Desayunando
OCURRIÓ HACE MAS DE 4 AÑOS
Cuando a Don Genaro los médicos le comunicaron que como mucho le quedaría mes y medio de vida, este miró a sus hijas que lo habían acompañado a la consulta y les regañó por el trato que de ellas había recibido a partir de que le diagnosticaron la enfermedad.
-Veis, tanto cuidado, tanta dieta y tanto medicamento para nada, en mes y medio me muero-
-Nosotros lo hacíamos por tu bien papá-
-Lo sé, lo sé, pero de ahora en adelante y para el poco tiempo que me queda de vida, dejadme que coma y beba lo que me de la gana, así que a partir de mañana no me volváis a regañar si me veis desayunar con una copita de caña-
-Pero papá…-
-Ni pero, ni nada, ya que me voy a morir dejadme que lo haga contento-
Las hijas miraron al doctor quien les respondió encogiéndose de hombros al mismo tiempo que les decía que eso ya daba igual y que dejasen al buen hombre ser feliz el poco tiempo que le quedaba.
Resignadas asintieron, por lo que el bueno de Genaro les pidió le devolvieran la botella de aguardiente de hierbas que tiempo atrás le habían arrebatado y ocultado.
A partir del día siguiente Genaro volvió a tomar el mismo desayuno que había tomado durante una gran parte de sus setenta y pico años de vida: una taza de leche y dos chupitos de aguardiente.
OCURRIÓ HACE UN PAR DE SEMANAS
Por la Cuesta de la Conga y a 30º a la sombra, subía uno que yo me sé, que se quedó de piedra al ver el fantasma de un viejo conocido caminando hacia él.
-¡Hostia puta!, no puede ser…-
A paso lento y apoyado en un bastón bajaba la cuesta un señor mayor con la mirada fija en el suelo, al cruzarse con éste que la subía levantó la vista y lo miró a la cara, la cual tenía desancajada y con una expresión que no sabría decir si era debida a una indisposición, o si era por haber visto vivo a un muerto…
Y justo en el momento de cruzarse en el camino, el más viejo saludó al otro:
-Adiós Manuel-
Y este le devolvió el saludo
-Adiós D. Genaro-
Cada uno siguió su camino, cuesta arriba el tal Manuel, cuesta abajo D. Genaro.
Unos metros más adelante y habiendo una cierta separación entre ambos, se giró el tal Manuel pensando que al volverse ya no vería a nadie y que el cruzarse con D . Genaro no había sido más que una alucinación producida quizás por la calor.
Pero no, cuesta abajo y al mismo paso proseguía su camino D. Genaro, por lo que no tuvo el tal Manuel más remedio que exclamar ¡Manda un cacho de carallo!...
MORALEJA:
Un desayuno potente te dará energía, un desayuno vegetariano te hará sentirte sano.
Cuando a Don Genaro los médicos le comunicaron que como mucho le quedaría mes y medio de vida, este miró a sus hijas que lo habían acompañado a la consulta y les regañó por el trato que de ellas había recibido a partir de que le diagnosticaron la enfermedad.
-Veis, tanto cuidado, tanta dieta y tanto medicamento para nada, en mes y medio me muero-
-Nosotros lo hacíamos por tu bien papá-
-Lo sé, lo sé, pero de ahora en adelante y para el poco tiempo que me queda de vida, dejadme que coma y beba lo que me de la gana, así que a partir de mañana no me volváis a regañar si me veis desayunar con una copita de caña-
-Pero papá…-
-Ni pero, ni nada, ya que me voy a morir dejadme que lo haga contento-
Las hijas miraron al doctor quien les respondió encogiéndose de hombros al mismo tiempo que les decía que eso ya daba igual y que dejasen al buen hombre ser feliz el poco tiempo que le quedaba.
Resignadas asintieron, por lo que el bueno de Genaro les pidió le devolvieran la botella de aguardiente de hierbas que tiempo atrás le habían arrebatado y ocultado.
A partir del día siguiente Genaro volvió a tomar el mismo desayuno que había tomado durante una gran parte de sus setenta y pico años de vida: una taza de leche y dos chupitos de aguardiente.
OCURRIÓ HACE UN PAR DE SEMANAS
Por la Cuesta de la Conga y a 30º a la sombra, subía uno que yo me sé, que se quedó de piedra al ver el fantasma de un viejo conocido caminando hacia él.
-¡Hostia puta!, no puede ser…-
A paso lento y apoyado en un bastón bajaba la cuesta un señor mayor con la mirada fija en el suelo, al cruzarse con éste que la subía levantó la vista y lo miró a la cara, la cual tenía desancajada y con una expresión que no sabría decir si era debida a una indisposición, o si era por haber visto vivo a un muerto…
Y justo en el momento de cruzarse en el camino, el más viejo saludó al otro:
-Adiós Manuel-
Y este le devolvió el saludo
-Adiós D. Genaro-
Cada uno siguió su camino, cuesta arriba el tal Manuel, cuesta abajo D. Genaro.
Unos metros más adelante y habiendo una cierta separación entre ambos, se giró el tal Manuel pensando que al volverse ya no vería a nadie y que el cruzarse con D . Genaro no había sido más que una alucinación producida quizás por la calor.
Pero no, cuesta abajo y al mismo paso proseguía su camino D. Genaro, por lo que no tuvo el tal Manuel más remedio que exclamar ¡Manda un cacho de carallo!...
MORALEJA:
Un desayuno potente te dará energía, un desayuno vegetariano te hará sentirte sano.
5 han comentado:
Pues no me parece caro el desayuno "vegetariano"
Buena moraleja. Mi abuela, con setenta y pico años, lo primero que se echaba al cuerpo era una copita de orujo. Llego a los 95
Y mi bisabuela, que también desayunaba con una copita y llegó a 97 pletórica de salud, que hasta se murió de accidente.
Te dejé una canción que va mucho con el cariño que toda la familia te tenemos en este rincón, la mujer se muere de risa cada vez que la escuchamos y dice que así cualquiera que lo lea va a pensar que trabajamos con Almodovar...
Un abrazo señor Trucho.
Desayuno desengrasante, jejeje
Besitossssssss
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