El Juicio Final está ahí... sí ahí
Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, querid@s amig@s, etc. etc. y etc.. Lo que les voy a relatar ocurrió el pasado 31 de diciembre del pasado 2.011, entre las 12:00 o´clock en punto de la noche y las 00:12 o'clock en punto de la misma noche pero distinto año... el año siguiente para ser concretos... y para ser más exactos diré que el 2.012 que es en el que estamos.
Mientras mi famila obserbava expectante la imagen del reloj de la Puerta del Sol, con las 12 uvas dispuestas en la mano para ir tragándolas con cada campanada, yo los miré a todos y repentinamente vino a mi mente el deseo de que este fuese su año de suerte, aunque sinceramente debo reconocer que tan rápidamente como les deseé toda la suerte del mundo, a mi mente vino que si ésta había de ser en forma de Cuponazo, Lotería o Primitiva, mejor primero yo y luego ellos.
De momento llevamos pocos días del nuevo año, todavía no comprado el cupón ni he jugado a la Lotería y tampoco a la Primitiva, por lo tanto tendré que tener un poco de paciencia para ver si después de dos últimos años desastrosos en todos los aspectos que he pasado, este es por fin el mío, para ello he desafiado al destino y la suerte despidendo el 2.011 con un corte de mangas por cada campanada y 12 minutos más tarde y cuando quien más quien menos ya iba por el tercer brindis, me tomé tranquilamente las 12 uvas a la velocidad que me salió de los cojones, ya que últimamente tengo tendencia a atragantarme con facilidad y frecuencia y no era cuestión de joder la fiesta por una uva atravesada en mi conducto tragatorio, además con el bullicio que había seguro que me hubiese muerto en medio de todos y el que me viese caer hubiese pensado: "que pronto la pilló Manolo este año".
En fin. Yo lo que quería era exponeros lo que vino a mi mente mientras veía como todos se comían las 12 uvas al son de las 12 campanadas. Casualmente todo lo que vino a mi mente lo hizo en 12 segundos. ¿Coincidencia, casualidad, azar, qué se yo...?, pero 12 uvas, 12 campanadas, 12 segundos, año 2.012...
¡ CAGONDIOS !, que los Mayas tienen razón... que este año se acaba el mundo.
Ahora, pregúntame porque puedo asegurar con tanta vehemencia y convencimiento esta afirmación... Pregúntamelo venga. ¿Está?, bien, pues te respondo... PORQUE EL 12 ES EL NÚMERO QUE SIGNIFICA EL FINAL DE LAS COSAS. Esa ha sido la conclusión a la que he llegado casualmente en 12 segundos.
El año acaba el mes 12, el día a las 12, la hora máxima que los relojes no digitales marcan es el 12, la baraja tiene 12 cartas por palo, hasta los apostoles eran 12. Sí 12 peludos que se juntaron a Cristo, que acabó como acabó...
Puedo asegurar por lo tanto que el 12 del 12 del 12, es decir y casualmente 12 días y 12 horas antes de celebrar la llegada de Jesucristo al Mundo, a las 12 en punto de la mañana: EL MUNDO SE IRA A TOMAR POR EL CULO.
Ante este terrible acontecimiento que sucederá cuando el reloj que encabeza este blog marque 00:00:00 yo te recomiendo que aparte de practicar lo que reza bajo dicho reloj, te busques un buen abogado, porque de lo que no me cabe la menor duda es de que HABRÁ JUICIO FINAL.
Señores, señoras y señoritas, yo me he puesto manos a la obra y estoy en busca de un buen abogado, porque yo, y aunque sólo sea yo, aunque todo el mundo me desprecie por ello, el día del Jucio Final haré que Dios se siente en el banquillo de los acusados... ¡y ole mis huevos por ello!.
Alguien le tiene que cantar las cuarenta a ese señor de blanca barba y melena que representan en forma de ojo dentro de un triangulo equilátero y por encima de todas las cosas.
Argumentos para la acusación no me faltan y por detallar algunos de los motivos por los que pienso demandarlo son:
Dejar que crucificasen a su hijo. Permitir las guerras, las injusticias, desatar desastres naturales donde menos recursos hay, castigar más a los más indefensos, dejar que niños mueran de hambre. Permitir que criaturas inocentes nazcan enfermas para el resto de sus vidas y aun por encima joderlos con trabas...
En fin, podría seguir escribiendo y apuesto a que muchos de vosotros tendríais también alguna que añadir a la larga lista de ERRORES y HORRORES que el TODOPODEROSO no sólo permite, sino que mira hacia otro lado mientras ocurren.
No Señor... oiste tú allá arriba..., sí va por tí o no te has fijado que he escrito Señor con mayúscula... Se acerca el día del Juicio Final y te pienso poner una demanda que te vas a cagar por la pata abajo.
¿Cómo?... que Tú vas a ser el Juez... Pero no iba a ser un Jurado Internacional...
¡Uy que carallo!... creo que acabo de cagarla y bien cagada. Me parece que voy a necesitar como mínimo una docena de abogados...
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Oye Dios, que te parece si rezo una docena de Padrenuestros y dejamos la cosa así.
Mientras mi famila obserbava expectante la imagen del reloj de la Puerta del Sol, con las 12 uvas dispuestas en la mano para ir tragándolas con cada campanada, yo los miré a todos y repentinamente vino a mi mente el deseo de que este fuese su año de suerte, aunque sinceramente debo reconocer que tan rápidamente como les deseé toda la suerte del mundo, a mi mente vino que si ésta había de ser en forma de Cuponazo, Lotería o Primitiva, mejor primero yo y luego ellos.
De momento llevamos pocos días del nuevo año, todavía no comprado el cupón ni he jugado a la Lotería y tampoco a la Primitiva, por lo tanto tendré que tener un poco de paciencia para ver si después de dos últimos años desastrosos en todos los aspectos que he pasado, este es por fin el mío, para ello he desafiado al destino y la suerte despidendo el 2.011 con un corte de mangas por cada campanada y 12 minutos más tarde y cuando quien más quien menos ya iba por el tercer brindis, me tomé tranquilamente las 12 uvas a la velocidad que me salió de los cojones, ya que últimamente tengo tendencia a atragantarme con facilidad y frecuencia y no era cuestión de joder la fiesta por una uva atravesada en mi conducto tragatorio, además con el bullicio que había seguro que me hubiese muerto en medio de todos y el que me viese caer hubiese pensado: "que pronto la pilló Manolo este año".
En fin. Yo lo que quería era exponeros lo que vino a mi mente mientras veía como todos se comían las 12 uvas al son de las 12 campanadas. Casualmente todo lo que vino a mi mente lo hizo en 12 segundos. ¿Coincidencia, casualidad, azar, qué se yo...?, pero 12 uvas, 12 campanadas, 12 segundos, año 2.012...
¡ CAGONDIOS !, que los Mayas tienen razón... que este año se acaba el mundo.
Ahora, pregúntame porque puedo asegurar con tanta vehemencia y convencimiento esta afirmación... Pregúntamelo venga. ¿Está?, bien, pues te respondo... PORQUE EL 12 ES EL NÚMERO QUE SIGNIFICA EL FINAL DE LAS COSAS. Esa ha sido la conclusión a la que he llegado casualmente en 12 segundos.
El año acaba el mes 12, el día a las 12, la hora máxima que los relojes no digitales marcan es el 12, la baraja tiene 12 cartas por palo, hasta los apostoles eran 12. Sí 12 peludos que se juntaron a Cristo, que acabó como acabó...
Puedo asegurar por lo tanto que el 12 del 12 del 12, es decir y casualmente 12 días y 12 horas antes de celebrar la llegada de Jesucristo al Mundo, a las 12 en punto de la mañana: EL MUNDO SE IRA A TOMAR POR EL CULO.
Ante este terrible acontecimiento que sucederá cuando el reloj que encabeza este blog marque 00:00:00 yo te recomiendo que aparte de practicar lo que reza bajo dicho reloj, te busques un buen abogado, porque de lo que no me cabe la menor duda es de que HABRÁ JUICIO FINAL.
Señores, señoras y señoritas, yo me he puesto manos a la obra y estoy en busca de un buen abogado, porque yo, y aunque sólo sea yo, aunque todo el mundo me desprecie por ello, el día del Jucio Final haré que Dios se siente en el banquillo de los acusados... ¡y ole mis huevos por ello!.
Alguien le tiene que cantar las cuarenta a ese señor de blanca barba y melena que representan en forma de ojo dentro de un triangulo equilátero y por encima de todas las cosas.
Argumentos para la acusación no me faltan y por detallar algunos de los motivos por los que pienso demandarlo son:
Dejar que crucificasen a su hijo. Permitir las guerras, las injusticias, desatar desastres naturales donde menos recursos hay, castigar más a los más indefensos, dejar que niños mueran de hambre. Permitir que criaturas inocentes nazcan enfermas para el resto de sus vidas y aun por encima joderlos con trabas...
En fin, podría seguir escribiendo y apuesto a que muchos de vosotros tendríais también alguna que añadir a la larga lista de ERRORES y HORRORES que el TODOPODEROSO no sólo permite, sino que mira hacia otro lado mientras ocurren.
No Señor... oiste tú allá arriba..., sí va por tí o no te has fijado que he escrito Señor con mayúscula... Se acerca el día del Juicio Final y te pienso poner una demanda que te vas a cagar por la pata abajo.
¿Cómo?... que Tú vas a ser el Juez... Pero no iba a ser un Jurado Internacional...
¡Uy que carallo!... creo que acabo de cagarla y bien cagada. Me parece que voy a necesitar como mínimo una docena de abogados...
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Oye Dios, que te parece si rezo una docena de Padrenuestros y dejamos la cosa así.
2 han comentado:
Reza, Manuel, reza, que falta te va a hacer. Con la iglesia has topado, compañero.
Feliz año.
Que sí, que llevas razón, que este dios anduvo un poco equivocado. Entonces es verdad que se acaba el mundo este año? joder
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