FELICES FIESTAS CON O SIN FREIXENET

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, querid@s amig@s, etc. etc. y etc.. Es costumbre de este que a ustedes y ustedas se dirige por medio de este escrito, llegar siempre tarde mal y arrastro bien sea para celebrar una fecha o en llegar a un sitio, unas veces por cojo, otras por despistado y otras por perezoso.
Es por ese motivo y también porque yo soy como soy y soy como me sale de los cataplines siempre y cuando la coyuntura así lo permita, llego 2 días tarde para FELICITAROS LAS NAVIDADES, pero también llego 5 días temprano para DESEAROS FELIZ AÑO.
Aunque sinceramente y siendo politicamente incorrecto como yo soy, que paséis unas fiestas tristes o alegres os lo deseo por tradición, porque yo soy de los que pienso que mejor una Noche Buena amarga o una Noche Vieja aburrida si la felicidad reina en vuestras vidas el resto de los días.
Es que en las Navidades hay mucha hipocresía. Siempre recordamos las cenas de Noche Buena de nuestra infancia como las mejores de nuestras vidas, pero eso era porque éramos ajenos a que la tía Pepa y la tía Juana se lanzaban miradas de víbora, que si el tío Bartolo y el tío Eustaquio les habia tocado sentarse juntos en la mesa y en toda la noche no se habían ni siquiera cruzado una mirada o ni cuenta te dabas de la mala hostia que se comían tu padre o tu madre por tener que ir a cenar a casa de sus respectivas suegras.
Tu eras un chaval que supongo al igual que yo eras feliz viendo a tanta familia junta con aparente aire festivo y porque esa noche cenabas langostinos. Y puede que hasta en un "escarceo" te hayas apropiado de una botella de cava en un despiste generalizado y junto con tus primos y hermanos te la bajes a morro, oculto bajo la mesa, tapado por el mantel y a los pies de toda la peña. Esa fue mi primera borrachera y cuando me preguntaron que hacía gateando por la casa les dije que buscaba el chorizo que me había caído del bocadillo... Inocencia y alcohol son mala combinación y por eso me pillaron simplemente por la pronunciación, eso sí, cuando me puse en pie ayudado por mi padre y las burbujas subieron de golpe al coco, perdí la noción de todo y de esa noche ya no recuerdo más.
Eso es algo que aun de mayor me pasa con frecuencia, que si me pillo un pedo al día siguiente no recuerdo casi nada... y esta Noche Buena me lo pillé en casa de mi familia política. Poco recuerdo de esa noche, pero dicen que actué y que estuve fantástico pese a que entre mis balanceos, la coreografía con la que acompañé las canciones que canté de las cuales salvo la de O Sacristán de Coimbra que lo hice en portugués el resto lo hice en inglés, interpretando para todos medio repertorio de mi admirado Bruce Springsteen. Como decía y como resultado de mi actuación hubo tres heridos leves, un jarrón chino reducido a chinas, una lámpara desencajada y una primita pequeña traumatizada.
El punto álgido de la noche llegó cuando me pillaron haciéndole el boca a boca a un langostino cocido con el fin de resucitarlo... o me la memoria me juega una mala pasada o creo recordar que alguien dijo al sorprenderme en esta actitud de llamar a una ambulancia y directo al manicomio. Ajeno a este comentario dejé de lado la reanimación del langostino el cual arrojé a mi cuñado dándole en un ojo el cual le dejé medio morado, agarré la guitarra de juguete y continué con mi repertorio.
No he vuelto por allí desde la Noche Buena, pero creo que cuando lo haga me dirán muchas cosas a la cara.
Ahora me reservo para actuar en Fin de Año en casa de mi madre que según me he enterado ya ha protegido o puesto a buen recaudo todo susceptible de ser rompible, por lo que por fin puedo decir que alguien me toma en serio y me prepara un escenario.
Pues eso, ahora voy a dejar de escribir que me ha dado un calambre en el dedo gordo de la mano derecha, pero antes quiero desearos a todos que tengáis UN FELIZ AÑO 2.012, aunque esa noche la pases de mala hostia porque el gilipollas de tu cuñado te de con un langostino en un ojo.