Busco cabeza de recambio... (mejor peluda que calva)
Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, querid@s amig@s, etc., etc. y etc.. Cuando son las tantas y pico o'clock de la madrugada de la enésima noche en vela, y que provoca que vea las letras borrosas y que por lo tanto no sé si lo que acabo de escribir fue una "e" o una "i", me siento delante del ordenador por sentir junto a él más calor del que siento en cama metido entre las sábanas de abajo y arriba, sobre la cual hay también una manta, una colcha y un edredón que mi señora debió comprar en un mercadillo en Carballo porque no calienta un carallo.
El motivo por el cual tenga tanto frío en cama es debido a que tengo ésta en un tercer piso sobre el nivel del suelo del cual a la par de la acera y a tres metros de mi puerta circula un río que a esta hora y con la helada que está cayendo, provoca que de él salga una espesa niebla que no me preguntes por dónde, pero que da la impresión se mete en mi cama pese a tener puertas y ventanas cerradas, y que aparte de violar mi aposento parece que se me mete dentro, provocando dolores en mi maltrecho cuerpo los cuales abarcan desde los huesos hasta los mismísimos huevos.
No dudo que teniendo una señora conmigo en la cama podría junto con ella sacarme de encima el frío, más en este momento prefiero sentir el calor que sale del ordenador al que me pueda proporcionar ella ya que puedo asegurar con absoluta certeza que si ahora la despierto para echar un "calientito", aparte de negarse podría violentarse. Y francamente no me apetece un carallo que me calienten la cara de una hostia si donde más frío paso es de cintura para abajo.
Estarás pensando y además muy acertadamente, por lo cual debo felicitarte de tener tan prodigiosa mente, que para sentir calor me bastaría con acurrucarme a ella y con nuestros correspondientes cuerpos unidos y encajados el uno contra el otro y sin necesidad de llegar al acoplamiento completo. Y sí, estoy de acuerdo contigo en que no sería mal remedio para combatir el frío, pero para ello surge el inconveniente que desde dos días para hoy estamos de morros la una contra el otro, con el grave agravante en este particular caso de que si el otro fuese otro me importaría un comino, pero como ese otro al que me refería soy yo y siendo vosotr@s tan list@s, os daréis cuenta enseguida de que con quien está enfadada es conmigo.
E igual que digo una cosa digo la otra, que si fuese otro quien estuviese acurrucado con ella para espabilarse el frío, sería yo quien estaría enfadado contra ella.
El por qué estamos enfadados no es cosa de vuestra incumbencia, pero ya que entre nosotros hay confianza os diré que siendo mujer ella y sea por lo que sea, la culpa siempre será mía aunque no sea, poniendo como única excepción que me diese la razón que fuese yo quien la pillase acurrucada en cama con otro. ¡Chsss!... y no te creas, que a lo mejor me suelta esa de "no es lo que parece", y por encima me echa la bronca por entrar en el dormitorio sin haber llamado a la puerta.
Si señores, señoras y señoritas... están leyendo ustedes lo que escribe un "calzonazos", lo cual no te creas me importa pues sé que soy uno más de tantos. Puede ser que tú, SÍ TÚ, que me estás leyendo seas uno de los nuestros, claro que a lo mejor te creés muy macho porque siempre te pones encima... Pero ¡ay amigo!, mucho han cambiado las cosas desde que inventaron el Kamasutra, el cual le dio opción a ellas de ponerse como quieran.
Sí señores, sí, me dirijo a ustedes varones que cuando al igual que yo el día que se casaron y supongo que por eso de los nervios o del puto nudo de la corbata que no nos salía derecho, dejamos nuestro hogar de solteros olvidándonos allí los huevos. Supongo que en mi caso la causa del olvido fueron los nervios ya que me casé con pajarita. Mejor dicho, me casé con la señora Encarna, pero de pajarita y aunque a ella le digo señora debo puntualizar que antes de decir "sí quiero" era una señorita.
Señoras, señoritas e indecisas, ruego por favor un poquito de respeto y no me traten de machista por decir eso de los huevos, porque de serlo ahora mismo estaría follando o solapado a mi señora en lugar de estar aquí dándoles la murga y hablándoles de la temperatura que por aquí hace y de la niebla que del río parece que nace.
Además quiero dejar constancia aquí mismo de mi antimachismo jurando por lo que sea que a mí me gusta más ponerme debajo.
¡¡¡¡ HOSTIAAAAAAAAAAAAA !!!!... de lo que me acabo de percatar... ¿a que no te imaginas porque coño veo las letras borrosas?... no señor, no es ni cansancio ni sueño, ¡¡¡ ES QUE SE ME OLVIDO PONERME LAS GAFAS...
¡Joder!, ¿y ahora que carallo hago?... me alegro de que mi vista siga con las dioptrías intactas, o me deprimo por lo mal que estoy de la cabeza...
Ya se me quitaron las ganas de escribir, así que mejor voy para cama e intento aproximarme al enemigo a ver si lo pillo dormido y me caliento con su cuerpo. Y si no duermo y me aburro me invento un debate interno en el que debatir entre si alegrarme o deprimirme.
El motivo por el cual tenga tanto frío en cama es debido a que tengo ésta en un tercer piso sobre el nivel del suelo del cual a la par de la acera y a tres metros de mi puerta circula un río que a esta hora y con la helada que está cayendo, provoca que de él salga una espesa niebla que no me preguntes por dónde, pero que da la impresión se mete en mi cama pese a tener puertas y ventanas cerradas, y que aparte de violar mi aposento parece que se me mete dentro, provocando dolores en mi maltrecho cuerpo los cuales abarcan desde los huesos hasta los mismísimos huevos.
No dudo que teniendo una señora conmigo en la cama podría junto con ella sacarme de encima el frío, más en este momento prefiero sentir el calor que sale del ordenador al que me pueda proporcionar ella ya que puedo asegurar con absoluta certeza que si ahora la despierto para echar un "calientito", aparte de negarse podría violentarse. Y francamente no me apetece un carallo que me calienten la cara de una hostia si donde más frío paso es de cintura para abajo.
Estarás pensando y además muy acertadamente, por lo cual debo felicitarte de tener tan prodigiosa mente, que para sentir calor me bastaría con acurrucarme a ella y con nuestros correspondientes cuerpos unidos y encajados el uno contra el otro y sin necesidad de llegar al acoplamiento completo. Y sí, estoy de acuerdo contigo en que no sería mal remedio para combatir el frío, pero para ello surge el inconveniente que desde dos días para hoy estamos de morros la una contra el otro, con el grave agravante en este particular caso de que si el otro fuese otro me importaría un comino, pero como ese otro al que me refería soy yo y siendo vosotr@s tan list@s, os daréis cuenta enseguida de que con quien está enfadada es conmigo.
E igual que digo una cosa digo la otra, que si fuese otro quien estuviese acurrucado con ella para espabilarse el frío, sería yo quien estaría enfadado contra ella.
El por qué estamos enfadados no es cosa de vuestra incumbencia, pero ya que entre nosotros hay confianza os diré que siendo mujer ella y sea por lo que sea, la culpa siempre será mía aunque no sea, poniendo como única excepción que me diese la razón que fuese yo quien la pillase acurrucada en cama con otro. ¡Chsss!... y no te creas, que a lo mejor me suelta esa de "no es lo que parece", y por encima me echa la bronca por entrar en el dormitorio sin haber llamado a la puerta.
Si señores, señoras y señoritas... están leyendo ustedes lo que escribe un "calzonazos", lo cual no te creas me importa pues sé que soy uno más de tantos. Puede ser que tú, SÍ TÚ, que me estás leyendo seas uno de los nuestros, claro que a lo mejor te creés muy macho porque siempre te pones encima... Pero ¡ay amigo!, mucho han cambiado las cosas desde que inventaron el Kamasutra, el cual le dio opción a ellas de ponerse como quieran.
Sí señores, sí, me dirijo a ustedes varones que cuando al igual que yo el día que se casaron y supongo que por eso de los nervios o del puto nudo de la corbata que no nos salía derecho, dejamos nuestro hogar de solteros olvidándonos allí los huevos. Supongo que en mi caso la causa del olvido fueron los nervios ya que me casé con pajarita. Mejor dicho, me casé con la señora Encarna, pero de pajarita y aunque a ella le digo señora debo puntualizar que antes de decir "sí quiero" era una señorita.
Señoras, señoritas e indecisas, ruego por favor un poquito de respeto y no me traten de machista por decir eso de los huevos, porque de serlo ahora mismo estaría follando o solapado a mi señora en lugar de estar aquí dándoles la murga y hablándoles de la temperatura que por aquí hace y de la niebla que del río parece que nace.
Además quiero dejar constancia aquí mismo de mi antimachismo jurando por lo que sea que a mí me gusta más ponerme debajo.
¡¡¡¡ HOSTIAAAAAAAAAAAAA !!!!... de lo que me acabo de percatar... ¿a que no te imaginas porque coño veo las letras borrosas?... no señor, no es ni cansancio ni sueño, ¡¡¡ ES QUE SE ME OLVIDO PONERME LAS GAFAS...
¡Joder!, ¿y ahora que carallo hago?... me alegro de que mi vista siga con las dioptrías intactas, o me deprimo por lo mal que estoy de la cabeza...
Ya se me quitaron las ganas de escribir, así que mejor voy para cama e intento aproximarme al enemigo a ver si lo pillo dormido y me caliento con su cuerpo. Y si no duermo y me aburro me invento un debate interno en el que debatir entre si alegrarme o deprimirme.
1 han comentado:
Ni por un instante dude que la culpa sería tuya... tanto la presente como las futuras que estan por llegar...
Esperemos se pasen pronto esas culpas, que siempre es más agradable aquello de calentarse con calor de pecho ajeno (aunque yo, para esos menesteres, gozo del calor que me proporciona mi fiel nórdico... él NUNCA me abandona, ni se enfada, ni me reprocha, ni na de na... sólo me da calor, calor y calor)
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