jueves, 12 de noviembre de 2009

Busco ordeñadora con urgencia

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, señores, señoras y señoritas en general. Reaparezco de nuevo como el Tambre al otro lado del puente para hacer esta entrada que ruego no sea tomada en broma ya que la hago muy en serio y a la desesperada.
Sigo de baja laboral y como había dicho en mi anterior entrada el pasado viernes fui examinado por una psicóloga, la cual ante mi estado hizo como Pilatos, se lavó las manos y me remitió a un psiquiatra que me verá el próximo 21 de enero. Por lo tanto y hasta esa fecha seguiré estando de baja laboral.
Afortunadamente mi estado de ánimo va mejorando con el tratamiento, aunque en algunos aspectos sufro los efectos secundarios del mismo y es de ellos de los que quisiera hablaros, al mismo tiempo que ruego que si entre mis lectoras o lectoras hay algún médico le pido por favor que me ayude.
Acababa mi anterior entrada con la siguiente frase: “Eso sí, me paso el día bostezando y en cuanto pillo el sofá me pego siestas de dos o tres horas que me prestan de puta madre y que me levantan el ánimo, porque hacía años y años que no se me ponía tiesa con tanta frecuencia”.
Supongo que sois lo suficientemente inteligentes como para saber que es lo que se me pone tiesa… vale.
Pues bien, este fenómeno se me está repitiendo con cierta frecuencia, aparte de otros que afectan a mi vida sexual y que explicaré a continuación.
Debo confesar que con 49 años ya cumplidos, al principio de ocurrirme este agraciado fenómeno me sentía como un chaval, llegando incluso a dudar de que si en lugar de antidepresivos me habían dado Viagra. Pero no.
Por esta parte me consideraba un hombre afortunado, pero no todo iba a ser bueno.
Dadas estas anomalías y otras que afectan a mi sexualidad y otras he leído el prospecto del medicamento y me encuentro con lo siguiente: “ Los efectos adversos que pueden aparecer de forma muy rara entre 1 persona de cada 10.000 que toman el medicamento son (entre otros y al que yo me refiero) el priapismo, y a continuación y entre paréntesis lo describe con claridad “erección anormal y prolongada del pene”.
¡Que guay! dirás tú… y yo también por supuesto, sino fuese por lo otro.
Este priapismo me ocurre con cierta frecuencia y en los momentos más inesperados, por ejemplo el otro día me afectó adobando un pollo y cuando éste estaba ya asado yo aun estaba empalmado.
Anteayer bajé al bar a tomarme un descafeinado y me volvió a ocurrir, por lo que me tuve que tomar tres descafeinados, un Trina y una cerveza sin alcohol. Y en el momento en el que el bar estaba casi vacío tuve que salir corriendo y desde la puerta gritarle a la camarera “luego te lo pago Marisol que se me olvidó la cartera en casa”.
1 caso entre 10.000, me habría tocado la lotería diría de no ser porque entre los efectos más frecuentes está el de la falta de eyaculación y estreñimiento.
Sin ánimo de hacer un chiste o un verso diré que todo bien por el culo, pero por delante no eyaculo.
Y esto distinguidos lectores, queridísimas lectoras, señores, señoras y señoritas en general, traen como consecuencia unos daños colaterales que el prospecto no describe pero que yo padezco, como son por ejemplo, un esguince en ambas muñecas y ayer pasando la fregona descubrí un callo en la palma de la mano.
A la parienta la tengo feliz y contenta, pero la pobre y en vista de mi problema, cuando acaba se da la vuelta y a mí que me follen.
Según la doctora debo estar con este tratamiento un mínimo de 6 meses, y no sé si aguantaré tanto ya que a veces dudo entre suicidarme o cortármela por lo sano.
De todo esto yo le doy vueltas a la cabeza y me han hablado de una anciana que vive por aquí cerca que dicen lleva muchos años ordeñando las vacas a mano. Yo la he visto y me he fijado en sus manos, arrugadas, encallecidas y con mugre bajo las uñas.
Al principio me dio un poco de asco, pero luego de pensar que ella a lo mejor pudiese extraerme aunque sólo fuese una gota me atacó el priapismo y me puse como un ceporro, pero claro, lo mismo le expongo el problema a la vieja y se muere de un infarto, o lo que sería peor, lo mismo me pide que me la tire.
Pero lo que más me preocupa de todo esto es a donde ira a parar tanta leche: a los pulmones, al corazón, al hígado o a los riñones. Quedan descartados los cojones porque me los miro y me los palpo y observo que no han variado de tamaño.
De ahí que haga esta entrada a la desesperada, ya que preciso con urgencia una máquina de ordeñar industrial de las que se utilizan para sacar la leche de las vacas.
Y ahora me vais a perdonar que corte la entrada de esta manera pero me está atacando de nuevo el priapismo y me está jodiendo la moral.
¡Ah, que tiempos aquellos en los que dos sacudidas y todo para fuera!.

viernes, 30 de octubre de 2009

Alegres despertares

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, señores, señoras y señoritas en general, una vez recuperado del susto de anteayer, que fue de los gordos, gordos y dado que aun no me he tomado las pastillas de la noche, me animo a hacer esta entrada porque si digo la verdad, no tengo otra cosa que hacer, ya que hoy la parienta ha librado medio día del trabajo y mis labores de Maruja se han limitado a hacer las camas, pasar la aspiradora y pelar patatas, el resto del día me lo he pasado sin hacer nada, o como vulgarmente se suele decir rascándome los cojones.
Antes de nada quiero dar las gracias al señor Bil Gueis por haber inventado el corrector ortográfico de Word, pues de lo contrario esta entrada no habría Dios que la entendiese, ya que tengo la mente como bloqueada, de hecho el motivo por el cual acudí al médico vino a consecuencia de que escribiendo me comía letras, y no me refiero a escribir en el teclado cosa que puede ser hasta normal, sino que me pasaba escribiendo a mano.
Esta circunstancia me sucedió trabajando cuando tomando nota de un recado me pasó hasta cinco veces. Tomé nota la primera vez y me pasó, quise volver a tomar otra vez la misma nota y me volvió a ocurrir, y otra vez y otra y otra. A la quinta cerré todo lo que tenía abierto y salí a toda pastilla para el médico consciente de que un cable en mi cabeza no funcionaba correctamente.
Debo añadir que camino del médico consulté esto con mi cuñado que es electricista pero la solución que me dio no me dejó tranquilo. Según él el cable rojo hacía contacto con el negro y me recomendó cortar el cable verde. Evidentemente no le hice caso, pues como todos sabemos el cable verde es el que provoca que la cosa se levante.
E igual que me pasa con las letras me pasa con los números, cuentas no hago porque ni me atrevo, pero cuando pago con monedas tengo que contarlas varias veces y me equivoco con mucha frecuencia.
Estoy a una semana de visitar al psiquiatra y estas cosas que he comentado pueden significar dos cosas, una es que mi cuñado tenga razón y otra es que me esté volviendo tonto…. Pero el cable verde no lo corto ni de coña, porque si hay algo en mí que sigue funcionando como siempre es precisamente eso, ya que cada vez que me despierto lo hago con el asunto en posición de firme, eso sí, al hacer pis se baja, pero al menos ahí no hay cambios destacables, salvo que antes sólo me pasaba por las mañanas, ahora también con la siesta.
Ahora bien, susto gordo el del otro día que pensé que la cosa se agravaba. De lo más tranquilo y relajado abrí el periódico mientras revolvía el descafeinado y que leo… Alcorcón 4 Real Madrid 0…. ¡Diosssssss!, el cable de los cojones (el verde no, el que tengo mal ) ya no me deja ni leer correctamente ¡lo que me faltaba!.
Me froté los ojos y volví a leer y otro susto ya que luego veía todo borroso, muy borroso. Pero bueno, este susto me duró poco ya que enseguida caí en la cuenta que me había frotado los ojos sin quitarme las gafas y que las había pringado con la grasa del croasant.
Tuve que preguntar a la camarera si lo que yo leía era lo que ponía, al confirmarme ésta que era cierto sentí el efecto de los antidepresivos, porque servidor, que es colchonero hasta la médula, se llevó tal alegría que por un momento creí que me había curado la depresión de golpe y porrazo.
Por lo demás debo decir que poco a poco voy recuperando el ánimo, aunque sigo siendo incapaz de reaccionar en ciertas situaciones, mi cabeza se niega a pensar y ante la mínima duda me quedo en blanco y cualquier problema que me ocurra, por mínimo que sea, parece que el mundo se me viene encima.
Pero bueno, el tratamiento parece que empieza a hacer efecto, al menos me encuentro relajado y ese estrés y esa mala hostia que tenía últimamente se me ha ido, igual que esas ganas de llorar que tenía continuamente. Eso sí, me paso el día bostezando y en cuanto pillo el sofá me pego siestas de dos o tres horas que me prestan de puta madre y que me levantan el ánimo, porque hacía años y años que no se me ponía tiesa con tanta frecuencia.

lunes, 26 de octubre de 2009

Diario mañanero de una Maruja deprimida

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, señores, señoras y señoritas en general. Antes de nada quiero agradecer los mensajes de ánimo recibidos en mi anterior entrada y decir que aunque parezca una tontería me han levantado un poco el ánimo, aparte de que hoy luce el sol y eso también alegra de carallo.
En estos momentos son exactamente las 12:50 horas a.m. de la mañana, pero no tengo ni puta idea de si por la hora nueva o por la vieja. Llevo levantado desde las 8:10 a.m. de la mañana porque esta semana y de acuerdo con el intercambio de parejas que desde que comenzaron las clases mantengo con un matrimonio vecino, una semana me toca llevar a las niñas al instituto a mí y otra semana a la vecina, queriendo añadir al respecto que este intercambio tan solo afecta a este proceder, pues en lo tocante a lo otro cada uno se acuesta con la suya, o al menos yo no me acuesto con su mujer aunque desconozco si la mía lo hace con su marido, hecho que no puedo comprobar ya que con tanta pastilla que tomo en cuanto pillo la horizontal me quedo profundamente dormido y no podría ni siquiera asegurar que en cuanto esto sucede venga el vecino y se meta en mi cama. Eso sí, cuando despierto la única que está en cama conmigo es mi mujer.
Hoy está un día precioso por aquí, así que luego de hacer las camas, fregar los cacharros del desayuno y pasar la aspiradora, he bajado hasta el bar de enfrente a tomarme mi descafeinado (he tenido que dejar el café porque dicen que me pone más nervioso, aunque para mí que es la leche la que me produce este efecto).
He quitado tabaco de la máquina y me he ido hasta un banco del parque en el que me he sentado a tomar el sol. Y allí estaba como Dios hasta que me entraron las ganas de fumar un cigarrillo. Busco el paquete por aquí, por allí y también en el bolsillo y pardiez (nótese el efecto de los tranquilizantes, pues de lo contrario me hubiese cagado en Dios al comprobar que éste me había quedado olvidado en la máquina del tabaco).
Allá me voy con la prisa que puedo meterle a mis maltrechas piernas y con la confianza de que algún alma caritativa lo hubiese devuelto a la camarera, pero con los tres euros en la mano por si acaso tuviese que comprar otro paquete. Al pensar en que tendría que volver a comprar otro paquete me puse un poco de los nervios, porque me jode pagar el mismo impuesto dos veces, hecho por el cual y de esta vez si me he cagado en Dios, porque hay cosas que ni con los tranquilizantes se mitigan.
Nada más llegar y preguntar a la camarera si alguien había devuelto el paquete de tabaco ésta me lo dio ya que se había dado cuenta de que ando tan apirolado que allí me lo había dejado.
Era la hora en la que las amas de casa bajan a tomar el café por lo que el bar estaba abarrotado de mujeres, motivo por lo que me tomé otro descafeinado y les hice un poco de compañía. Yo me sentía una más entre tantas, aunque creo que a más de una le alegró ver a un hombre en medio de todas. De saberlo me hubiese afeitado antes para no ir con esta barba de dos días.
Me tomé el café y como una Maruja más salí del bar con la prisa que me puedo dar diciendo en voz alta y para que todas me escucharan que era la hora de tender a secar la colada… Y quedé como Dios al decirlo, tanto es así que la espabilada de turno me preguntó si podría pasarme luego por su casa a plancharle la suya. Si es que algunas tienen un morro…
Ahora me toca hacer un poco el tiempo ya que en 15 ó 20 minutos me toca ponerme con la cocina. Voy sobrado de tiempo para ello pero gusta hacerlo con calma, ya que si lo tengo que hacer con prisa al pelar las patatas les corto monda de más y francamente, no están los tiempos para derrochar ni siquiera en estas cosas, porque no sé si lo sabrás, pero lo que se cobra estando de baja por enfermedad no llega ni para el alpiste del canario.
Afortunadamente en casa no tenemos canario, pues de tenerlo juro que ya lo hubiese cocinado, pues conozco una receta de perdiz en escabeche que está para chuparse los dedos.
En fin, que hoy me siento un poco más animado, supongo que será en parte gracias al día tan bonito que hace por aquí o porque mi mala racha parece que empieza a cambiar, lo digo por el paquete de tabaco que ya daba por perdido.
En fin, cuando son exactamente las 13:20 pongo punto y final a esta entrada y me pongo con la cocina, porque todavía no sé si el reloj va por la hora nueva o por la vieja y nada me jodería más que el que llegase mi niña y me encontrase rebozando los filetes de pollo… ¡Ostia, me cago en la puñeta!, que se me ha olvidado comprar el pan rayado… ¡Uy que cabeza la mía!...

domingo, 25 de octubre de 2009

I.T. chupando de la Seguridad Social

Que yo sepa y si el profesor que tuve en la escuela no estaba equivocado, hay una parte en la que el río Guadiana desaparece para luego volver a aparecer. Y no es ese el único río en el sucede este hecho, este fenómeno no me lo han enseñado en la escuela pero si lo he podido comprobar in situ con estos ojitos verdes con los que mi madre me ha parido, ya que el Tambre a su paso por el pueblo en el que vivo (Sigüeiro) hace lo mismo. Desaparece bajo el puente que lo cruza y vuelve a aparecer al otro lado del mismo.
Y esto ni es mentira ni hay truco ya que para comprobarlo no he tenido más que tirar un palito a un lado del puente y después de atravesarlo a toda leche lo he visto aparecer flotando sobre el agua, y esto no deja lugar a dudas, era el mismo río y el mismo palito.
Doy esta explicación porque a mi me pasa lo mismo, desaparezco una temporada y vuelvo a aparecer más tarde, ahora bien, lo que no sé es si soy el mismo que desapareció hace un mes y que ahora reaparece, que le vamos a hacer si no se me ocurrió agarrar un palito en el momento de desaparecer para ver si sigo siendo el mismo.
Atarme un lacito en cierto sitio pudiese haberme servido para comprobarlo, conste que esto sí se me pasó por la cabeza, pero al verme mi parienta con un lazo atado en la minga se descojonó de la risa, lo que me hizo sentirme a mí como un gilipollas y a ella llevarse una pequeña decepción, ya que en principio pensó que era un regalo que yo le hacía.
Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, señores, señoras y señoritas en general, y de manera especial a quienes después de leer mi anterior entrada se piensen que si hasta ahora no he dado señales de vida, debo decirles que mi ausencia no ha sido a consecuencia de la resaca, pero reincidiendo en la espiral de mala suerte en la que había dicho que me encontraba, ésta sigue dando vueltas y vueltas y más vueltas, y que en estos momentos me encuentro pasando una de las peores etapas de mi muy ajetreada vida.
Mi última entrada tiene fecha del 18 de septiembre, y desde tres días más tarde de ella me encuentro de baja laboral, es decir, estoy contribuyendo a que este país siga sin levantar cabeza económicamente ya que me he sumado a uno de tantos y tantos españoles que maman de la teta sin dar un palo al agua… y oye, no estaría mal el asunto de no ser por lo jodido que me encuentro.
Como creo que había contado en una de las dos entradas anteriores y tras acudir en varias veces al médico por problemas relacionados con el estrés y la subida de la tensión arterial que me provocaba esta situación, han optado los entendidos en la materia en recetarme tranquilizantes a granel a los que desde la semana pasada le han añadido antidepresivos.
Es decir, que la espiral ha dando vueltas y vueltas y se ha ido cerrando hasta provocarme una depresión a la que de momento no le veo salida, y lo que para algunos de mis lectores será normal que tenga que hacerlo y extraño que hasta ahora no lo hubiese hecho, el próximo día 6 de noviembre debo visitar a un psiquiatra.
Y por si esto fuese poco, esos paseos que me daba por el pueblo mientras lució el sol acabaron de joderme la rodilla, por lo que el día 13 del mes que viene también he de acudir al centro de cirugía ortopédica porque a juzgar por la primera impresión de la doctora que me examinó, creo que van a implantarme una prótesis.
En estos momentos no me duele porque apenas salgo de casa, una porque llueve y otra porque me da vergüenza que un mozo tan guapo y apuesto como soy necesite de un bastón para caminar. Y de rebote este encierro en casa me está provocando otro mal: el Síndrome de la Maruja, ya que con la mujer trabajando y los hijos en el instituto, la mayor parte del día me siento más sólo que la una.
Y como se suele decir no hay dos sin tres, esta mañana mordiéndome las uñas, le me metido el diente de más a una y me he hecho pupa en el dedo índice de la mano derecha, que es el que suelo utilizar para escarbar en la nariz (ya sabes).
Quiero decir que en todo este tiempo no le he echado ni una simple mirada al blog, ni al mío ni a los vuestros, la verdad es que no tengo ni humor ni ganas de nada, de nada, nada, pero hoy al hacerlo y leer los últimos mensajes que algun@s me habéis dejado me han levantado un poco el ánimo y por ello hago esta entrada, para deciros que estoy vivo, un poco jodido, pero vivo, y que sé que esto que me está pasando no es más que una mala racha que como cualquier otra un día se acabará, espero que pronto, quizás antes de lo que pienso ya que anteayer tuve una erección repentina y sin venir a cuento y eso creo que es una muy buena señal.
Por eso que quiero agradecer estos últimos mensajes en los que decís que me echáis de menos y que volveré, igual que el Guadiana y que el Tambre al otro lado del puente… siempre y cuando el psiquiatra no recomiende ingresarme en un manicomio.
Por cierto y antes de acabar, quiero dejar bien claro que de lo mío no tiene culpa Zapatero.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Entrada-esperimen to

Disitinguidos lectores, queridísimas lectoras, señores, señoras y señoritas en general. No sé si esta entrada se llegará a publicar, pero en caso de que lo haga quiero pedir perdón por lo que pueda decir en ella, ya que en estos momentos si estoy en un estado normal, pero acabo de tomarme dos Tranquimacines (ojo, por prescripción facultativa) y de aquí a poco comenzarán a hacerme efecto.
Y quiero escribir la entrada en esta situación porque creo que hasta la fecha nadie ha escrito una en la que describa un colocón en directo, lo que creo puede tener incluso interés científico, por lo que yo estaré encantado de colaborar con la ciencia, ¡faltaría más!.
Así que distinguidos lectores, queridísimas lectoras, señores, señoras y señoritas en general, el experimento-entrada comienza a partir de ya.
Ya

Hora 9:20 p.m. de la noche del viernes 18 de septiembre de 2.009, ubicación sala de estar de mi casa, situación entre la cocina y el cuarto de baño, posición tumbado en el sofá del tresillo, otros datos para destacar que me estoy fumando un cigarrillo.
Las pastillas fueron tomadas hace 10 minutos, por lo que su efecto no se tardará en sentir.
9:25 empiezo a sentirme a gusto
9:30 más a gusto
9:40 estoy tranquilo, muy tranquilo.
9:45 tengo hambre
9:46 voy a la nevera
9:46:15 abro la puerta de la nevera
9:46:15 cojo una tarrina de natillas y vuelvo para el sofá.
9:46:17 ya llegué
9:50 estoy la mar de tranquilo y enciendo otro cigarrillo
9:58 miro el prospecto de las pastillas y leo que el alcohol potencia su efecto. Tengo malos pensamientos… sí, me voy a tomar una copa para que me haga más efecto, jeje, se supone que así me curo antes ¿o no?.
9:59 me pongo un vaso de nocilla por la mitad ... de wisky. Jiji
10:00 aaaaaaaaaaaaaggggggggggg…. El primer trago siempre me supo amargo.
...
10:15
¡Holaaaaaaaaaa!... ¿hay alguien ahí?...
10:16 al vaso sólo le queda el culito. Estoy de puta madre… jejeje. Contento y tranquilito.
10:17 acabo la copa… ummmmm, voy por otra.
10:20 que bien me encuentro, coño.
10:22 me pica un huevo y me lo rasco.
10:22:13 y ya que tengo la mano ahí aprovecho y me rasco el otro de paso.
10:22:14 estoy muy a gusto así, por lo que dejo quedar la mano en los huevos.
10:25 Estas pastiyas son milagrosas, creo que me estoi curando.
10:26 no sé por que pero el corector hortografico de wor me suralla las palabras, pero como al principio de la entrada havia pedido perdón, paso de todo.
10 y veintipico, estoy de puta madre, creo que me voy a tomar otro chupito… el último lo juro.
10 y algo, las agujas del reloj se mueven… ¿o es todo el reloj?
10:31 lo sé porque me levanté a mirar la ora de cerca.
10:31: y un poco, voy por la últia copa, esta vez si que lo juro
Once menos algo… me rasco otra vez los guevos… me los sobo… me los rasco, coloco bien la minga.
Un poco más tarde, que bien me encuentro coño, que tranquilidad y que alegría… este tratamiento en una marabilla… viva la segurida social.
¿qué cojones le pasa al wooooorrrrrr?...
Que bien está este JB… 21 años tiene el jodido, más los 5 que ace que me lo regalaron… baja de un suabe… ¡y como suve!...
….
Son las 10: y cincuenta y algo pasadas un cacho p.m. de la noche y me encuentro de p.m. desde la última vez que escribí me he tomado octro chopito… uno solo, lo judo… y me e dado una buena rascada de guevos por lo que la parienta me ha llamado cochino y no sé porque si tengo las manos linpias.
Boy a dar por finalizado est e pos -esperimento porqee se me mueben las letras en el monitor. Pero quiero deciros questoy de puuuuuta madre, mui tranki, mui agusto, y mui comodo, a demás se meva la mano a los guevos… ya no me pican, pero con la mano en ellos tanbien estoy muui agustito, asi que voi a poner las dos.
A las 11 masomenos. Adios…

Mala racha

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, señores, señoras y señoritas en general.
La espiral es una raya casi circular que da vueltas y que cuando el final de esa raya debería unirse a la misma por donde empezó, es decir al principio, hace un pequeño quiebro y forma otra raya circular que vuelve a hacer lo mismo, y luego otra, y otra… y así sucesivamente hasta que se nos acaba la tinta del bolígrafo.
En realidad no sé para que sirve una espiral. Así a bote pronto las únicas que ahora me vienen a la memoria son la que forma el rollo del matasuegras cuando está encogido, y la del regaliz que venden enrollado.
Pero a veces utilizamos la forma de una espiral para dar significado a una trayectoria, lo que yo voy a hacer ahora para explicar en el estado que me encuentro de un tiempo a esta parte.
Y es que me encuentro dentro de una espiral en la que desde que comencé la raya, haga lo que haga todo me sale mal, siendo lo peor de todo esto el que aun le queda media barra de tinta al bolígrafo, lo cual quiere decir que todavía me quedan unas cuantas vueltas que dar.
Y si a esta espiral negativa le añado aun por encima que según la Ley de Eddy Murphy (Dtr. Dolittle) que dice que cuando una cosa puede salir mal, sale mal, no es de extrañar que ayer se me quemase el arroz.
Dicho esto y según esta ley, estaba cantado y estaba escrito que me saldría mal, y si no está ilustrado es porque esa espiral de mala suerte en la que me encuentro envuelto ha ocasionado que al ir a quitarle una foto a la olla, la cámara digital me cayese dentro de la sartén en la que freía unos filetes de pollo… que bueno, dentro de lo malo que me sale todo últimamente aun puedo decir que estaban ricos.
Llegado a este punto de la entrada creo que debo utilizar los signos de interrogación para hacer la siguiente pregunta: ¿quién coño me pone la pierna encima, que no levanto cabeza?.
Porque si no fuese poca la mala suerte que de un tiempo a esta parte me acompaña, ayer me dio un yuyu que me obligó a ir de Urgencias al Hospital, donde me diagnosticaron estrés y la tensión más alta de lo normal.
Nada grave pero me llevé un susto que aun hoy me dura. Pero me dura por otra cosa, porque al llegar allí y verme en aquella sala de espera rodeado de gente con mascarillas en la boca me acojoné un poco.
Porque mira que pasaba yo de la gripe de los cerdos, y sin embargo al verme en medio de toda aquella gente pensé que saldría de allí con ella incorporada. Miedo que se acentuó esta mañana cuando con un estornudo se me escapó un pedo, y que pese a salirme éste para fuera me llevó a pensar que ya la tenía dentro.
Aunque creo que no afortunadamente, pues siento mis constantes vitales normales: orino bien, lo otro también, tengo hambre, y en este momento dejaría todo por echar un polvo. Salvo que en la cartera sólo tengo 2,73 euros, todo lo demás va bien.
Bien de salud quiero decir, porque en cuanto a todo lo demás, sigo dando vueltas en esa espiral de mala suerte que ya temo durará hasta que se me gaste el boli.
Hoy por lo pronto y para evitar que me vuelva a suceder lo de ayer, ya he encargado la comida en el bar de al lado de mi casa. Porque yo soy muy obstinado y no puedo consentir que se me queme dos días seguidos.
Esto podría provocarme más estrés y no me gustaría que me diese otro yuyu y tener que volver al médico ya que podría enfadarse conmigo, o lo que es peor, podría achacar mis males a la próstata y meterme el dedo por el culo… y dada la mala suerte que me persigue podría hasta quedar embarazado.
Ahora vuelvo a utilizar los signos de interrogación para hacer unas preguntas: ¿cómo coño me quito yo este estrés de encima y este mal fario que me persigue?, ¿cómo puedo abandonar esta espiral saliendo por la tangente?, ¿quién fue el hijo de puta que esta noche me robó la antena del coche?, ¿cuántas más rayas de espiral he de trazar hasta que se me acabe la tinta del bolí?...
Las respuestas a estas preguntas las daré en una próxima entrada, ahora tengo que plantar porque tengo que ir a ponerle un nuevo ticket de la ORA al coche porque el que tenía ya me pasa 20 minutos.
¿Qué te apuestas a que ya me lo llevó la grúa?...

miércoles, 16 de septiembre de 2009

La abeja Zeta


En un país multicolor
nació una abeja bajo el sol
y fue famoso en el lugar
por su alegría y su bondad.

Y a la pequeña abeja le llamaron Zapatero,
el bueno y solidario Zapatero
Zaaapatero gasta sin cesar
Lo que sudas pa ganar.

No hay problema que no solucione Zapatero,
el bueno y solidario Zapatero
Zaaapatero yo te quiero
y haaago ceja con el dedo.

Cuenta el cuento Zapatero
de que hay quien está dispuesto
a darte aun más dinero
para que vayas de bueno.

Gasta gasta sin cesar
lo que no te cuesta ganar
ya que tú querido Zeta
has mamado siempre de la teta.

No hagas caso por favor
a quienes dicen que no
y sigue siendo solidario
aunque quiebres el erario.

No hay problema que no solucione Zapatero,
el bueno y solidario Zapatero
Zaaapatero yo te quiero
y haaago ceja con el dedo.

martes, 15 de septiembre de 2009

Veo veo... ¿qué ves?... el futuro más oscuro que los cojones de un burro.

Ayer me dijo un colega cuando le hablé de los problemas que últimamente tengo, que consiga un instrumento y me vaya para Ibiza a vivir como un bohemio.
Por eso si yo tuviese un perro y si supiese tocar la flauta, me dejaría crecer el pelo y me haría un jipy de esos, para ir de fiesta en fiesta mendigando p’al bocata.
Y no me pareció tan mala idea pese a contar con un serio contratiempo, y es que a los 49 años que tengo (uno menos en Canarias), ya es imposible que me crezca la melena ni en el forro de los huevos.
Perdone mi fiel audiencia este vocabulario que gasto, el cual se hace más o menos manifiesto dependiendo del humor que tengo. Y si soy un malhablado es porque fui educado en un barrio, y si del que tenga mal humor es culpable el gobierno.
Y no se crean que este mala uva mía es por la subida de impuestos, pues como bien claro ha dicho nuestro presidente Zapatero I el bueno, éste sólo afectará a quienes tienen más dinero.
Tampoco vayan a pesar que mi forma de rajar viene por que soy un consumado pepero, pues si algo tengo claro es que tanto a Zapatero como a Mariano, les pueden dar mucho por el ano.
Que varios miembros del PSOE se estén dando a la fuga es lo que más me preocupa, pues si algo tenemos también los de barrio es nuestra particular visión del futuro. Y viendo yo esta espantada temo que sea porque de aquí a poco acaben dándonos por el culo.
Esta fuga de miembros, que desde mi entender eran los que tenían más talento, me hace desconfiar de que más tarde o más prontito acabemos teniendo nuestro propio corralito.
Y yo con 30 eurazos en una cuenta de la caja, los ahorros de toda una vida trabajada, que yo guardaba como un tesoro y que tenía pensado gastar en la fiesta de mi hija, el día de su casorio.
Mucho me jodería que por retirar esos 30 euros se quedase soltera mi niña, pero aplicando mi particular visión de futuro esos dineros serán invertidos en una flauta y en una cuerda para amarrar al perro. Porque lo de irme de flautista a Ibiza, arredios que me lo estoy pensando en serio.

Juventuz, di bino tes oro

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, señores, señoras y señoritas en general, con el permiso de todos vosotros me voy a encender un cigarrillo antes de continuar escribiendo.
Sí, ¿qué pasa?... el blog es mío y fumo en él lo que me da la gana. Y no sólo eso, sino que al mismo tiempo estoy tarareando una canción sin pagar el obligado canon por ello.
Yo soy así, qué le vamos a hacer si aparte de que me encanta delinquir soy un poco tocahuevostranqui tío, esto es una forma de decir así que no te bajes los pantalones.
Evidentemente con lo de delinquir me estoy refiriendo a pasarme la Ley esta del tabaco por el forro de los huevos… quieto ahí, que yo tampoco voy a bajarme los pantalones para que vengas a mirarme los cojones.
Supongo que habrá gente que aplaudirá esta medida, incluso entre los fumadores habrá quien la comparta. Sirva como ejemplo el comentario que me han dejado no hace mucho en una entrada hecha en este blog tras la última subida del precio del tabaco. Comentario que por no tener desperdicio reproduzco íntegramente después de los dos puntos que pondré un par de párrafos más abajo, ya que me da pena que una reflexión tan bien expuesta e impecablemente redactada pasase desapercibida.
Diré que no comparto para nada este comentario pese a tener alguna que otra coincidencia que el individuo que lo suscribe. Así a bote pronto diré que las coincidencias que tenemos este sujeto y yo son dos a simple vista. Una es que los dos somos fumadores y la otra es que ambos fuimos bautizados con el mismo nombre de nuestros respectivos padres.
A mi me han puesto de nombre "Manuel" por el mío, y a él "anónimo" por el suyo.
18 añitos dice tener el sujeto y ya me diréis si no se expresa como un libro abierto.
Como he dicho un par de párrafos y pico más arriba, el comentario comienza después de los dos puntos

dos puntos

Mire "individuo" yo tambien soi fumadr y cmo a usted m afcta lo k sta denunciand cn toda esa patraña d simbolos y cmparacions vergonzosas xa nuestro colectivo...es usted fumador??fume con cabeza!!agase responsable y dese cuenta d k la subida d precio no s mas k un intento (vano) de mejorar su salud y la mia...aun cuando no dejemos de fumar x este exo debe en parte agradecerlo ya k ay todo un organismo k vela x su salud(y de paso rebajan la inflacion)...usted cmo yo dcidio fumar y su bolsillo s victima d eyo,asuma las cnsexuencias..en cuanto al cannabis k edad tiene?5años??las niñerias k tiene uno k leer..ni cmo broma tiene gracia ni cmo reveindicacion tendra fruto...
Madure usted xfavor..o x lo menos no manche a los demas cn su desfachatez e infantilismo resentido...puntualizar(xra mayor verwenza suya) k soi solo un xaval de 18 años y m agrada el sber k tngo algo mas d sentid cmun k personas cmo usted...no se pille un revinche y reflexione algo,aunque solo sea xq m e dignado n perder mi tiempo n usted.asta mas ver.
Elo ahí, joven y echado p'alante sin vergüenza.
No quiero que este chaval se tome esta entrada como un “revinche” mío, ni mucho menos, pues no sólo me lo he tomado con humor, sino que hasta me echado una buena carcajada a su costa y si algo me ha molestado del mismo es que un burro de tal embergadura quiera participar en este blog sin haber ido a la escuela lo suficiente.
Y ya que así se ha despedido este encanto de chaval, diré que estaría encantado de volver a verlo por aquí, ahora bien, espero que a la próxima se traiga todas las letras que le faltan y se lleve las que le sobran.

(Tiene huevos el mocoso, mira que pedirme que le agradezca al gobierno que vele por mi salud subiendo el precio del tabaco).

domingo, 13 de septiembre de 2009

Carta de Leire Pajín a su madre

Vuelve al rebaño mamá.

firmado
Yo

viernes, 11 de septiembre de 2009

Carta en japonés

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, como ya sabéis de un tiempo a esta parte una entrada de este blog se está llenando de comentarios que yo no entiendo por estar hechos por ciudadanos japoneses de Japón.
Días atrás les he dedicado unas palabritas que creo no me han entendido, supongo que por haberlas escrito en el idioma español, el original y auténtico de este país llamado aquí, sin que éstas surtiesen el efecto por mi esperado, que no es otro más que el de que se vayan a rascar el carallo.
Por ello me he tomado la molestia de escribirles otra, aunque esta vez lo hago en japonés, traducción que he podido realizar gracias a la Enciclopedia Planeta Agostini.
La carta a la que me refiero va bajo estas líneas y comienza a partir de YA.

YA
Estimados nipones de los cojones, sikiniko takanaka si ahí es de día, sikiniko kalimocho por si acaso fuese noche.
Jasi susi yamamoto jasi kon kanika chochito ñaka ñaka la cigala. Chi chibi chingao zuki bombori boku kochondona ketemeto mi nabuko en tol konejo.
Hiro hensei karateka zumbao, susi komentar kan ke ladra kon guau guau, minino kon miau miau, kaballo kon hihihi, lindo kanario kon pio pio. Nabusin nabuson kataplines batakazo no kejar, ka kin mi chan mandariko nipones “iros a rascar el pijo y no me toqueis los cojones” (1).
Babanuki babachan bachata bakalado, beckam kukus al kompao, nikito nipono, komekaka ketekalzo 2 kollejas, unaki y otra entolos huevos.
Arekrinsna are are rama rama mi susuki narranka, chikoku chichusi bokata kalamares kosafina en kantina karaoke sensei alabi alaba alibi pumpa.
Ataka tanaka, takatu ketetoka ti pikachu, shin chan, kulito kulito achikoria chanchowan kon laman si chocho trinkao akali kanto.
Akampao en kintopino batuka sodoku bareto de Tokyo, nokomi kasina kantimplora kon sake glu glu, kogorza kepillao mekedao eskarallao, kon higadoski saturado amarillo samapuesto, jijiji jojojo, komun niponés kalkiera.
Amikasa kami naba, koji un kruce en konchinchina y denapia tropece kon putiklu putiklu de karretera. Madentre kememeaba, kando sakada tenia lakosa medikuenta ondestaba. “¡Ostras Pedrín!, déjame aprovechar ya que estoy aquí”, mekonte mismamente pamimismo, miratu mikartera kon 0 euros Zapatero mekedao chin chingar y chin kuesko.
Mismamente pamimismo komete “voy pakasa korriendo, kaki nimeto nisako”.

Sayonara beibi

(1) kosden por kulo

P.D.
Por nada del mundo quisiera yo turbar las relaciones entre Japón y aquí, pero de seguir en su actitud tendré que dar mis quejas al Ministro de Asuntos Exteriores de aquí y que sea el quien decida como actuar.
Por lo que a mi respecta las relaciones entre un servidor y los nipones están ya turbadas por su actitud tan pesada, pero estoy completamente seguro que cuando exponga mis quejas a Moratinos, este se encargará de mas turbarlas.
Perdón, quise decir turbarlas más todavía.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Eramos pocos y parió la abuela

Para casos como al que me voy a referir en esta entrada, solía acudir mi abuelo a la siguiente frase “hala carallo, éramos pocos y parió la abuela”.
Y nada más escucharla salía yo corriendo a junto de ella para ver que había tenido, rezando por el camino aquella de “Jesusito de mi vida que eres niño como yo, si mi abuela se puso de parto que no sea niña por favor”.
Por aquel entonces yo estaba soltero por lo que no tenía nada en contra de las niñas , pero sabía que si entraba una en casa le podía ir diciendo adiós al plato de Duralex amarillo en el que día sí, día no, me servían la comida y que tanto me gustaba.
Bastante tenía ya con tener que alternarlo con mi hermano como para tener que compartirlo también con una mocosa desconocida que ni sería ni mi hermana, ni mi sobrina, ni mi nieta.
Y la alegría que me llevaba al llegar a junto de ella y verla regando los geranios.
Mosqueado después de escuchar la frase de mi abuelo miraba con atención la barriga de mi abuela, la cual era redonda y prominente por ser ella de buen diente, mientras que mentalmente echaba mis cuentas y pensaba que si no había parido ya no tardaría en hacerlo, por lo que luego corría para la cocina a coger el plato amarillo y esconderlo debajo de la cama, encima del armario o en una de las cabañas de piedra y ramas que tanto me gustaba construir y en las que por aquel entonces estaba convencido que algún día serían mi verdadero y único hogar.
Por fidelidad hacia mi hermano le informaba donde había escondido el plato, y éste que pese a que por aquel entonces era dos años menor que yo pero gozaba ya de una lengua viperina, cerraba los puños con la rabia al tiempo que exclamaba con ira “me cago en Dios, que no le toque al plato amarillo que es de los dos”.
Hace 40 años de aquellos hechos y pese al tiempo transcurrido desde entonces, mi hermano sigue siendo dos años menor que yo y sigue conservando esa lengua tan fina que Dios le dio.
A la hora de comer el plato aparecía siempre en la mesa, un día en mi parte, otro en la de mi hermano. Y así sucesivamente durante un tiempo hasta que entró en escena la tonta de mi prima, quien se hizo dueña y señorita no sólo de nuestro plato, sino que también de mi Madelman soldado, el cual por cortesía le dejé una tarde para que jugase, devolviéndomelo esa misma noche completamente desnudo y amariconado del todo.
Debo aclarar que esa prima no fue parida por mi abuela, sino que lo hizo para más inri mi tía la sevillana, con lo que esa prima no era ni hermana, ni nieta, ni sobrina, ni nada, por no ser, ni siquiera era paisana… pero nos birló para siempre a mi hermano y a mi nuestro querido plato amarillo.
Hasta que mi abuelo se percató de nuestro dolor, por lo que un buen día cuando discutíamos por él a la hora de la comida, cogió el plato y tras decir aquella frase que jamás olvidaré “ni para una ni para otros”, lanzó el plato al suelo rompiéndolo en mil trozos.
Creo que ese día y en ese momento casi me hice un hombre, el otro casi me hice cuando sin darme cuenta fui a caer a los brazos de María José “la faboca”, o mejor dicho, cuando se me echó encima y me echó lo otro que no cuento. Reconozco que al principio tuve miedo, pero luego… ummmm, que recuerdos.
Esta historia que os cuento me vino a la cabeza al conocer la subida de impuestos que nos prepara el Gobierno, ya que al enterarme de ella no pude más que exclamar “manda carallo, éramos pocos y parió la abuela”.
Dejaré para otro día una entrada referente a ella por haberme extendido hoy bastante con esta, pero antes de acabar con ella quiero dejar bien claro que ya una vez me jodieron el plato, que fue muy duro acostumbrarme al de Duralex transparente común y corriente, pero aquí estoy yo, sacando pecho y orgulloso de lo hecho.
Ahora, 40 años después de aquellos hechos, viene un listillo dispuesto a hacer de mi un primo y si bien de esta vez no me joderá el plato, si parece dispuesto para que a la hora de la mesa sirva estos vacios, porque con lo cara que está la vida sólo nos faltaba eso.
Como diría mi abuelo ahora ”que lles den po lo cu”.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Pozuelo de Alcornoques

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras y estimados nipones de los cojones, como bien dice un proverbio chino: “chin chan wan pis, piticlín piticlín, tolón tolón”, que traducido al cristiano quiere decir: “no bebas si no sabes mearlo”.
Proverbio que en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón no deben conocer ni los jóvenes ni la madre que los parió, lo cual es hasta cierto punto comprensible ya que la manada de pijos que el sábado armaron las de Caín, prefieren andar por ahí emborrachándose y haciendo el indio en lugar de aprender chino. Y claro, luego nos quejamos de cómo va el País.
Pero esta falta de voluntad para aprender idiomas debería suplirse con la receta de mi abuela para casos parecidos, pues en mis tiempos mozos solía decirme mientras yo me ponía guapo para salir de juerga “como me entere que te emborrachas y haces el indio por ahí, te meto una hostia que no vuelves a ver el sol en quince días”.
Sí, mi abuela, pero tendrías que ver el brazo que tenía y la mala leche que gastaba a la hora de implantar la educación. Tanta era la que tenía que en cierta ocasión llegó a implantarme el mango de la escoba en la espalda.
No tengo por ello ningún trauma ni rencor, y si algo le reprocharía sería el que no me rompiese la cara el día que se enteró que yo fumaba.
Ese brazo que pendía sobre mi cabeza antes de salir de juerga me tenía tan acojonado que ni de coña me tomaba esta amenaza a coña, por lo que cuando salía de noche bebía como cualquiera, aunque en lugar de hacer el indio hacía de cantante sin orquesta, y no por ello hasta la fecha le han ido con quejas por haberle roto los tímpanos a nadie y eso que canto de puta pena.
Bueno sí, una vez fui a cantarle a la ventana de una vecina, al ver que no se asomaba con mis primeras notas le lancé piedrecitas a los cristales. Al no asomarse tampoco lo hice con piedras más grandes. A la segunda pedrada le rompí el cristal de la ventana.
Aquello fue un accidente porque mi intención no era otra más que conquistarla, cosa que no llegué a hacer por estar ella ausente en la casa. Esa fue una de tantas veces en las que en lugar de hacer el indio hice el gilipollas.
Pero bueno, al final salió bien la cosa porque acabé ligando con la vecina del piso superior que se asomó a la ventana en camisón, escojonandose de risa al verme con una cogorza encima, la farola de ganchete y cantando el “sal al balcón, tira un jamón que te vino a cantar Manolo, el nieto de Maruja”.
Había que ser claro y concreto, pues de Manolos estaba el barrio repleto.
Sin lugar a dudas, los acontecimientos del pasado sábado en Pozuelo de Alarcón los hubiese solucionado mi abuela con un poco de mano dura y algo de mano izquierda. Es decir, primero una buena somanta de hostias hasta que se mostrasen arrepentidos y luego un vasito de gaseosa para hacerles ver que se puede beber sin hacer el indio.
Claro que en el barrio en el que yo me crié sólo había un pijo, el de Paulino “el Bertorella, que con dos ribeiros encima se bajaba los pantalones y lo mostraba a cualquiera, cosa que solía hacer diariamente, incluidos domingos y festivos, entre 9 y 9:30 de la noche, hora a la que se juntaba un grupo de vecinas para verlo pasar tambaleando camino de su casa.
Cierto día Paulino tomó el pijo en su mano y se lo mostró aun con más descaro al tiempo que profirió una grosería que ahora no logro recordar, ocasionando que Dolores “la víbora” fuese tras él y le metiese un par de hostias que pusieron fin al pijerio de Paulino.
Por eso que yo digo que sucesos como los del pasado sábado se hubiesen evitado con un par de hostias bien dadas, pero no dárselas una vez que se emborrachan, sino que antes de salir de casa, porque una cosa tengo muy clara, y es que los desmanes de esta juventud irrespetuosa y malcriada se erradicaban de un tajo con dos hostias bien calzadas y un vasito de gaseosa.
Conmigo funcionó, mira sino porque yo entiendo tan bien el chino.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Al rico condón

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, sikiniko takanaka a los nipones de Japón, pero del Japón de los cojones no del Japón de Jabugo.
Repasando los recortes de papel en los que voy anotando todo lo que se me ocurre para después escribirlo en este tan indecente blog, me he encontrado ayer tarde uno en el que con letra clara, en perfecto castellano y sin faltas de ortografía, decía lo siguiente: comprar Cola Cao sin falta.
A buenas horas mangas verdes que decía el otro pues esa nota tendría que haberla visto el sábado antes de que cerrase el super, más que nada porque a los habitantes de mi casa no nos gusta la leche sola y como esta mañana en el desayuno he podido comprobar, a mi en particular tampoco me gusta con sabor a plátano.
Un consejo que doy a quien le pueda interesar por si algún día al hacer la compra se olvidase del Cola Cao, es que al llegar a casa ni de coña saque los condones de la bolsa de la compra. Yo lo he hecho y estoy muy arrepentido pues a mi señora no le sentó nada bien que me acordase de las gomas y me olvidase del Cola Cao, y cuando por remendar mi error y hacerme el gracioso quise hacer un chiste con aquello de que el polvo ya lo echaba yo, ahí la jodí del todo. La situación quiero decir.
Conste que lo hice con la mejor de mis intenciones, de hecho tan sólo pretendía correrme una juerga especial con ella la noche del sábado, por ello llegué a casa y con toda la ilusión del mundo llamé a la mujer y le mostré la caja.
-“Mira Churry que he comprado”-.
Muda se quedó al verla para luego preguntarme con cara de sorpresa -“¿para qué, si tu estás vasectomizado?”…-
-“Si cariño, pero míralos… son con sabor a plátano. Esta noche será especial, verás como te gusta”-.
Todavía no sé si le gusta… pero desde luego que a mí la leche con sabor a plátano no me ha gustado nada de nada. Es que al no tener Cola Cao y no gustarme la leche sóla se me ha ocurrido que… en fin.
Y ya que hablo de eso pienso en lo que se han tenido que estrujar el coco los fabricantes de condones hasta dar con la idea de hacerlos con sabor a fruta para disimular el sabor a nabo aunque esa idea conmigo no daría buen resultado, y no es porque no me guste el plátano, que sí me gusta de postre y a la merienda, pero yo soy de los que piensan que los sabores no deben adulterarse aliñándolos con alimentos que no le pegan, y leche y plátano no lo hacen ni con cola de contacto.
En todo caso mi suerte es que no soy de los que se llevan los condones a la boca sean del sabor que sean, aunque debo reconocer que tras el experimento del desayuno de esta mañana me han quedado ganas de probar a echar un condón a la ensalada. Es que me gusta aderezarla siempre con una pieza de fruta.
Ahora bien, si después de la movida del sábado a mi mujer le viene un palito de cangrejo envuelto en un condón, apuesto los huevos a que me rebana los idem.
En fin, que la próxima vez que vaya al super debo comprobar que no me falte nada de la lista de la compra, y por si se me ocurriese la idea de organizar una juerga para esa noche, procuraré tener siempre presente que con las cosas de comer, ni se juega ni se folla.

martes, 1 de septiembre de 2009

Desayunando

OCURRIÓ HACE MAS DE 4 AÑOS
Cuando a Don Genaro los médicos le comunicaron que como mucho le quedaría mes y medio de vida, este miró a sus hijas que lo habían acompañado a la consulta y les regañó por el trato que de ellas había recibido a partir de que le diagnosticaron la enfermedad.
-Veis, tanto cuidado, tanta dieta y tanto medicamento para nada, en mes y medio me muero-
-Nosotros lo hacíamos por tu bien papá-
-Lo sé, lo sé, pero de ahora en adelante y para el poco tiempo que me queda de vida, dejadme que coma y beba lo que me de la gana, así que a partir de mañana no me volváis a regañar si me veis desayunar con una copita de caña-
-Pero papá…-
-Ni pero, ni nada, ya que me voy a morir dejadme que lo haga contento-
Las hijas miraron al doctor quien les respondió encogiéndose de hombros al mismo tiempo que les decía que eso ya daba igual y que dejasen al buen hombre ser feliz el poco tiempo que le quedaba.
Resignadas asintieron, por lo que el bueno de Genaro les pidió le devolvieran la botella de aguardiente de hierbas que tiempo atrás le habían arrebatado y ocultado.
A partir del día siguiente Genaro volvió a tomar el mismo desayuno que había tomado durante una gran parte de sus setenta y pico años de vida: una taza de leche y dos chupitos de aguardiente.

OCURRIÓ HACE UN PAR DE SEMANAS
Por la Cuesta de la Conga y a 30º a la sombra, subía uno que yo me sé, que se quedó de piedra al ver el fantasma de un viejo conocido caminando hacia él.
-¡Hostia puta!, no puede ser…-
A paso lento y apoyado en un bastón bajaba la cuesta un señor mayor con la mirada fija en el suelo, al cruzarse con éste que la subía levantó la vista y lo miró a la cara, la cual tenía desancajada y con una expresión que no sabría decir si era debida a una indisposición, o si era por haber visto vivo a un muerto…
Y justo en el momento de cruzarse en el camino, el más viejo saludó al otro:
-Adiós Manuel-
Y este le devolvió el saludo
-Adiós D. Genaro-
Cada uno siguió su camino, cuesta arriba el tal Manuel, cuesta abajo D. Genaro.
Unos metros más adelante y habiendo una cierta separación entre ambos, se giró el tal Manuel pensando que al volverse ya no vería a nadie y que el cruzarse con D . Genaro no había sido más que una alucinación producida quizás por la calor.
Pero no, cuesta abajo y al mismo paso proseguía su camino D. Genaro, por lo que no tuvo el tal Manuel más remedio que exclamar ¡Manda un cacho de carallo!...

MORALEJA:
Un desayuno potente te dará energía, un desayuno vegetariano te hará sentirte sano.


lunes, 31 de agosto de 2009

bye bye agosto

Estimados lectores, queridísimas lectoras y sikinko takanaka a los nipones de los cojones. Hasta las 12 o’clok en punto de la noche hoy será lunes 31 de agosto, siempre y cuando Dios lo quiera como diría mi abuela, quien sentía casi tanta devoción por Él, como la que sentía por Manolo Escobar.
Hay una cosa acerca de mis abuelos que a lo largo y ancho de esta vida no he llegado a saber a ciencia cierta, y es que si la pasión de ella por Manolo Escobar se debía exclusivamente a lo bien que cantaba o si tenía algo que ver con mi abuelo, quien aparte de llamarse también Manolo era barrendero, llevando éste la escoba en la mano en lugar de en el apellido. Ya sé que no es lo mismo pero, ¿verdad que hay cierta similitud?.
Y es que estas cosas suelen pasar, fíjate sino en Carla Bruni y la anterior esposa de Sarkozy, el parecido entre ambas es asombroso. Ambas se diferencian de mi abuelo en que no saben utilizar una escoba, y de Manolo Escobar en que si ellas no saben donde está el carro no tienen más que preguntarle al chofer.
Sirva también como ejemplo el caso mío y de mi esposa, que si se casó conmigo fue gracias a la admiración que sentía por los payasos de la tele. Jeje, bueno, esto que acabo de decir no es del todo cierto, pero me sirvió para hacer un chiste.
La verdad es que mi esposa se casó conmigo por mis atributos personales. Sé, porque ella me lo ha confesado, que le gustan los hombres que la hagan reír, los corpulentos, los “macho man” como ella les dice y los que comparten sus gustos y aficiones.
Y yo me case contra ella porque desconocía todo esto.
Pero ya que mencioné el caso de Sarkozy y el parecido existente entre de las dos mujeres que tuvo, voy a decir que esto es algo que yo no entiendo, porque yo me veo en su lugar y en caso de divorciarme algún día de mi actual esposa lo último que buscaría sería una nueva que me la recordase constantemente. Apuesto a que en ese caso y habiendo una hipoteca y dos hijos por medio, el señor juez se encargaría de que nunca me olvidase de ella, y si en lugar de señor su señoría fuese una señora ya ni te cuento. Y es que tal como están esas cosas…
Yo lo tengo muy claro, si un día me divorcio de mi esposa me iría con el vecino del primero, ya que al igual que yo es forofo del Atlético de Madrid y del Compos, y creedme distinguidos lectores, queridísimas lectoras y nipones de los cojones, encontrar por estos lares un forofo colchonero no es moco de pavo, vamos, pa pillarlo y no soltarlo, y rápido además, puesto que es simpático, corpulento y todo un machote, es decir, tendría que echarle yo el guante antes de que se lo echase mi esposa.
En fin, antes de acabar quiero deciros que esta mañana he acudido al médico de un seguro particular que tengo y salí de allí muy contento, tanto con el trato como con el tratamiento.
Que diferencia con la Seguridad Social, en donde consultadas las mismas molestias que hoy en este otro, me han metido un dedo por el culo por achacarlas a la próstata. Y sin embargo hoy, sin más pruebas que una exploración superficial me han dado un diagnóstico que esta vez sí creo que es exacto y para el cual me han rectado un tratamiento.
Ahora sólo falta llevar esta receta al médico de cabecera y que la pase a una receta de la Seguridad Social y aunque sólo sea para que me pague un tanto por ciento del medicamento. Luego tendré que meditar acerca de si la canjeo en mi casa o en la del vecino del primero.

sábado, 29 de agosto de 2009

A mis lectores nipones

Estimados lectores nipones de la zona de Japón, quienes de un tiempo a esta parte me llenáis de comentarios la entrada titulada Tarzán.
Agradezco sinceramente vuestras visitas y vuestra participación con comentarios como este que copio y pego:

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Debéis perdonar mi ignorancia por no entender vuestro idioma, pero debéis saber también que en este país llamado aquí estamos demasiado ocupados e inmersos en disputas relacionadas con el idioma que debemos estudiar para entendernos entre nosotros, como para ponerse ahora a estudiar un idioma para entendernos con vosotros.
Dicho esto y volviendo a pedir perdón por mi incomprensión, os dedico esta entrada para en caso, y sólo en caso de que lo que me escribís sean insultos, deciros que:

ME CAGO EN VUESTRA PUTA MADRE, CABRONES, DESGRACIADOS, IROS A TOMAR POR CULO DE UNA VEZ.

Repito, esto sólo en caso de que me estéis insultando. Al resto de los lectores, perdón por mi vocabulario, aunque me da a mí que ya estáis acostumbrados.


P.D. (Necesito intérprete japonés... y ya puestos, también una criada filipina)

Afinando el pincel

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, estimados japoneses que me comentan en el blog (sikiniko takanaka, buenos días en nipón). Si el calendario que cuelga en la pared no falla hoy es sábado, si mi reloj biológico no se atrasa en 10 minutos me entrarán ganas de ir al baño, y si mi instinto felino de supervivencia funciona como siempre hoy me quedaré sin sabadete por tener a la parienta medio mosqueada conmigo.
Debo significar que pese a decir que sólo la tengo medio mosqueada en realidad lo está de cuerpo entero, pues al preguntarle yo si ese medio mosqueo significaba que medio cuerpo no lo estaba me respondió sin dejar lugar a dudas.
Precisa, concreta y como siempre puñetera: “yo estoy hecha de una pieza, el que está empalmado eres tú”.
¡Tócate los huevos, aun por encima cachondeo!.
Que dura es la vida del hombre casado y que mala fama tenemos adjudicada. Hombre casado, ni es hombre ni es mujer, dicen.
Lo digo porque el otro día en clase de pintura, en la que por cierto aparte de ser el alumno más reciente soy el único hombre, se lamentaba una de las mujeres de que le gustaba mucho el baile y no tenía con quien hacerlo ya que a su marido había dejado de gustarle después del vals que bailaron el mismo día de su boda.
“Todos son iguales, mientras son novios mucho bailar y mucho de aquí para allá, y en cuanto te casas adiós a todo. Y SON TODOS IGUALES”, comentó al mismo tiempo que me lanzaba una mirada desafiante, una mirada que me hizo tragar saliva y plegar oreja.
Todas asintieron, se rieron y dirigieron las suyas también hacia mí pensando en que yo entraría al trapo.
Pero uno ya está curtido en mil batallas y sabe permanecer quieto y agazapado cuando el enemigo lo supera en número. Y ante mi silencio se crecieron y siguieron despotricando contra los hombres, tanto que llegó un momento en el que me sentí obligado a romper mi silencio para defender a mi propia especie, así que por fin intervine. “Hay una cosa que yo no entiendo…”.
Y todas otra vez volvieron sus miradas hacia mí con el pincel quieto entre los dedos. Las noté esperando a que yo siguiese hablando y listas para echárseme encima en cuanto dijese la última palabra.
Se quedaron de un palmo cuando con la punta del pincel señalé un objeto en el lienzo al tiempo que preguntaba si eso que señalaba era un roble o un abeto.
Decepción en sus caras, las chicas querían guerra y aunque en esos momentos me hubiese prestado bien un poco de sexo no tenía ganas de prolegómenos.
Y perro viejo que es uno que sabedor de que tendría ni lo uno ni lo otro, lavé y guardé el pincel del nº 18 de pelo de cerda y me puse a pintar con uno del nº 8 sintético, que deja unas pinceladas más finas y perfectas, de lo cual me dí cuenta el ver que la noria que estaba pintando ya no se parecía a un tobogán.
Y por primera vez desde que comencé con esto de la pintura logré conseguir el tono que deseaba al caerme en la paleta la ceniza del cigarro que fumaba, la que disimuladamente mezclé con el color evitándome así el tener que escuchar a la otra lo de que también somos unos guarros.
El lunes acabaré ese cuadro y supongo que me mandarán empezar con otro, y si me vuelven a dar una lámina para que escoja ya he echado el ojo a la de una mujer en pelotas.
Se las he jurado a la bailadora, esa tía se va a enterar de quien soy yo cuando por exigencias de la obra me toque pintar aquellas tetas naturalmente erguidas y muy bien sostenidas, lo cual pienso hacer con un pincel que me voy a llevar del curro, de los de pintar paredes, de los de obra, de los brutos…
Y ahora perdonadme que finalice aquí la entrada, pero mi reloj biológico funciona bien y me tengo que ir al baño, y urgentemente además porque voy con dos minutos de retraso.

jueves, 27 de agosto de 2009

...

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras... estoooo, ummmm... manda carallo, mira que olvidarme de lo que iba a decir, en fin, otra vez será.

lunes, 24 de agosto de 2009

Adiós vacaciones...

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, estimados japoneses que de un tiempo a esta parte me llenan de comentarios el blog con su inconfundible forma de escritura a base de rayitas y otras cositas por el estilo, estamos a martes 25 de agosto, lo que significa que ya estoy de vuelta en el curro, moreno como un tizón e impaciente por que lleguen pronto las vacaciones del año que viene, porque las de este año desgraciadamente ya van en el carallo.
Este año he tenido la inmensa suerte de coincidir los 15 días de verano que solemos tener por aquí con los 15 días de vacaciones que dispongo, de ahí el morenazo que me gasto.
Al mismo tiempo que esto he tenido la mala suerte de que mis vacaciones no coincidiesen con las de mi señora debido a lo cual por las mañanas he estado de “Maruja”, por las tardes de “Rodríguez” y por las noches “a dos velas”.
El gran inconveniente de todo esto ha sido que durante estas calurosas jornadas playeras no he contado con una mano suave que me extendiese el protector solar por mi cuerpo, de ahí el morenazo que me gasto.
Es cierto que para las noches si he podido contar con esa mano que aliviase mi calentura estival, pero por tratarse de la mía he preferido no hacer uso de la misma y he aguantado la situación como un verdadero campeón, lo cual ha contribuido notablemente para que pillase este color que ahora luzco, ya que en una parte es moreno y en la otra es negro tirando a oscuro.
Como gran acontecimiento de este verano he de comentar que un día de esos en los que me encontraba sólo en la playa me he tropezado por casualidad con un berberecho vivo y en su hábitat natural, es decir dentro del agua y no en la empanada.
Me emocioné mucho al encontrarlo y recordé aquellos tiempos en los que con la mano escarbaba un poco en la arena y sacaba un puñado de ellos. Hoy en día es todo lo contrario ya que por cada uno que encuentras en la empanada extraes un puñado de arena.
Por este motivo he cambiado de la empanada de berberechos a la de atún.
Pero bueno, este verano no todo ha sido hacer la comida, fregar los cacharros, tostarme al sol y aguantar el calenturón, ya que también he hecho bocadillos para la merienda, he ido al super para hacer la compra, he dormido siestas a la sombra de los pinos y he aguantado el calenturón como un campeón pese a estar rodeado de hermosas mujeres en biquini y top les.
También es mala suerte la mía coño, que pese a estar rodeado de almejas en algunos momentos tan sólo haya podido echarle la mano a un berberecho y para eso me he tenido que conformar con simplemente mirarlo ya que el jodido estaba cerrado y en el momento en que lo encontré no estaba yo para pelarlo a mano.
Y como no, también he pintado varios cuadros, algunos de los cuales aquí os expongo con un breve comentario sobre los mismos.
El primero de ellos es mi primer cuadro realizado en acrílico. Se trata de la Plaza de la Quintana en Santiago de Compostela, con la famosa Puerta Santa en primer término.
El segundo es la calle de La Raiña, también en Santiago, muy conocida por ser junto con la calle del Franco, la zona de los vinos.
El tercero es una copia del cuadro de la Muchacha mirando por la ventana, de Salvador Dalí.
Y por último este que titulo "Pescadores en día festivo", ya que como podéis comprobar los barcos están amarrados en el puerto y no han salido a faenar. Debo decir que este cuadro no es copiado de ningún sitio, sino que me lo he inventado yo.
¿Qué?, no están mal para ser un principiante...

viernes, 7 de agosto de 2009

Secretos de alcoba

Distinguidos vosotros y queridísimas vosotras, aquí estoy otra vez y lo hago porque quiero hacer una puntualización sobre mi entrada anterior, la que casualmente viene siendo la que está justo debajo de esta.
Quiero dejar bien claro para que no haya lugar a engaños que aunque todo lo dicho en la misma es cierto, sucede con ella algo que también suele pasar cuando la mujer te pilla en pelotas y encima de otra mujer, o debajo, o de lado. Aunque la posición es lo de menos porque cuando esto ocurre nunca es lo que parece, salvo que te pille haciendo un 69, que ese caso te quedas tan frío que eres incapaz de articular ni una sola palabra.
Pues con mi anterior entrada sucede otro tanto de lo mismo, que no es lo que parece, y dejadme que lo aclare en un momento.
Después de un mes y pico sin dar señales de vida y a juzgar por lo que cuento en ella, estoy seguro que pensaréis que en todo este tiempo lo único que he hecho ha sido tirarme un pedo, pintar un lienzo e ir a un concierto. Y que llevo desde aquel entonces hasta ahora esperando a que llegue el sábado para echar un cuesco.
Si es eso lo que pensáis os equivocáis, porque me he tirado más de un pedo, pintado varios lienzos y he ido a un par de conciertos. Desgraciadamente lo del polvo si que es cierto, aunque si mal no recuerdo hace como cosa de 15 días tuve un intento, el cual lógicamente no contaré como un polvo y tampoco contaré como un cuento, pues es de caballeros no pregonar por ahí lo que hacemos en nuestra alcoba.
Como bien sabéis vosotras los hombres somos más dados a contar lo que hacemos en otras alcobas, y para eso exagerando un poco. Pero como vosotros sabéis tan bien como yo, ellas ya no saben que decir con tal de ponernos a parir.
Haciendo un poco de incapié en esto que acabo de comentar y adentrándome en dormitorios ajenos, comentaré que hace unos días me encontraba yo en cama a las dos de la mañana aguardando plácidamente a que Morfeo me acogiese en su regazo cuando me sobresaltaron los gritos de una mujer. ¡SIIII!, ¡SIIIIIIIII!, ¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!... ¡AHHHHH!... ¡AAAHHHHHHHH!... ¡AAAHHHHHHH!... (no estoy muy seguro de este último AAAHHHHHHH, pero por si las moscas también lo pongo).
Los gritos procedían del dormitorio de una vecina y fueron respondidos desde el mío con un lamento “¡Coño!, Juan Carlos está chingando y yo como un gilipollas contando borregos mientras espero a que me venga el sueño".
Era miércoles y no tocaba, pero Juan Carlos también es de los de sábado sabadete y tampoco le tocaba, y si a él le sonó la flauta yo tenía que intentarlo por si también de casualidad me sonaba… y como quien no quiere la cosa me arrimé a mi señora que ya dormía más allá de donde un caballero puede contar, es decir, me eché encima de ella… y sonó, aunque no de casualidad porque la verdad es que me lo esperaba.
Y cuando en el dormitorio de mi vecino se hizo el silencio en el mío sonó bien alto una bronca de tres pares de cojones, pero la flauta no tocó ni una triste nota quedándose mustia y arrugada hasta que Dios sabe cuando dará un concierto.
Tal fue la cosa que cuando al día siguiente me crucé en la escalera con este Juan Carlos, que me saludó muy sonriente, se me puso la mosca tras la oreja ya que no sabía si esa cara la tenía así por lo acontecido esa noche en su dormitorio, o si por el contrario se reía de mí por lo que había acontecido en el mío.
Que me parta un coco si no me faltó un pelo para decirle que mi señora disfrutó tanto o más que la suya y que si la escuchó gritar que me fuese a tomar por culo es porque esa noche lo estaba pasando tan bien, tan bien, tan bien, que hasta se apuntaba para una orgía.
En fin, quede aclarado pues que si durante todo este tiempo nada de nada fue porque no quise, pues aquella noche que desperté a mi señora por si de casualidad me tocaba la flauta, en lugar de tocármela recibí de ella autorización a tener sexo fuera del matrimonio, sus palabras no arrojaron la menor duda: "¡vete a tomar por el culo!".
Ahora finalizaré esta entrada al estilo Senovilla, es decir formulando una pregunta y que será la siguiente:
¿Alguna vez tu mujer te ha dado autorización para tener sexo fuera del matrimonio, o soy yo el único afortunado?...

jueves, 6 de agosto de 2009

Qué hay de nuevo

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, apreciados vosotros en general, al igual que el río ese que desaparece y reaparece y del que ahora mismo no recuerdo el nombre aunque sé que empieza por “Gua”, reaparezco yo por aquí después de una larga temporada sin hacerlo para deciros que sigo vivo y que todavía respiro y que lo hago por partida doble, es decir, por la boca y por la nariz.
Y aunque no vengo con ganas de pelea, que esto que acabo de decir sirva como ejemplo de que los hombres cuando nos lo proponemos somos capaces de hacer varias cosas a la vez.
Después de hacer una sola entrada en mes y pico seguro que más de uno pensará que me estoy pasando unas vacaciones de puta madre, y aunque no soy yo muy dado a darle importancia a lo que los demás piensen de mi, en este caso haré una excepción para decir que tal cosa no es así y que las vacaciones no las empiezo hasta el próximo lunes.
De igual modo sospecho que alguna de vosotras pensará lo mismo y esto sí que me importa, ya que si por un lado me la trae al pairo lo que digan de mí los demás, sí me importa lo que digan de mí las damas, y no sólo lo que digan las damas, sino que también lo que digan las fulanas.
Después de tanto tiempo sin escribir me veo en la obligación de hacer un breve repaso a lo que me ha ocurrido durante todo este tiempo.
Para comenzar diré que hubo un día en el que creí que me moría por lo mucho que me dolía la barriga. Me desplacé hasta urgencias entre retortijones y sudores y justo a la mitad del camino y cuando pensaba yo que aquel sería mi último suspiro, por mi orificio ventri-culero se me escapó sin querer un pedo y obró un santo milagro tras el estruendoso ruido que me dejó como nuevo. Al final todo quedó en un susto, pero un minuto más y se me perfora la tripa.
No fue este el único problema de evacuación sufrido en los últimos días ya que el pasado domingo padecí también lo mío en el concierto que Bruce Springsteen ofreció en Santiago, viéndome atrapado en una monumental cola en forma de embudo a la salida del recinto. Aprisionado por delante, por detrás, por la izquierda y por la derecha durante cerca de una hora cuan sardina enlatada. Una hojita de laurel y parecería más bien una sardina en escabeche.
40.000 almas me rodeaban, y no sólo las almas sino que también sus pertenencias y sus sudores, de hecho al salir del recinto me quedé sorprendido al comprobar que llevaba un teléfono móvil incrustado en la zona lumbar.
Agobiante situación que se me hacía más insoportable a consecuencia de las tremendas ganas de orinar que llevaba, y que debo aclarar por si alguien no lo ha entendido que me estaba meando vivo.
Pese a ello y a los 74 euros que me costó la entrada, valió la pena el sufrimiento pues el Boss estuvo sensacional y disfruté de un maravilloso concierto.Por lo demás diré que sigo enganchado con la pintura y que he dejado a un lado la acuarela para dedicarme al acrílico. Bueno, no la he dejado a un lado exactamente, sino que la he dejado sobre una mesa camilla que tengo en la salita, por lo que he sido amenazado ya por la mujer con tirarme todo por la ventana sino les encuentro otro sitio.
De momento las cosas siguen donde yo las he dejado y aun no me las ha tirado. Pero es que también ayer ha sido nuestro vigésimo aniversario de boda y yo tampoco me la he tirado a ella, por lo que si se quiere deshacer de todos mis bártulos de pintura tendrá que esperar al sábado igual que tendré que esperar yo hasta ese día para echar el polvo conmemorativo.
Tanto me ha enganchado este arte que me he matriculado a clases de pintura que ya he comenzado a recibir desde el pasado lunes. El progreso en ellas es tan rápido espectacular que ha llamado incluso la atención de la profesora quien a su vez me la ha llamado a mí, lo que de momento no le tendré en cuenta gracias a que es muy guapa y está muy buena.
Ahora bien, como me vuelva a decir delante del resto de alumnos que pintar un cuadro no es como pintar una pared de casa, le responderé que en su culo se podría pintar el Gernika de Picasso a tamaño natural.
Tal cosa no es cierta pero sé que esto le joderá tanto como me jode a mí que me llame la atención en público.
Bueno, después de un mes sin escribir creo que por hoy ya está bien, aunque no quisiera finalizar esta entrada sin antes felicitaros por mi 49 cumpleaños y deciros que espero cumplir otros tantos, ahora bien, sé que para conseguirlo tendré que cuidar más el tema de las evacuaciones, ya que he comprobado lo jodido que es que se te atasque un pedo.
La cosa no es coña y por ello ya se ha muerto un sevillano, quien no sé si a modo de advertencia o simplemente informativo, se hizo grabar en la lápida de su tumba el siguiente epitafio: "Por aguantar un peo aquí me veo".
Hasta pronto... eso espero.
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Actualización de última hora y 4 minutos.
Os dejo un víedo del concierto que Bruce Springsteen dio el pasado domingo aquí en Santiago de Compostela y al que tuve la fortuna de acudir y en el que si os fijáis bien podréis verme. No es muy buena calidad pero siendo Bruce vale la pena.
¿Me habéis reconocido?... soy una de las cabezas que bota en medio de todo el mogollón.

lunes, 6 de julio de 2009

Pintor que pintas con amor...

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, después de unos cuantos días y pico sin aparecer ni por aquí ni por ahí, lo hago hoy siguiendo la famosa máxima que dice “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, sabiendo que si no lo hago hoy, probablemente mañana no lo haga por falta de ganas.
Estos días de ausencia ni he estado de vacaciones ni de fiestas, tampoco estoy enfermo y mucho menos en la cárcel, pero he descubierto sin querer un nuevo pasatiempos que me ocupa todo el tiempo libre del que dispongo.
Ha sido por casualidad que vino a parar a mis manos un pincel y un estuche de acuarelas y desde entonces trato de imitar a famosos pintores como Goya, Dali, Picasso y el Conde de Montecristo, e incluso algunos tan prestigiosos como Calenda y Opaito.
Y tengo que decir que se me ha dado bien el cambio de la brocha gorda al pincel fino al que me he adaptado imponiendo mi propio estilo, que es el de pintar tumbado en el sofá, aunque reconozco que tengo que perfeccionarlo bastante, para ello me conformaría con no embadurnar tanto la tapicería del mismo y aunque sólo fuese por evitar las broncas de la parienta, a quien dicho sea de paso tengo muy contenta con este nuevo pasatiempos, ya que como bien dice “desde que te dedicas a las bellas artes te has vuelto tan refinado que pareces amariconado”.
Ahora aprovecharé de que tengo un blog para exponer en él mis obras.

El primer cuadro lleva por título "Plaza del Pueblo a la hora de misa". Realizado sobre papel y antes de comerme un bocadillo de atún con pimientos del piquillo. Cojonudo... el bocadillo, por supuesto.

El segundo cuadro se titula "Noia con la marea alta", aunque he dudado en llamarlo "Noia a la hora de la siesta", dado que no se ve un alma por la calle.

El tercero es copiado de uno en el que aparecía un pescador armado de caña y dada las dificultades encontradas a la hora de pintar al hombre, he optado por suprimirlo y titular a éste como "Prohibido pescar".

El cuarto es "Un pueblo cualquiera en un día cualquiera a una hora cualquiera", aunque bien podría ser la hora de la siesta también dado que la calle está desierta.

Y el quinto se titula "Jamón de Jabugo" en el que si bien el jamón brilla por su ausencia, el pueblo sí es Jabugo.

Y para cerrar esta pequeña exposición os presento el cuadro de una barca y que he titulado como "el bocadillo estaba cojonudo".