Sábado sin sabadete
Esta noche de sábado me toca estar de guardia en casa, igualito que los médicos del seguro. La mujer se ha ido de cena con las compañeras de trabajo delegando en mi todas las responsabilidades del hogar, señal inequívoca de que ya me considera un adulto.
Y no pienso irme para cama hasta que ella llegue, sean las 2, las 3, las 4 o las 5 de la mañana, eso sí, si cinco minutos después de las 5 no llega salgo yo a buscarla, porque en mi casa eso del sábado sabadete se cumple a rajatabla.
Espero que ella no se acuerde de esto hasta llegar a casa, porque mira que si lo tiene presente estando por ahí de juerga…
Sí, porque el sábado pasado me quedé sin actuar por culpa de que salimos también de cena y en la sobremesa me empaté con una botella de crema de orujo que no solté hasta que vacié, perdiendo al final la cabeza y las ganas por ese mismo orden.
Primero perdí la cabeza y mucho más tarde las ganas, que según me contó la mujer conservé intactas hasta la hora de acostarnos, pero al parecer se me fueron repentinamente en cama cuando haciendo un numerito a punto estuve de asfixiarme.
Bah, una tontería… parece ser que la quise desnudar con la boca y casi me trago las bragas... Es que yo cuando me pongo le echo mucha pasión al asunto.
Y un sábado se le perdona porque estamos en navidad, pero dos no. Ni de coña vamos, aunque tenga que atiborrarme de café para estar despierto cuando ella llegue.
Además de que ya la advertí porque sé que ella tampoco lo perdona: “cariño, llegues a la hora que llegues te esperaré despierto”. Más que nada para que captase el mensaje y no regrese a casa con los deberes ya hechos.
En este momento son las 23:50. Si la cena comenzó a las 22:30 supongo que entre pitos y flautas aun no llegarían al segundo plato. Aunque siendo cerca de 200 mujeres y ningún hombre, ahí ni hay pitos ni hay flautas, jejeje.
Claro que porque ellas quieren, porque a una simple llamada con el dedo pueden tocar todos los pitos y las flautas que quieran. ¿O se lo ibas a negar tú?, hombre, malo sería que entre tantas no encontrases una que te gustase y a la que le dejases la flauta para un concierto.
Cuidadito con la rubia de negro que es la mía, que aunque parezca que va de luto no es porque esté viuda.
¡Coño, que chungo!, que basta que no lo quiera y parece que me quiere dar el sueño. Que mosqueo, ¡a que me quedo otro sábado sin actuación…!. ¡Hostia!, y yo que tenía a la mujer mentalizada para la faena…
Pues me temo que no tardaré mucho en irme para cama. Eso sí, antes le mando un “ese o ese” por el móvil y le digo que estoy desvelado del todo y con los ojos como platos. Siempre es mejor que se enfade si al llegar a casa me encuentra roncando a que cumpla por ahí lo del sábado sabadete, no te parece.
Me preguntarás tú ahora: “¿y por qué no lo has hecho ayer?”… ¡Coño!, pues porque ayer no era sábado y no tocaba…
Y no pienso irme para cama hasta que ella llegue, sean las 2, las 3, las 4 o las 5 de la mañana, eso sí, si cinco minutos después de las 5 no llega salgo yo a buscarla, porque en mi casa eso del sábado sabadete se cumple a rajatabla.
Espero que ella no se acuerde de esto hasta llegar a casa, porque mira que si lo tiene presente estando por ahí de juerga…
Sí, porque el sábado pasado me quedé sin actuar por culpa de que salimos también de cena y en la sobremesa me empaté con una botella de crema de orujo que no solté hasta que vacié, perdiendo al final la cabeza y las ganas por ese mismo orden.
Primero perdí la cabeza y mucho más tarde las ganas, que según me contó la mujer conservé intactas hasta la hora de acostarnos, pero al parecer se me fueron repentinamente en cama cuando haciendo un numerito a punto estuve de asfixiarme.
Bah, una tontería… parece ser que la quise desnudar con la boca y casi me trago las bragas... Es que yo cuando me pongo le echo mucha pasión al asunto.
Y un sábado se le perdona porque estamos en navidad, pero dos no. Ni de coña vamos, aunque tenga que atiborrarme de café para estar despierto cuando ella llegue.
Además de que ya la advertí porque sé que ella tampoco lo perdona: “cariño, llegues a la hora que llegues te esperaré despierto”. Más que nada para que captase el mensaje y no regrese a casa con los deberes ya hechos.
En este momento son las 23:50. Si la cena comenzó a las 22:30 supongo que entre pitos y flautas aun no llegarían al segundo plato. Aunque siendo cerca de 200 mujeres y ningún hombre, ahí ni hay pitos ni hay flautas, jejeje.
Claro que porque ellas quieren, porque a una simple llamada con el dedo pueden tocar todos los pitos y las flautas que quieran. ¿O se lo ibas a negar tú?, hombre, malo sería que entre tantas no encontrases una que te gustase y a la que le dejases la flauta para un concierto.
Cuidadito con la rubia de negro que es la mía, que aunque parezca que va de luto no es porque esté viuda.
¡Coño, que chungo!, que basta que no lo quiera y parece que me quiere dar el sueño. Que mosqueo, ¡a que me quedo otro sábado sin actuación…!. ¡Hostia!, y yo que tenía a la mujer mentalizada para la faena…
Pues me temo que no tardaré mucho en irme para cama. Eso sí, antes le mando un “ese o ese” por el móvil y le digo que estoy desvelado del todo y con los ojos como platos. Siempre es mejor que se enfade si al llegar a casa me encuentra roncando a que cumpla por ahí lo del sábado sabadete, no te parece.
Me preguntarás tú ahora: “¿y por qué no lo has hecho ayer?”… ¡Coño!, pues porque ayer no era sábado y no tocaba…
4 han comentado:
Es que hay cosas que son sagradas.
¿200 mujeres sin hombres?
¿qie empresa es esa?
En fin, la mía tuvo la cena ayer, con TODOS sus buitre-compañeros que se conjuntaban con el minivestido de mi mujer (¿pero de verdad los hacen tan cortos?). A las 04,00 me quedé dormido y aún no había llegado.
Por supuesto dice que llegó a las 04,15.
Y claro estaba cansada. Y hoy también porque ha dormido poco
Así que yo hago el gilipollas escribiendo comentarios aquí a las 2 de la mañana
buenas noches y buen sábado.
Anda que...¡¡vaya dos!! bien ganado el cielo tienen algunas juassssssssss. Un saludo de una que se va a leer a cama con la gata.
pues yo pense que los que eran estrictos con el sabbath eran los judios... :-)
Jajajajajaajja entre manolo y aspective da miedo salir un sabado por la noche de cena, ya me los imagino:
Pues nada amigos, un placer pero tenemos que irnos a planchar la camisa nueva, jajajajajajajajajaja.
Biquiños¡¡¡
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