Yo me confieso: SOY UN DELINCUENTE
¡ESPAÑOLES!, por medio de la presente y ante todos vosotros obedientes contribuyentes, sufridos currantes, desolados parados y alegres subvencionados, que yo Manolo X, de los X de toda la vida (una cosa es que confiese un delito y otra que de pistas de mi identidad) en pleno uso de mis facultades mentales...(vamos a dejarlo así y no abundar en detalles) me confieso de HABER COMETIDO UN DELITO QUE ATENTA GRAVEMENTE CONTRA EL SISTEMA S.A. NITARIO ESPAÑOL, CONTRIBUYENDO CON ELLO A LA DEGRADACION DEL MISMO Y CON ELLO PONIENDO EN PREJUICIO EL DERECHO A LA SALUD DIGNA QUE TODOS LOS CIUDADANOS DE ESTE PAIS LLAMADO AQUÍ SE MERECEN Y QUE LA CONSTITUCIÓN OTORGA.
Si señores, señoras y señoritas, YO y ante tod@s ustedes y ustedas, poniendo la mano derecha sobre la primera novela de CABALLO DE TROYA por ser esta lo más parecido que tengo a la Biblia, me confieso de haber cometido ese delito, el cual y como agravante he llevado a cabo con premeditación, alevosía y si me apuras creo que hasta con nocturnidad.
Por lo tanto y en lo sucesivo, podéis decir de mí que soy un delincuente, un estafador, un falsificador, un defraudador y un tramposo (mi señora podría añadir más de mil calificativos peores de mí pero estos quedan reservados para ella pues creo que no es de caballeros como un servidor dar a los demás y a las damas las mismas confianzas que a la propia esposa).
Dicho esto paso a confesaros mi delito, aunque en la confesión sustituya nombres propios o nombres de enfermedades por una "X". Y lo haré así no por miedo a lo que me pueda suceder, sino por temor a perjudicar a quien trato de ayudar.
El delito que he cometido y sin saber yo nada de leyes podría entrar dentro de lo que en términos judiciales se dice "falsificación de documento público para la obtención de un beneficio que no correspondía".
Un delito similar al de La Campanario con el agravante de que yo no me arrepiento y que volvería a hacerlo otra vez y las que fuesen necesarias a quien me lo pidiese y de verdad lo necesitase. Es más ME SIENTO ORGULLOSO DE HABER DELINQUIDO.
Dicho delito en cuestión es que he empadronado en mi casa a un chaval de 25 años al que no conozco ni siquiera de vista y con el que tampoco he hablado nunca.
Las razones o la única razón por lo que lo he hecho es porque ese chaval llamado X padece desde nacimiento una grave malformación que también padece mi hijo y que medicamente se conoce con el nombre de X y que según las estadísticas afecta a 1 de cada 1.000 nacimientos en Aquí.
Que X vive a 50 km. de Santiago y que esos putos 50 km. son el único impedimento que le ponen para que X pueda ser intervenido por el Dtr. X, único doctor en Galicia que está capacitado para implantarle cierto "organo artificial" para que el mal crónico que padece este chaval, incurable y que presenta secuelas más graves si cabe que el tener que desplazarse en una silla de ruedas como hace, puedan ser notablemente corregidos y parcialmente subsanados como ha sido el caso de mi hijo a quien gracias a esta intervención le han corregido una gravísima secuela.
Bien honrados lectores y honradas lectoras, ahí queda mi confesión, ahora tú como ciudadano o como ciudadana concienciado o concienciada estás en tu derecho a denunciarme ante las autoridades competentes e incompetentes, ahora bien, antes de hacerlo te ruego me respondas a la pregunta que dejo.
¿Hay derecho, o es de paises avanzados, que 50 km separen a un discapacitado grave de una notabilísima mejoría en su salud y calidad de vida cuando en teória el sistema le reconoce este derecho y en la realidad le da naranjas de la China?. ¿Es de recibo que mi hijo SI tenga ese derecho por el simple hecho de pertenecer a la comarca de Santiago, que es en la plaza donde el Dtr. X trabaja, y que el pobre X tenga que joderse para los restos por residir a 50 km y por lo tanto no tiene derecho a que lo asista ese médico pese a que con sus impuestos y cotizaciones lo está pagando igual que yo?.
Señores, señoras y señoritas, por segunda vez en esta entrada les doy permiso para que digan de mí lo que quieran, a que me insulten y si lo ven correcto me denuncien, ahora bien, como me llegue la benemérita a casa y me ponga los grilletes, indagaré, indagaré e indagaré hasta dar con el denunciante y a Dios pongo por testigo que como al final me tope con el chivato, le meto dos hostias y a no ser que me las devuelvas me quedo tan ancho.
Si señores, señoras y señoritas, YO y ante tod@s ustedes y ustedas, poniendo la mano derecha sobre la primera novela de CABALLO DE TROYA por ser esta lo más parecido que tengo a la Biblia, me confieso de haber cometido ese delito, el cual y como agravante he llevado a cabo con premeditación, alevosía y si me apuras creo que hasta con nocturnidad.
Por lo tanto y en lo sucesivo, podéis decir de mí que soy un delincuente, un estafador, un falsificador, un defraudador y un tramposo (mi señora podría añadir más de mil calificativos peores de mí pero estos quedan reservados para ella pues creo que no es de caballeros como un servidor dar a los demás y a las damas las mismas confianzas que a la propia esposa).
Dicho esto paso a confesaros mi delito, aunque en la confesión sustituya nombres propios o nombres de enfermedades por una "X". Y lo haré así no por miedo a lo que me pueda suceder, sino por temor a perjudicar a quien trato de ayudar.
El delito que he cometido y sin saber yo nada de leyes podría entrar dentro de lo que en términos judiciales se dice "falsificación de documento público para la obtención de un beneficio que no correspondía".
Un delito similar al de La Campanario con el agravante de que yo no me arrepiento y que volvería a hacerlo otra vez y las que fuesen necesarias a quien me lo pidiese y de verdad lo necesitase. Es más ME SIENTO ORGULLOSO DE HABER DELINQUIDO.
Dicho delito en cuestión es que he empadronado en mi casa a un chaval de 25 años al que no conozco ni siquiera de vista y con el que tampoco he hablado nunca.
Las razones o la única razón por lo que lo he hecho es porque ese chaval llamado X padece desde nacimiento una grave malformación que también padece mi hijo y que medicamente se conoce con el nombre de X y que según las estadísticas afecta a 1 de cada 1.000 nacimientos en Aquí.
Que X vive a 50 km. de Santiago y que esos putos 50 km. son el único impedimento que le ponen para que X pueda ser intervenido por el Dtr. X, único doctor en Galicia que está capacitado para implantarle cierto "organo artificial" para que el mal crónico que padece este chaval, incurable y que presenta secuelas más graves si cabe que el tener que desplazarse en una silla de ruedas como hace, puedan ser notablemente corregidos y parcialmente subsanados como ha sido el caso de mi hijo a quien gracias a esta intervención le han corregido una gravísima secuela.
Bien honrados lectores y honradas lectoras, ahí queda mi confesión, ahora tú como ciudadano o como ciudadana concienciado o concienciada estás en tu derecho a denunciarme ante las autoridades competentes e incompetentes, ahora bien, antes de hacerlo te ruego me respondas a la pregunta que dejo.
¿Hay derecho, o es de paises avanzados, que 50 km separen a un discapacitado grave de una notabilísima mejoría en su salud y calidad de vida cuando en teória el sistema le reconoce este derecho y en la realidad le da naranjas de la China?. ¿Es de recibo que mi hijo SI tenga ese derecho por el simple hecho de pertenecer a la comarca de Santiago, que es en la plaza donde el Dtr. X trabaja, y que el pobre X tenga que joderse para los restos por residir a 50 km y por lo tanto no tiene derecho a que lo asista ese médico pese a que con sus impuestos y cotizaciones lo está pagando igual que yo?.
Señores, señoras y señoritas, por segunda vez en esta entrada les doy permiso para que digan de mí lo que quieran, a que me insulten y si lo ven correcto me denuncien, ahora bien, como me llegue la benemérita a casa y me ponga los grilletes, indagaré, indagaré e indagaré hasta dar con el denunciante y a Dios pongo por testigo que como al final me tope con el chivato, le meto dos hostias y a no ser que me las devuelvas me quedo tan ancho.
3 han comentado:
Ole!!! En tu caso yo lo habría hecho igual... así que me repito: ¡¡¡Ooooooooooooole!!!
Puede ser una buena base para el argumento de una película.
Manolo!
Creo que lo que padeces es inflamación del sentido común...una pena que no pase más a menudo y a más personas.
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