Dias raros
Aquí estoy después de unos días sin estar, y como bien dijo un filósofo jamaicano: “estoy, entonces ocupo un sitio”.
Yo comparto esta reflexión desde la “e” a la “o” coma incluida, y sirva como prueba de ello que yo no estaba por aquí, sin embargo ocupaba un sitio, mejor dicho ocupaba tres, ya que tal como me tumbaba en el sofá de tres plazas, allí no cabía nadie más.
Es decir, no estaba por aquí porque estaba en el sofá.
Si amigos, de vez en cuando conviene recordar viejas costumbres, y yo ya voy un poco mayor para perseguir a mi mujer en calzoncillos por el pasillo, además, ¿qué dirían mis hijos si me viesen en tal comportamiento?.
Hombre sí, es cierto que podría recordar alguna otra vieja costumbre, pero ¿qué diría mi mujer si me viese perseguir a otras?.
El caso es que llevo unos días que no se me ocurre nada que escribir ni tengo nada que contar porque ando con la cabeza en otro sitio, ahora bien, no me preguntéis en dónde porque no tengo ni puñetera idea.
Tener, lo que se dice tener, la tengo encima de los hombros, al menos esta mañana cuando me peinaba me he fijado y ahí estaba, con más pelo que ayer pero menos que mañana.
Pero estaba la carcasa, porque lo de dentro ya no sé si está en su lugar de origen o si se anda por los Cerros de Úbeda. Porque pensar, lo que se dice pensar sí pienso, entonces existo como bien dijo otro por ahí, pero tampoco me preguntes en que pienso.
Es posible que no entendáis lo que quiero decir y que por lo tanto no sepáis como me encuentro, ahora bien, si en lugar de llamarme Manolo me llamase María y dijese que tengo unos días de esos raros que tenemos las mujeres, quedaba la cosa clara o por lo menos no tenía que dar más explicaciones.
Bien, pues que sirva para justificar mi ausencia, en que llevo unos días un poco rara… pero muy a gustito porque el sofá es muy cómodo.
Yo comparto esta reflexión desde la “e” a la “o” coma incluida, y sirva como prueba de ello que yo no estaba por aquí, sin embargo ocupaba un sitio, mejor dicho ocupaba tres, ya que tal como me tumbaba en el sofá de tres plazas, allí no cabía nadie más.
Es decir, no estaba por aquí porque estaba en el sofá.
Si amigos, de vez en cuando conviene recordar viejas costumbres, y yo ya voy un poco mayor para perseguir a mi mujer en calzoncillos por el pasillo, además, ¿qué dirían mis hijos si me viesen en tal comportamiento?.
Hombre sí, es cierto que podría recordar alguna otra vieja costumbre, pero ¿qué diría mi mujer si me viese perseguir a otras?.
El caso es que llevo unos días que no se me ocurre nada que escribir ni tengo nada que contar porque ando con la cabeza en otro sitio, ahora bien, no me preguntéis en dónde porque no tengo ni puñetera idea.
Tener, lo que se dice tener, la tengo encima de los hombros, al menos esta mañana cuando me peinaba me he fijado y ahí estaba, con más pelo que ayer pero menos que mañana.
Pero estaba la carcasa, porque lo de dentro ya no sé si está en su lugar de origen o si se anda por los Cerros de Úbeda. Porque pensar, lo que se dice pensar sí pienso, entonces existo como bien dijo otro por ahí, pero tampoco me preguntes en que pienso.
Es posible que no entendáis lo que quiero decir y que por lo tanto no sepáis como me encuentro, ahora bien, si en lugar de llamarme Manolo me llamase María y dijese que tengo unos días de esos raros que tenemos las mujeres, quedaba la cosa clara o por lo menos no tenía que dar más explicaciones.
Bien, pues que sirva para justificar mi ausencia, en que llevo unos días un poco rara… pero muy a gustito porque el sofá es muy cómodo.
7 han comentado:
Pues nada, tu a lo tuyo, que lo importante de la cabeza es la "carcasa" que es lo que hay que peinarse y donde se pone uno el sombrero...
A ver si va a ser lo de la multa.
Vaya usté a llevar cuidado...no sea que saya quedao preñá y pense que está en esos días raros...jajajaja
Pues con un poco de chocolate, una mantita para el sofá y una peli de esas "bonitas de llorar" todo arreglado.
Un abrazo
...no te habrás quedado atrapado en Brasil, verdad?...
Si es por culpa del sofá y la mantita, toma precauciones...he oído que crea adicción.
(aunque sólo sea...dinos hola, para asegurarnos la sonrisa)
Un bico
Manolo, no dejes nunca de escribir, lo haces realmente muy bien y es muy divertido leer todas tus historias, lo que me he podido reír con la mayoría de ellas.
Tienes un montón de lectores que viven apasionadamente tus historias, y ahora multiplícalos por 2 ya que si son varones sus mujeres (como la mía) también te leen y si son hembras sabes que sus maridos también fisgonean a ver quien es ese famoso Manolo.
Gracias por estar ahí siempre, y no desaparezco, pero el tiempo me agobirá tanto que el comentar será más complicado.
Saludos Cordiales.
por fin un hombre con hormonas revolucionadas, jajajajaja!!
Pues ten cuidado que empiezas y eso es un no parar!!!
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