Análisis de la nueva REFORMA LABORAL (III)
Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, querid@s amig@s, etc., etc. y etc. y en especial a ti Mariano, porque ya te había avisado aquí y aquí en donde te expuse una por una es una, algunas de las posibles consecuencias que tu REFORMA LABORAL podría acarrear.
Yo no soy ni economista ni pitoniso pese a que mi abuela materna era una auténtica experta en eso del Tarot (tanto que una vez lo hizo conmigo y juro por Dios que acertó y descubrió algo que sólo sabíamos Dios, yo y una señorita que pocos días después se convirtió en la señora de otro), pero debe ser por la edad que tengo, que tampoco es tanta pues si no somos de la misma quinta es porque tú me llevas un par de ellas. Y también por lo que llevo currado a mis espaldas en una PYME, en cuya oficina tengo escuchado tertulias improvisadas entre 4 ó 5 empresarios que allí se juntaban para darle al pico, y a los cuales he escuchado decir verdaderas "barrabasadas y animaladas" que si hubiese tenido grabadas, si serían un escándalo mundial y no lo que amenaza Ruiz Mateos.
Escándalo mundial no por la importancia del asunto, ahora bien, hubiese dejado a la patronal española a la altura del betún cuando todos al unísono afirmaban que "todos los trabajadores españoles eran unos hijos de puta", o como cuando para pintar un patio de luces a 12 pisos de altura sin más medios que un simple tablón que lo cruzaba de ventana a ventana, el empresario que nos contrataba respondió a la negativa de mi jefe a pintarlo en tales condiciones con un: "si se mata, se mata... que para eso está asegurado".
Bien, como te decía Mariano (espero que hayas leído hasta aquí y no hayas tirado esta mi entrada a la papelera, porque ahora viene lo bueno) yo no soy pitoniso, pero he visto lo que se cuece en la calle y que tú desde tu despacho no ves.
Te lo dije, te lo advertí... Tú sigue dándole facilidades a los jefes para que puedan poner a sus más antiguos empleados en la calle por cuatro patacones, que como ya te advertí, esa alimentará a la verdadera "madre de nuestros males" que no es otra que la trampa, el fraude y vuelta a la picaresca, con el consiguiente resultado de engordar todavía más nuestra ya obesa economía sumergida.
Hoy el portal de mi edificio estaba empapelado con anuncios como este que va bajo el texto y que al igual que empapelaban mi portal supongo que uno por uno es uno, cada uno de los portales de la calle, que digo yo, pudiera ser que ese pintor que se anuncia esté legalizado y al corriente con el estado, pero mira, llevo 38 años trabajando en una empresa que se dedica a precisamente a eso y me da en la nariz que no. Que es muy probable que este señor sea un profesional como la copa de un pino que una vez en la puta calle se dedica al chapuceo con alevosía, a la luz del día y con publicidad incluida.
Yo ya te avisé, LOS TRABAJADORES ESPAÑOLES SOMOS DEMASIADO PÍCAROS Y NO NOS LA METERÉIS NI TIESA NI DOBLADA
Yo no soy ni economista ni pitoniso pese a que mi abuela materna era una auténtica experta en eso del Tarot (tanto que una vez lo hizo conmigo y juro por Dios que acertó y descubrió algo que sólo sabíamos Dios, yo y una señorita que pocos días después se convirtió en la señora de otro), pero debe ser por la edad que tengo, que tampoco es tanta pues si no somos de la misma quinta es porque tú me llevas un par de ellas. Y también por lo que llevo currado a mis espaldas en una PYME, en cuya oficina tengo escuchado tertulias improvisadas entre 4 ó 5 empresarios que allí se juntaban para darle al pico, y a los cuales he escuchado decir verdaderas "barrabasadas y animaladas" que si hubiese tenido grabadas, si serían un escándalo mundial y no lo que amenaza Ruiz Mateos.
Escándalo mundial no por la importancia del asunto, ahora bien, hubiese dejado a la patronal española a la altura del betún cuando todos al unísono afirmaban que "todos los trabajadores españoles eran unos hijos de puta", o como cuando para pintar un patio de luces a 12 pisos de altura sin más medios que un simple tablón que lo cruzaba de ventana a ventana, el empresario que nos contrataba respondió a la negativa de mi jefe a pintarlo en tales condiciones con un: "si se mata, se mata... que para eso está asegurado".
Bien, como te decía Mariano (espero que hayas leído hasta aquí y no hayas tirado esta mi entrada a la papelera, porque ahora viene lo bueno) yo no soy pitoniso, pero he visto lo que se cuece en la calle y que tú desde tu despacho no ves.
Te lo dije, te lo advertí... Tú sigue dándole facilidades a los jefes para que puedan poner a sus más antiguos empleados en la calle por cuatro patacones, que como ya te advertí, esa alimentará a la verdadera "madre de nuestros males" que no es otra que la trampa, el fraude y vuelta a la picaresca, con el consiguiente resultado de engordar todavía más nuestra ya obesa economía sumergida.
Hoy el portal de mi edificio estaba empapelado con anuncios como este que va bajo el texto y que al igual que empapelaban mi portal supongo que uno por uno es uno, cada uno de los portales de la calle, que digo yo, pudiera ser que ese pintor que se anuncia esté legalizado y al corriente con el estado, pero mira, llevo 38 años trabajando en una empresa que se dedica a precisamente a eso y me da en la nariz que no. Que es muy probable que este señor sea un profesional como la copa de un pino que una vez en la puta calle se dedica al chapuceo con alevosía, a la luz del día y con publicidad incluida.
Yo ya te avisé, LOS TRABAJADORES ESPAÑOLES SOMOS DEMASIADO PÍCAROS Y NO NOS LA METERÉIS NI TIESA NI DOBLADA
P.D. He borrado el teléfono del tal Luis, ya que así le haría propaganda, lo cual no tengo inconveniente en hacerle siempre y cuando haya euros por medio... y a ser posible en negro. ¡Que carallo!, a mi también me cuesta llegar a fin de mes y si le puedo sacar un euro a esto no seré yo quien predique con el ejemplo y me niegue a ello.
(Si alguno estuviese interesado en realizar en su casa alguno de los trabajos que hace este Luis, contacten por favor conmigo, que si no se lo saco en publicidad, se lo saco en comisión). Gracias
1 han comentado:
Has hecho bien en borrar el teléfono que igual le llamaba Hacienda.
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