chica que me informó con un muchas "muchas gracias enfermera"... vamos, como por aquí se suele decir en estos casos o en casos parecidos: "ni que anduviese a vueltas con la pera".
"No te gusta el vino... pues toma dos vasos", así me diría el otro por quejarme tanto de las listas de espera en el hospital. ¡Hasta en el sindicato tengo que pedir cita y entrar en una lista de espera!... ¡hay que joderse!. El día menos pensado mi propia esposa me pone en una lista de espera para poder tener sexo con ella... ¿y quién sabe?, a lo mejor así puedo tener más porque últimamente entre polvo y polvo me da tiempo a que me vea 15 veces la médico de cabecera, hacer 2 analíticas, una radiografía y que me vean 2 especialistas, lo cual no es moco de pavo porque hay citas que tardan más de un año.
Hombre, yo no es que quiera sexo todos los días porque a mi edad y con la depre que ya pone la libido por los suelos y con los antidepresivos que la bajan aún más, si no puede ser una vez cada tres meses, que sea cada cuatro... pero a este ritmo tendré que ser yo quien le exija entrar en una lista de espera aunque me lleve una amarga sorpresa.
Porque con estas cosas hay que tener prudencia ya que lo mismo al pedírselo así se pone tierna y se deja o, lo dicho, te pone de quinto en la lista y por compasión y menuda sorpresa que te llevas sobre todo si no sospechas.
Conste que yo no sospecho de la mía, pero por si las moscas dejo de lado el tema de la lista y ya mojaré cuando Dios y ella quieran. Así a bote pronto puedo asegurar que el próximo 28 de julio mojo el churro si no me emborracho, porque ese día iremos a la boda de un primo suyo y mi mujer en ese tipo de eventos se suele poner muy... muy... vamos, que se deja más fácilmente.
Supongo que llegado a este punto de la entrada algún "psicólogo de manual" puede llegar a la conclusión de que follar poco es el motivo de mi depresión o incluso un especialista con nivel de "psicólogo por fásciculos de Salvat" podría asegurar que me curaría echando tres polvos al día... ¡tres al día!... ¡ufff!... ¿con la suya o con la mía?.
En fin, dado que sin darme cuenta acabé contando parte de mis intimidades, para que cortarme ahora y dejaros así, ¿queréis saber más cosas íntimas de mí?... bien, pues ahí va otra: "me estoy cagando".
Así que corto y cierro esta entrada y me voy corriendo al baño ahora que la taza no está ocupada.

miércoles, 4 de enero de 2012

¡¡¡ ESPAÑA !!!, dimito como español y te declaro la guerra


¡ ESPAÑOLES !, ¡ESPAÑOLAS!, ¡ EX-COMPATRIOTOS !, EX-COMPATRIOTAS...
En Santiago de Compostela, a 4 de diciembre de 2.012 y a la hora en que en mi casa huele a merluza a la cazuela, YO, Manuel "X", de los "X" de toda la vida, en pleno uso de mis deterioradas facultades mentales DECLARO LA GUERRA A ESPAÑA por tener suficientes razones como para decir que ME HABÉIS HINCHADO LOS COJONES.
Es por ello que a través de este MANIFIESTO-DECLARACION DE GUERRA, que por no contar con más ejército que mis dos preciados huevos, hago un llamamiento para quien se quiera alistar en mi cruzada contra esta conspiración "judeo-masónica" que atenta, degrada y rebaja hasta lo más insospechado a sus sufridos ciudadanos, lacayos y contribuyentes que con nuestro sudor y esfuerzo logramos que Aquí hubiese tiempos de bonanza que unos cuantos misarables dilapidaron pasando del "café para todos", al "no hay café p'a ni Cristo", aunque te lo hayas ganado, aunque te le merezcas y aunque la Ley te lo reconozca.
Lo que quiero que sepáis queridos ex-compatriotas, que no os declaro la guerra a vosotros y a vosotras, sino que mi guerra será contra las sagradas, no sagradas y corruptas administracciones de ese vuestro país: ESPAÑA. Por lo tanto y para vuestra tranquilidad, juro solemnemente que no voy a liarme a hostias con todo aquel español que me cruce, porque puede que ser que mi azotea tenga alguna que otra gotera pero no soy tan tonto como para emprenderla con cualquiera, pues soy sabedor que de recurrir a esta estrategia, mi vecino de enfrente que me dobla en cuerpo y fuerza, me mete una hostia y con ello pone fin a la guerra.
Sé que cuento con un puñado de aliados, pues estos días y mientras el Presidente del Gobierno mantenía contactos con distintos líderes europeos, al mismo tiempo yo he mantenido una serie de contactos con media docena de indignados como yo, que están dispuestos a enrolarse en mi ejército y darle caña a España.
Ahora te preguntarás el por qué escojo hoy precisamente para declarar la guerra, pues bien, escojo el día de hoy porque como la misma palabra indica "escojo" y yo soy cojo y esa es la única prebenda que la vida nos dío a los que como yo andamos mal y arrastro, la libertad de tener un amplio escaparate en el que escojer lo que nos puede doler.
Como he dicho en mi penúltima entrada, el pasado viernes fui "violado" al ser enculado en las dependencias del Hospital Clínico (o cínico) de Santiago, recibiendo el alta de una enfermedad de la que no estoy curado, sin previo aviso y sin el informe correspondiente.
Pues bien, hoy me he encontrdo con una vecina que padece una "enfermedad rara" diagnosticada como fibromialgia. Tras una conversación con ella en la que me relató sus dolencias, éstas se me hicieron familiares pues alguna de ellas como el pronóstico que el neurólogo le hizo de un envejecimiento prematuro. (Seguro que mi amigo Fermín sabe por donde van los tiros).
Pero no ha sido el hecho de que mi vecina esté enferma lo que me ha hecho declarar la guerra a España, sino que ella al igual que yo, RECIBIÓ EL ALTA, sin previo aviso, sin estar curada y sin recibir el correspondiente informe.
A medida que ella entre llantos me contaba su problema y su sentimiento de impotencia ante la putada que le habían hecho, mi indignación iba en aumento y cuando la dejé llorando en el parque me vine para casa corriendo y me puse a escribir esta DECLARACIÓN DE GUERRA.
Españoles, españolas y españolitos, que la situación económica del país está como está es del conocimiento de todos, pero miren, este lunes y como he relatado en mi penúltima entrada, he acudido al Hospital. Reconozco que lo hice sin consultar el calendario y confiado en que siendo un día laboral me encontraría con que en él se llevase a cabo la actividad normal. Pero no, me equivoqué. El hospital estaba más desierto que el Titanic 5 segundos antes de ser engullido por las heladas aguas del Atlántico.
Me paseé a mis anchas por los pasillos, las consultas y toda cuanta sala había tras una puerta. Me entraron ganas de curiosear en los cajones de los doctores y también tuve una repentina tentación de llevarme 4 ó 5 ordenadores, cosa que pude haber hecho con la más absoluta tranquilidad y sin que nadie se diese cuenta seguro que hasta pasado el día de Reyes y se reincorporasen a sus trabajos.
Pero no me los llevé porque soy honrado, eso sí, la honradez no quita la indignación y la mía fue mayúscula al ver, no sólo como me habían dado el alta, sino que en un día laboral y en un complejo en el que trabajan creo que más de 1.500 personas, después de una hora paseando a mis anchas por sus vacios y bien iluminados pasillos y despachos, calculé a ojo de buen cubero que con lo que se gastaba de luz en aquel desértico y larguísimo pasillo y sus varias decenas de despachos vacios e iluminados, se podría proveer al hospital de un nuevo aparato para hacer las resonancias magnéticas y así de paso ahorrar a los enfermos un año de espera para realizar dicha prueba.
Y esto sólo es un ejemplo, porque eso fue lunes 2 de enero, pero las navidades empezaron una semana antes y aún les queda otra por delante, en la que aparte de no dar citas y no trabajar, el simple despilfarro en energía me imagino que debe costar mucho más que un riñón, y tú, que pagarás religiosamente el recibo de luz correspondiente te podrás hacer una idea de lo que puede costar tener medio hospital como el de Santiago más iluminado que Las Vegas. ¡Joder!, si estamos en crisis y si no se trabaja, que al menos apaguen las luces y ahorramos una poca pasta.
Ahora ya me da igual, ESPAÑA es mi enemiga y por mi la pueden zurcir, y se zurcirá, vaya que sí, pagando salarios a doctores que no trabajan, despilfarrando en gastos como el de la corriente, no atendiendo a los enfermos como se merecen, tirando a los enfermos crónicos, etc. etc. y etc.

Algún día los cojones de millones de españoles de hincharan y reventarán... pero no contéis conmigo porque yo lo tengo decidido tras una noticia que escuché en el telediario en el que decían que de todos los países del mundo es NIGERIA el que cuenta con la población más feliz.

Y no es que lo diga yo, es que lo dijo Matías Prats.


NIGERIA: En cuanto acabe con Aquí, me voy para ahí.


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P.D.
Busco moro, islamista y radical que me proporcione un cinturón de explosivos para inmolarme en el Congreso de los Diputados o en su defecto moro dispuesto a inmolarse por mí. Alá recompensa con 49 vírgenes por cabeza, a las que yo puedo añadir mi señora a quien en mi lugar se haga volar por los aires.
(De no haber suicida dispuesto y si por el contrario alguno me puede proporcionar un cinturón de explosivos, ruego que la evilla del mismo tenga la forma de una cabeza de león... siempre me hizo ilusión tener uno de esos pero jamás me atreví a comprarlo atendiendo los consejos de quien me decía que eran de lo más hortera que había).

martes, 3 de enero de 2012

El Juicio Final está ahí... sí ahí

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, querid@s amig@s, etc. etc. y etc.. Lo que les voy a relatar ocurrió el pasado 31 de diciembre del pasado 2.011, entre las 12:00 o´clock en punto de la noche y las 00:12 o'clock en punto de la misma noche pero distinto año... el año siguiente para ser concretos... y para ser más exactos diré que el 2.012 que es en el que estamos.
Mientras mi famila obserbava expectante la imagen del reloj de la Puerta del Sol, con las 12 uvas dispuestas en la mano para ir tragándolas con cada campanada, yo los miré a todos y repentinamente vino a mi mente el deseo de que este fuese su año de suerte, aunque sinceramente debo reconocer que tan rápidamente como les deseé toda la suerte del mundo, a mi mente vino que si ésta había de ser en forma de Cuponazo, Lotería o Primitiva, mejor primero yo y luego ellos.
De momento llevamos pocos días del nuevo año, todavía no comprado el cupón ni he jugado a la Lotería y tampoco a la Primitiva, por lo tanto tendré que tener un poco de paciencia para ver si después de dos últimos años desastrosos en todos los aspectos que he pasado, este es por fin el mío, para ello he desafiado al destino y la suerte despidendo el 2.011 con un corte de mangas por cada campanada y 12 minutos más tarde y cuando quien más quien menos ya iba por el tercer brindis, me tomé tranquilamente las 12 uvas a la velocidad que me salió de los cojones, ya que últimamente tengo tendencia a atragantarme con facilidad y frecuencia y no era cuestión de joder la fiesta por una uva atravesada en mi conducto tragatorio, además con el bullicio que había seguro que me hubiese muerto en medio de todos y el que me viese caer hubiese pensado: "que pronto la pilló Manolo este año".
En fin. Yo lo que quería era exponeros lo que vino a mi mente mientras veía como todos se comían las 12 uvas al son de las 12 campanadas. Casualmente todo lo que vino a mi mente lo hizo en 12 segundos. ¿Coincidencia, casualidad, azar, qué se yo...?, pero 12 uvas, 12 campanadas, 12 segundos, año 2.012...
¡ CAGONDIOS !, que los Mayas tienen razón... que este año se acaba el mundo.
Ahora, pregúntame porque puedo asegurar con tanta vehemencia y convencimiento esta afirmación... Pregúntamelo venga. ¿Está?, bien, pues te respondo... PORQUE EL 12 ES EL NÚMERO QUE SIGNIFICA EL FINAL DE LAS COSAS. Esa ha sido la conclusión a la que he llegado casualmente en 12 segundos.
El año acaba el mes 12, el día a las 12, la hora máxima que los relojes no digitales marcan es el 12, la baraja tiene 12 cartas por palo, hasta los apostoles eran 12. Sí 12 peludos que se juntaron a Cristo, que acabó como acabó...
Puedo asegurar por lo tanto que el 12 del 12 del 12, es decir y casualmente 12 días y 12 horas antes de celebrar la llegada de Jesucristo al Mundo, a las 12 en punto de la mañana: EL MUNDO SE IRA A TOMAR POR EL CULO.
Ante este terrible acontecimiento que sucederá cuando el reloj que encabeza este blog marque 00:00:00 yo te recomiendo que aparte de practicar lo que reza bajo dicho reloj, te busques un buen abogado, porque de lo que no me cabe la menor duda es de que HABRÁ JUICIO FINAL.
Señores, señoras y señoritas, yo me he puesto manos a la obra y estoy en busca de un buen abogado, porque yo, y aunque sólo sea yo, aunque todo el mundo me desprecie por ello, el día del Jucio Final haré que Dios se siente en el banquillo de los acusados... ¡y ole mis huevos por ello!.
Alguien le tiene que cantar las cuarenta a ese señor de blanca barba y melena que representan en forma de ojo dentro de un triangulo equilátero y por encima de todas las cosas.
Argumentos para la acusación no me faltan y por detallar algunos de los motivos por los que pienso demandarlo son:
Dejar que crucificasen a su hijo. Permitir las guerras, las injusticias, desatar desastres naturales donde menos recursos hay, castigar más a los más indefensos, dejar que niños mueran de hambre. Permitir que criaturas inocentes nazcan enfermas para el resto de sus vidas y aun por encima joderlos con trabas...
En fin, podría seguir escribiendo y apuesto a que muchos de vosotros tendríais también alguna que añadir a la larga lista de ERRORES y HORRORES que el TODOPODEROSO no sólo permite, sino que mira hacia otro lado mientras ocurren.
No Señor... oiste tú allá arriba..., sí va por tí o no te has fijado que he escrito Señor con mayúscula... Se acerca el día del Juicio Final y te pienso poner una demanda que te vas a cagar por la pata abajo.
¿Cómo?... que Tú vas a ser el Juez... Pero no iba a ser un Jurado Internacional...
¡Uy que carallo!... creo que acabo de cagarla y bien cagada. Me parece que voy a necesitar como mínimo una docena de abogados...
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Oye Dios, que te parece si rezo una docena de Padrenuestros y dejamos la cosa así.

lunes, 2 de enero de 2012

CARTA ABIERTA A MARIANO RAJOY, ZAPATERO, NUÑEZ FEIJOO, DÑA. PILAR FARJAS Y VICEVERSA

Sr. Presidente, Sr. Ex-presidente (que aunque ya no esté algo le compete), Sr. Presidente de la Xunta de Galicia y Sra. Conselleira de Sanidade de la Xunta de Galicia. Antes de nada y dado a que hace solo tres día comenzó un nuevo año, es de bien educados comenzar deseándoles a sus ilustrísimas un Feliz Año Nuevo, cosa que NO HARÉ pese a quedar como un maleducado y seguro que tras lo que les voy a decir, puede que incluso les acabe pareciendo ordinario.
El motivo de que no les desee un feliz año viene dado a que esta mañana he acudido al servicio de digestivo del Hospital Clínico (últimamente más cínico que clínico) de Santiago, al que desde el año 1.989 vengo acudiendo dos veces al año por padecer una hepatitis crónica activa "C" , para ser revisado y al mismo tiempo pedir un informe médico al doctor que muy amablemente y correctamente me trató durante todos estos años y del que no tengo ni una sólo palabra mala que decir y me he encontrado con que ¡¡ ME HABIA DADO EL ALTA !!, (quede claro que yo no estaba de baja por este motivo).
Peroooo ¡¡ ME HABIA DADO EL ALTA !!, y lo vuelvo a repetir entre signos de exclamación porque han trascurrido 12 horas desde que me han dado la noticia y todavía no salgo de mi asombro.
¡¡ ME HA DADO EL ALTA !!, sin estar curado, sin previo aviso, sin darme el correspondiente informe de alta...
Perdonen sus Ilustrísimas Señorías si me precipito en la sarta de improperios que seguramente largaré a lo largo de esta carta y a lo mejor el motivo de que haya recibido el alta es que HE CURADO, con lo cual y siendo así, besaría el suelo que pisasen sus señorías aparte de obsequiarlas a cada una de ustedes con EL MEJOR JAMON que se produzca en este país al que yo llamo Aquí, y si lo llamó así es por, y perdonen la expresión, se me hace la picha un lío cuando me hablan de que cotizo para un sitio y que el que me atiende dice no tener nada que ver con el otro o que son dos organismos diferentes regidos por gobiernos diferentes. Y esto no sólo pasa en la S.A.nidad sino que también en otras cosas.
Dado que dudo de la milagrosa curación de mi hígado y por ser desconfiado por naturaleza de todo aquel que viste traje, corbata y ocupa un despacho con moqueta, seguiré sin felicitarles el año y por educación y respeto no los mando a tomar por el mismo lugar que a mi me dieron esta mañana. Y puesto que apuesto a que mi alta se debe a un tijeretazo, yo no me lo aplico a mi lengua y por lo tanto donde dije digo, digo diego, me paso el respeto que se merecen por ser quienes son por el mismo forro de los huevos ya que creo justo, y así lo recalcó Su Majestad el Rey en el discurso navideño diciendo que en este país "todos somos iguales", y que si ustedes me dieron por culo esta mañana al dejarme sin médico justo cuando la enfermedad por el tiempo en que la llevo dentro puede evolucionar a algo muy chungo y que no quiero ni mencionar, haga mías las palabras de Nuestro Monarca y en aras de la igualdad los mande yo a ustedes a tomar por el mismo sitio y orificio que a mí me dieron esta misma mañana, hecho que pondré en manos de un abogado para que tome las medidas oportunas para acudir a los Tribunales, pues es tan cierto que me han dado, como lo es el que yo no me he dejado, por lo que pudieran haber incurrido ustedes en un delito de violación. (Y les advierto que esto lo pienso poner en un manos de abogado de pago, pues ya he perdido la confianza en sindicatos, asociaciones y hasta agrupaciones folclóricas).
Y a lo dicho añado que mi economía no se resentirá al ahorrarme el pastón que me supondría regalar tanto jamón y al mismo tiempo no los pondré a ustedes en la dramática situación de merendarse a sus antepasados
Pero tranquilícense sus señorías que yo les puedo jurar que no me voy a morir de eso y que aún les queda cotizante para rato. Creanme que es más fácil que con los disgustos que ustedes me están dando la palme antes de un infarto. Lo cual y de ser así dejaré escrito para que pongan en mi tumba de epitafio: "aquí yace Manolo, un hombre rentable al estado pese a haber padecido casi de todo", al lado dejaré encargado y pagado a un herrero para que talle en una chapa el informe de mi vida laboral completo.
Sí ilustrísimas señorías, estoy de tod@s ustedes y ustedas hasta el escroto y sus alrededores y eso es algo que me incomoda bastante, ya que esta zona es de lo poco que me va quedando sano y tenerlos a ustedes tocándomelos día sí, día no me hace presagiar que me los van acabar escarallando.
Sin más y a la espera de que les entre un virus cualquiera que los haga ponerse aunque sólo sea una temporada en el pellejo de un enfermo cualquiera, se despide este lacayo, contribuyente y jodido currante en Santiago de Compostela, a 2 de enero de 2.012.
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P.D. (Nota para mis distinguidos lectores, queridísimas lectoras, querid@s amig@s, etc. etc. y etc.).







¡¡ Es que llevo un año queee... !!




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P.D. II: Le robo esta imagen a mi amigo Senovilla porque me consuela saber que no soy el único que advierte el deterioro de nuestro sistema S.A.nitario aunque al mismo tiempo me esté dejando por tonto a mí mismo... (ya sabes aquello de: mal de muchos...).





En fin, FELIZ AÑO 2.012 A TOD@S , salvo a los que cito en el encabezado.