Una de médicos

Willy Foog tardó 80 días en dar la vuelta al mundo y el Conselleiro de Salnidad de la Xunta de Galicia afirma que las listas de espera en los hospitales se han rebajado considerablemente desde que gobiernan ellos, asegurando además que la espera para una intervención quirúrgica se han reducido hasta los 40 días.
Esto quiere decir que si Willy Foog estuviese esperando a operarse en un hospital gallego en el momento de partir de viaje y que a los 40 días del mismo lo llamasen para la intervención, lo pillarían en Nueva Zelanda o en Hawai, dependiendo por supuesto del lado por el que empezase a dar la vuelta, si por la izquierda o por la derecha.
Hoy he ido al urólogo a ver si de una puñetera vez me dan con unos problemillas que vengo arrastrando desde hace ya algún tiempo, como unos pinchazos que me dan con demasiada frecuencia en el riñón izquierdo, también en el testículo izquierdo y el dolor que algunas veces tengo al eyacular.
Me ha mandado hacer una eco y una radiografía, para las cuales ya tengo cita para el 14 de mayo, y luego volver a junto el doctor para que me de los resultados de esas pruebas y para lo que también me han dado cita.
Si yo emprendiese ahora la misma aventura de Willy Foog, podría dar la vuelta al mundo y llegar a tiempo para hacer estas pruebas. Mientras que sí después de hechas me vuelvo a embarcar otra vez en la aventura, podría dar la vuelta al mundo unas 24,67 veces aproximadamente.
Lo que quiere decir que cuando me llamasen para consulta yo estaría en Vietnam, y esto lo puedo decir muy seguro ya que yo partiría de mi casa con dirección hacia La Coruña y desde allí luego todo recto. Eso sí, en Vietnam pero con 24 vueltas ya completadas.
Aunque lo más probable y conociéndome como me conozco, estoy seguro que después de dar la vigésimo cuarta vuelta al mundo, en lugar de emprender otra me fuese a pasar 15 días a Muros.
Claro que todo esto siempre y cuando lo mío no sea grave, porque a lo mejor en la séptima vuelta la palmo en Tokio y menudo marrón le dejo a la familia, con lo caro que sale repatriar un cadáver desde Japón.
Conociéndote como te conozco estoy seguro que ya estás calculando para saber cuando me dieron la cita.
Bueno, pues deja la calculadora que ya te lo digo yo, para el 2 de noviembre del año 2.011, sí, sí, has leído bien… salvo que padezcas presbicia y no tengas las gafas puestas.
Y menos mal que me la dieron para las 10:20 y no me joden el café, porque yo soy de a las 10 puntual como un clavo. Menos mal también que aunque es doloroso a veces tampoco me siento enfermo. Y menos mal que de esta visita tampoco me metieron un dedo por el culo.
Y yo diciéndole a la auxiliar cuando le pedí la cita que no me la diese para antes de finales de mayo… y claro, luego quedé como un gilipollas al decirme para cuando me la daba.
También debí quedar como un chiflado, ya que de ponérseme cara de estupefacto en los primeros segundos pasé a las carcajadas en un visto no visto.
Al principio no quise la cita, pero ante insistencia de ella al final sí la acepté. Me dijo que las listas se suelen reducir… ¡no te jode!, ¿cuántos la palmarán mientras esperan?...
En fin, ya veré si me hago o no esas pruebas, la verdad es que no me cuesta nada y con un poco de suerte me llaman para el verano del año que viene.