viernes, 29 de julio de 2011

Viernes y fin de mes, ¿qué más quieres Andrés?

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, querid@s amig@s, etc. etc. y etc. Como tradicionalmente suele ocurrir hoy es viernes porque ayer fue jueves, además es un viernes especial ya que este de hoy coincide con fin de mes, lo cual quiere decir que una millonada de españoles cobrarán su nómina, lo que lo hace un día casi festivo pese a ser laborable.
Otra millonada la cobrará lunes por lo tanto comenzarán la semana de una forma más alegre de lo normal. Por otra parte y no sé si lo harán hoy o en el transcurso de la semana que comenzará precisamente la semana que viene, otra millonada de españoles cobrarán el subsidio de desempleo o las prestaciones por agotamiento del mismo.
Por ello y ante los acontecimientos que se avecinan, quiero recomendar y recomiendo a todos ellos que revisen sus bolsillos por si estos tienen agujeros, porque si algo tiene el dinero es que se va mucho más rápido de lo que llega y como te despistes un nada, se te cuela por el agujero y te puedes quedar de un palmo cuando eches la mano al bolsillo creyendo que tienes 50 euros y del mismo te sale un arrugadísimo billete de 5 euros y una poca de calderilla. Es entonces cuando nos entra el terrible dilema: ¿por dónde coño se me ha caído el cero a este billete de 50?.
Y señores, señoras y señoritas, después de estrujarnos y estrujarnos el coco pensando por dónde se nos habrá ido el cero, caeremos en la cuenta de que ente pitos y flautas se nos han ido 45 euros (más en flautas que en pitos) sin apenas darnos cuenta. Seguro que más de una vez te ha ocurrido esto y has pensado en dejar la música, es decir, menos flautas y menos pitos, pues para lo que ganas casi compensa más quedarse en casa tocándote los huevos que ir a currar y tocar la flauta. En este momento y teniendo un mínimo de cultura tendrías envidia de los gallegos pues nosotros junto con los asturianos, somos los únicos en este país llamado aquí, que podemos dejar de gastar en flautas y pasarnos a la gaita ya que todo aquel nacido en estos lares nace con ella incluida y aprendes a tocarla como quien dice sin apenas darte cuenta. Esto es lo que se dice instinto galaico-asturiano.
El resto de españoles en lugar de gaita nacen con pito y también aprenden a tocarlo por instinto... ahora bien, ¿no me vayas a comparar una gaita con un pito?.
Quien más quien menos sabe tocar el pito, para ello basta con soplar y a sonar, en cambio la gaita aparte de tener un sonido más bello, es más difícil de tocar por tener más notas, aparte de que para que suene antes debe hincharse esa cosa que es como una especie de bolsa que se llena de aire. Basándome en esta regla que acabo de exponer, debería decir que la mayoría de españoles son unos soplapitos salvo nosotros y nuestros primos hermanos asturianos que somos unos soplagaitas.
Es cierto que a veces estas expresiones pueden sonar a insulto, ahora bien, si vieses con que arte y delicadeza toco mi gaita te quedarías patidifuso, y pudiera darse el caso en el que al vérmela hinchada para que suene como debe sonar, más de uno o una me la quisiera soplar.
Pero bueno, no es de música de lo que quiero hablar en esta entrada y mucho menos dar lecciones de como se toca la gaita, así como tampoco me importa nada saber cómo tú tocas el pito.
Yo quiero hablaros hoy del fin de mes, de sus consecuencias y al mismo tiempo ayudaros en lo que pueda a que no se os escape el cero del billete de 50 euros por el agujero y os quedéis de un palmo de narices cuando al sacarlo del bolsillo para pagar algo y os encontréis con la desagradable sorpresa de tan horrible pérdida.
Primero y antes de nada voy a explicaros lo que es un 0 (cero). Un cero es una línea redonda que al trazarla suele acabar justo donde empieza, lo que más o menos quiere decir que le has dado una vuelta a la línea para nada, es por ello que el cero no equivale a nada.
Ahora bien, ese cero que supuestamente no equivale nada te haría saltar de alegría si en tú nómina apareciese situado a la derecha de los demás números, pero tampoco hagas una fiesta por ello, porque si te lo ponen después de la coma que separa los decimales estamos en las mismas. Vamos, que te pueden poner una docena de ceros y te quedas como estabas.
Lo mismo sucede si te lo ponen a la izquierda o antes de los otros números, que no vale para nada. Ahora bien, un cero bien dibujado y bien colocado tras un punto o a la derecha y antes de la coma ya es otra cosa mariposa.
Y esta señores, señoras y señoritas, es la gran curiosidad y paradoja del cero, que según donde lo pongas puede no valer nada o puede significar mucho. ¡Las matemáticas y la numerología es la ostia de curiosa!.
Porque tú imagínate que tu jefe se confunde y en tu nómina, donde debería poner 1000 euros, pone por equivocación un cero de más y se queda ésta en 10000... Bueno, lo primero que pensarás es que tu jefe se ha vuelto loco, ahora bien, ¿qué harías si te sucediese eso?... yo no sé tú, pero yo que soy muy honrado y honesto le devuelvo el cero y además para que quedase constancia de ello, lo haría con un cheque que pusiese en perfecto castellano: páguese al portador la cantidad de 0 euros, y luego le haría firmar un papel en conforme le he devuelto el cero que me dio de más.
¡Ah carallo!, pero como he dicho unos párrafos más arriba las matemáticas y la numerología son la ostia y a un nada que tu jefe tenga un mínimo de inteligencia podría hacer que ese cero valga 9000 eurazos. Ahora bien, yo lo llevaría a juicio, al Tribunal Supremo, al Constitucional o al de Estrasburgo si fuese necesario basándome en que el valor de cero es nada y un cero es lo que le devuelvo.
Y no me cabe la menor duda de que lo haría aunque me sacasen en el telediario de Matías Prats por listillo, pero las matemáticas son una ciencia exacta en la que recalco y me reafirmo: el cero es cero y no vale nada.
Llegado este extremo y a estas altas instancias por un puto cero de más, yo seguiría en mis trece y a vueltas con el valor del cero. Y puestos a que el cero es redondo, podría darle vueltas y vueltas y más vueltas, que devolviéndole el cero de los cojones daría mi deuda por saldada y de esa burra nadie me baja. Además y ante la duda, sacaría una fotocopia al cheque con el cero bien redondito y esto sería una prueba irrefutable de que mi cuenta está liquidada.
En fin, hoy es viernes y día de cobro para algun@s, por lo tanto a mi primer párrafo me remito y por lo tanto repito que reviséis los bolsillos por si hubiese que remendar algún agujero en los mismos, y si se diese el caso de que os vaya un cero de más en la nómina, seguid mi consejo y agarraos a las matemáticas como a un clavo ardiendo, pero en ningún caso le devolváis más que el cero y que se lo metan en los huevos.
He dicho y he comprobado que mi nómina no tiene ningún cero de más pero otra vez casi 300 euros de menos. ¡Y la denuncia sin llegar!.

jueves, 28 de julio de 2011

Ensalada de cosas

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, querid@s amig@s, etc. etc. y etc. Empezaba mi anterior entrada comentando que esto de la depresión es la ostia, pues es como una ola en la que en un momento estás arriba y de pronto y sin saber por qué estás abajo. Ante estos cambios en mi estado de ánimo he decidido aprovechar que estamos en verano y surfear por estas olas que te hacen subir, bajar, bajar, subir y viceversa. De momento y dada la poca experiencia que tengo en esto del surfismo no hago más que caerme de la tabla para que las olas me revuelquen cuan pechuga de pollo rebozada en pan rayado.
Me caigo e intento volver a subir a la tabla y a duras penas lo doy conseguido, porque subir si que doy subido, pero me cuesta mucho esfuerzo mantener el equilibrio, por ello un día estoy de buen humor y al otro estoy que me cargaría el mundo. Sí, ya sé que tú no tienes culpa de lo que me pasa y por lo tanto serías una víctima inocente de mi desequilibrado estado emocional, pero mira, si lo del juicio final es cierto seguro que yo salgo absuelto ya que tengo un amigo abogado que es muy bueno en esto.
En primer lugar y en mi defensa diría que la sociedad es la culpable. Ya sé que es un recurso muy pataconero, pero que el Atlético se quede sin el Kun Agüero también me jodió un huevo. ¿También es la sociedad culpable de la marcha del Kun?, sea o no lo sea yo le echo la culpa y si cuela, cuela, porque hay algo en mi interior que me dice que Dios también es colchonero.
¿En qué me baso para hacer tal afirmación?, pues en que Dios nunca ayuda a los buenos... ¿o acaso a te ha ayudado cuando le has pedido algo?... No me respondas con que sí porque entonces y desde aquí te digo que eres un jodido cabrón al que Dios ayuda dándote un boleto premiado del cupón mientras deja que muchos negritos se mueran de hambre y sed.
Y ahí queda esa indirecta directa al mentón de Nuestro Señor y que la encaje si tiene valor. Es que ya está bien coño, de que en esta vida haya que ser jodido y rejodido para que todo te vaya bien y triunfar. Bueno, no sólo eso, sino que un paso por Gran Hermano también ayuda lo suyo, pero yo por desgracia ya no estoy en edad de convivir tres meses con la juventud de hoy, vamos, no solo sería incapaz de convivir tres meses, sino que un par de horas serían más que suficientes como para hartarme de ellos y mandarlos a rascar los huevos, lo cual por cierto se les da también como a mí a diferencia de que ellos cobran un pastón y les puntúa en el curriculum vitae y cuando salen de la casa pronto encuentran trabajo en Sálvame o Supervivientes.
Fíjate sino y por poner un ejemplo en Aida Niza, mala donde las haya pero ahí la tienes. Y la jodida presume de hablar con Dios y por lo que se ve Éste le hace caso. Pudiera ser acaso gracias a que como ella tiene dicho suele andar sin bragas... pudiera ser, pudiera ser... aunque dudo que si yo fuese por ahí sin calzoncillos la Virgen se dignase a escucharme y mucho menos a hablar conmigo, porque si algo tenía la Virgen era mucha decencia pese a su "asunto" con el pájaro, lo cual señores, señoras y señoritas yo pongo muy en duda, porque ser seré de barrio y de chaval fui a la escuela pública, pero sé de muy buena tinta que los pájaros de toda especie alar, sean gallinas, golondrinas o palomas, ponen huevos y no tienen hijos. Bueno, lo que sale de los huevos sí son sus hijos propiamente hablando, salvo claro está los de las gallinas que salen con clara y yema y que fritos están muy ricos.
Y además según cuenta la historia de este preñazo, quien dejó embarazada a la Virgen fue una paloma lo que yo no me creo ni de coña. Perdónenme los católicos más católicos por lo que voy a decir, pero a Nuestra Señora la preñó un "pajarito" el cual más o menos en tamaño y grosor tiene adoptada la misma forma que el pajarito que preñó a mi señora, a su madre y a mi santa madre... y no te rías de lo que acabo de decir porque a la tuya también la preñó un "pajarito". o más bien pajarraco por tener éste más bien forma de rabo que de especie plumífera y voladora.
Ahora bien, fuese pajaro, pajarraco o pajarito, de lo que estoy seguro es de que el bicho entró en el nido y allí depositó su vómito, el cual seguro que se produjo de tanto entrar y salir, salir y entrar, y así sucesivamente hasta que se mareó como me sucedió a mí la última vez que subí en una feria al famoso saltamontes. Como me jodió potar ración y media de pulpo a la gallega, que servido en el plato de madera alimentaba con sólo mirar para él y luego esparcido por el suelo daba asco verlo.
Y es que tan increíble es lo de la paloma como increíble es lo que hace el estómago con los alimentos, los cuales propiamente dicho y desde el más sabroso y sofisticado, hasta un simple pulpo a la gallega, están sabrosísimos cuando entran por la boca y sin embargo cuando los expulsas son una mierda... y nunca mejor dicho.
Por eso digo yo que función más desagradable la del estómago que todo lo que toca se convierte en una mierda. Yo creo que si el ser humano fuese la máquina tan perfecta que dicen que es debería nacer sin estómago para así poder comer todos los días lo mismo. Imagínate que un día comes percebes y luego vas al retrete, de no ser por la función de esta víscera maliciosa, cagarías los percebes y sin monda, con lo cual los podrías volver a comer si no te despistas y tiras de la cadena. Y así sucesivamente hasta que quedases de percebes hasta los cojones. Entonces ahí ya sería cuestión de cambiar percebes por mejillones, por poner un ejemplo, pues cada cual tiene sus propios gustos culinarios.
Yo casi me atrevería a decir que no soy el primero que pensó en esto, de hecho el cocinar o todo lo relacionado con el comer tiene también por nombre eso de culinar o culinario. ¿Qué pasa pues?, que quien inventó lo de cocinar los alimentos pensó más en el cagar que en el paladar, porqueeee, eso de "culi" a cojones que viene de culo, y sino no me lo explico el por qué de ese nombre tan particular a eso de cocinar.
Pero bueno, sobre este proceso estomaquero poco puedo decir que desconozcáis salvo que profundice más y os hable de las úlceras de duodeno, lo cual hoy no voy a hacer porque creo que ya me extendí de carallo para no hablar de nada en concreto.
Y ahora que menciono la palabra concreto me está entrando un antojo de croquetas de pollo que no veas, por lo tanto corto y cierro esta entrada y me voy a zampar un bocata de chorizo Revilla. Y que me aproveche.

martes, 26 de julio de 2011

Pintor que pintas cosas. Mis últimos cuadros.

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, queridos amigos y amigas, etc. etc. y etc. Esto de la depresión es la ostia, una temporada estás en lo alto de la ola y otra en lo más profundo de las profundidades, y yo en estos momentos estoy entre lo alto y lo bajo, tirando más bien hacia abajo.
Las prisas por solucionar mi tema me pueden y yo, pese a ser gallego de pura raza y eso que dicen de nosotros y la escalera, estoy deseando que empiece la traca ya que soy incapaz de quedarme quieto en medio de la escalera.
Así que en lugar de hablaros de la mala ostia que tengo, mejor no hablo de nada y os muestro mis dos últimos cuadros que espero os gusten.


Una rosa azul pintada al óleo en un lienzo de 60 x 50, lo he titulado "rosa azul" ya que me pareció más conveniente que titularlo simplemente "una rosa", ya que esto podía dar lugar a confusiones confusas al ver una rosa que no es de color rosa.

Y este es de unas hojas también azules, pintada al óleo en un lienzo de 60 x 50. No se me ocurrió ningún título para esta entrada así que para evitar también confusiones lo he titulado "no son hojas de marihuana", lo cual resulta más que evidente dado el color de las mismas.
Ea, por hoy lo dejo que no estoy de buen humor, más bien al contrario. Si digo la verdad lo único que me apetece decir y bien alto: ¡ ME CAGO EN ....... TODO LO QUE SE MENEA !. ¡QUIERO GUERRAAAA!.


La lentitud de la justicia

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, querid@s amig@s, etc. etc. y etc. Si mal no recuerdo en la escuela me enseñaron que la luz se transmite a la velocidad de 300.000 km. por segundo, esto puede ser en la teoría, pero lo que es en la práctica aquí estoy yo para desmentirlo.
Hechos en los que me baso: el interruptor de mi salón se encuentra a menos de 3 metros de la lámpara y en cuanto le doy tengo que esperar unos 20 minutos a que esa se encienda. Conclusión: si la luz corre a la velocidad que se dice, debo tener un cable que en lugar de ir directamente del interruptor a la lámpara, hace un recorrido que va desde Sigüeiro a Singapur, de Singapur a Pekin, de Pekín a Nueva York, de ahí a Chicago, da un rodeo por Tenerife desde donde va a Villagarcía de Arosa, ahí reposa un rato y vuelta a hacer el mismo recorrido al menos 4 veces, hasta llegar a mi lámpara que después de tanto ir y venir se enciende.
Esto se soluciona fácilmente dando al interruptor 20 minutos antes de que anochezca para que en el momento que lo haga se encienda. Ahora bien, lo que yo quisiera saber y dado a lo que pago en el recibo de la luz es que si los gastos de tan largo viaje corren de mi parte. Yo apostaría a que sí pese a que en el recibo no se especifica nada de cargo por aduanas ni de transporte.
Pudiera ser también que a la hora de medir la velocidad de la susodicha luz se hayan equivocado y en lugar de ir a los 300.000 km/segundo, corra a la velocidad de la justicia, la cual corre muy despacio. Basta con decir que va para un mes que he puesto dos denuncias a mi enemigo del alma y que todavía no ha recibido ninguna notificación al respecto.
Bueno sí, la ha recibido porque yo mismo se lo he dicho y en toda su redondeada cara: "te he puesto dos denuncias, una por lo penal y otra por lo laboral, y me guardo otras dos para irte jodiendo poco a poco". ¡Ole mis huevos!, ¿a que sí?... pues claro que sí.
Pena de no sacarle una foto a la cara del otro cuando así de tranquilo se lo he espetado en todo el morro. Quizás cuando llegue el momento de juicio y si solicito el pertinente permiso y como si de un parto se tratase, pueda entrar con una cámara de vídeo y así poder grabarle, porque me gustaría quedarme con un recuerdo y nada mejor para ello que plasmar en imágenes el momento del acontecimiento, con la correspondiente cara de asombro cuando le digan porque está denunciado y de lo cual no tiene ni siquiera la más remota sospecha.
Porque eso sí, decir se lo he dicho, y ¡ole otra vez mis huevos!, que cuando me preguntó el por qué lo había denunciado mi respuesta fue: porque no tenía otra cosa que hacer.
El caso es que estoy ansioso de que llegue el momento de vérmelas cara a cara con él susodicho enemigo y en presencia de un juez, y además digo porque lo sé con certeza, que detrás de mí iran otros que también han presentado la correspondiente denuncia, pues el sujeto en cuestión está muy mal acostumbrado y muy mal informado. No se ha enterado de que Franco está muy muerto y que las leyes son para cumplir y que no se pueden pasar por el forro de los huevos aunque estés forrado de euros.
Y es que señores, señoras y señoritas, con esto de la crisis y el paro me parece a mi que los empresarios van de sobrados, tomándose al currante por un monigote del que hacen y deshacen lo que se les antoje. Es cierto que para el puesto de uno tienen cien a la puerta, ahora bien, si quieren que entre el de fuera primero deben sacar al que está dentro, eso sería lo correcto, claro que en este país llamado aquí los supuestos "empresarios", son más dados a hacerte la puñeta hasta aburrirte, amargarte y putearte para ahorrarse los euros que te corresponden como finiquito.
Por esa razón me encuentro en mi puesto de trabajo sin más misión que estar cruzado de brazos, vigilado en todo momento incluso cuando voy al baño atentos por si cago, meo o me la meneo y viendo como las funciones que durante 37 años vine realizando ahora las desempeñan sus hijos o una empresa de fuera.
Que bueno fui mientras fui bueno que hasta en cierta ocasión me agradeció que les hubiese enseñado todo lo que sabía aún sabiendo yo como me lo pagaría y que al final me está pagando como yo acertadamente me imaginaba.
Ahora estoy a la espera de que le lleguen las notificaciones, y quien espera desespera y yo empizo a estar impaciente por la tardanza en el tema. Quizá la tardanza sea porque la justicia está de vacaciones, quizá sea porque al igual que la electricidad que va desde el interruptor hasta la lámpara da tres vueltas al mundo antes de encenderse y que el requerimiento para el juzgado haga el mismo recorrido que la corriente.
Y señores, señoras y señoritas, siendo así peor irá el país y más tardaremos en salir de esta crisis, pues yo que soy contable no soy capaz ni siquiera de intuir la pasta que el estado se gastará en sellos de correo más los gastos añadidos por ser estos correos certificados con acuse de recibo.
En fin, sigo a la espera de la llegada de las notificaciones con el mismo ansia que un crío espera la llegada de los Reyes Magos, ahora bien, mi paciencia se está agotando y puesto que cuento con el atenuante de estar bajo tratamiento psiquiátrico, un día armo en el curro la marimorena y que sea lo que Dios quiera.
He dicho y que conste en acta por si algún día se me va la olla y monto la de Dios es Cristo, que tengo un informe psiquiátrico que dice textualmente que hay un alto riesgo de que sea heteroagresivo en mi puesto de trabajo.
Así que ya se pueden dar prisa en el juzgado que esa heteroagresividad que supuestamente y científicamente tengo está a punto de estallar.

miércoles, 20 de julio de 2011

Si hoy es jueves, ¡mañana es viernessss!,

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, querid@s amig@s, etc. etc. y etc.. Hoy aquí es jueves y supongo que también lo será donde tú estés. Antaño tal día como hoy era día de mercado en Santiago, hoy en día las tornas han cambiado pasándo a miércoles el día del mercado y estableciéndose el jueves como primer día de botellón, por lo tanto esta noche me costará un poco más conciliar el sueño por el ruido que harán poco más de la media docena de borrachos del pueblo donde vivo, los cuales hacen el botellón en el parque que hay debajo de mi habitación.
Sin ser yo violento y agresivo, temo que un día se me hinchen las pelotas y sacarlos de allí a ostias, eso sí, depués de contar cuantos son y sabiendo con certeza que ya no se tienen en pie por culpa de la borrachera, porque tonto tonto, tampoco lo soy, y la verdad es que levantarme de cama y salir a la calle en pijama y volver para casa con la cara destrozada no es cosa que me apetezca, y menos aún que después de ponerme la cara como un mapa acaben por tirarme al río.
Aunque mirándolo bien podría hacerlo sin ningún temor, eso sí, me sería un tanto incómodo sobre todo en los movimientos en seco. Porque de saber que acaban conmigo tirándome al río puedo bajar con el traje de neopreno puesto, en la pantorrilla sujeto con su correspondiente sujección un puñal que tiene una hoja de 20 cm. y en la mano el arpón cargado y que tiene una varilla de 1,20 m. Vamos, que con él puedo hacer un pincho moruno atravesando a tres de un sólo tiro. La dificultad estaría en poner a los tres en fila india.
Lo que sí estoy seguro es que si les aparezco de esa guisa y cagándome en lo más alto, se pillan un acojone que se les quitan las ganas de hacer más botellones, o al menos hacerlos debajo de mi casa.
Y que me lleve Dios ahora mismito si más de una noche me entraron ganas de bajar y liarme a ostias con ellos.
Ves, aquí sigo, Dios no me ha llevado y por lo tanto queda descartado que no estoy mintiendo... o lo que para algun@s sería peor: que Dios no existe.
Yo no quiero polemizar sobre su existencia o no, lo que sí puedo asegurar y aseguro es que o es sordo o pasa totalmente de mí. Porque mira que le he pedido ayuda un montón de ocasiones, ¡y ni una sóla vez acudió en mi auxilio!.
Cuantas veces me he preguntado: ¿y yo que coño le he hecho?, ¿por qué no me ayuda cuando se lo pido?, ¿porqué no rezo?... y para qué carallo voy a rezar si no me hace puto caso. Y quiero que conste que la Virgen tampoco me hace caso y eso que he recurrido a casi todas: A la del Pilar, A la Macarena, A la de Los Dolores, A la del Carmen y así un largo etc. de vírgenes.
No sé, a lo mejor es que se han vuelto feministas y no están por la labor de ayudar a un hombre, pero coño, se supone que Dios es mi padre celestial que no biológico. ¿Y qué padre no acude en la ayuda de un hijo cuando este se lo pide?... aparte mía claro, que el otro día mi hijo me pidió 50 euros para comprar la camiseta nueva del Barça y por el carallo se los he dado. Faltaría más. Que se haga del Atlético que no la cambiamos todos los años.
Pero salvo esto, mis hijos me tienen aquí para lo que sea y si me piden ayuda o auxilio, dejo lo que sea por ellos. Sirva como ejemplo que hace un par de meses mi hija acudió a mí por un problema con los estudios, nada más hacerlo dejé lo que estaba haciendo y me puse con ella, la verdad es que no pude ayudarla mucho por culpa de su tozudez.
La niña me planteó un problema matemático que no daba resuelto y que para mí estaba chupado, pero ella erre que erre en que yo estaba equivocado. La pregunta del problema en cuestión era saber a que era igual "equis", siendo mi respuesta que "equis" son dos rayas cruzadas y lo más igual que conozco a ellas es una cruz inclinada o un empate en la quiniela.
Pues nada, que no hubo forma de convencerla. Allá me empezó a meter letras y números entre paréntesis para que yo me enterase y me descolocó del todo, y luego se armó la marimorena, porque como yo le dije ¿qué coño pintan esas letras entre paréntesis si estamos con los números a vueltas?.
Y ahí saltó la madre en su defensa diciendo que yo no tenía ni idea de lo que hacía ni de lo que decía. ¡Manda carallo!, con la de "equis" que tengo visto yo a lo largo y ancho de mi vida. Es más, cada vez que el Celta juega fuera de casa le pongo una "equis" en la quiniela, un poco por desconfianza y otro por falta de delantera, por ello pongo la "equis" apostando al cero cero, habida cuenta de que a falta de un buen delantero tienen un buen portero.
Es que hay que tenerlos cuadrados para discutirme a mí que "equis" es igual a lo que sea, es más, si me paro a pensar incluso me podrían venir a la cabeza un montón de cosas iguales a "equis", así a bote pronto y por poner un ejemplo podría haberle dicho tambien que las piernas de mi mujer hacen una "equis" cuando yo me echo encima de ella con claras intenciones de eso, pero claro, eso no se lo pude decir a mi hija.
Bueno, aclarado queda pues que hoy no habrá mercado pero que el ganado sí saldrá de juerga, también y por si acaso pido a Dios, pese a las dudas sobre su sordera o existencia, que si bajo por culpa del ruido y me lío a mamporros con todos que no me rompan mucho la cara (ya veréis como tampoco me hará caso y dejará que me la partan), y quede claro que sé muy bien que "equis" es igual a muchas cosas de las que podría dar un mogollón de explicaciones.
Hala, a disfrutar del jueves y colorín colorada, esta entrada esta acabada.

martes, 19 de julio de 2011

Cosas mías

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, querid@s amig@s, etc. etc. y etc. Hoy es miércoles 20 de julio, ya va medio verano en el carallo y hasta el día de la fecha sólo pude darme un baño en la playa y más que un baño fue un chapuzón porque el agua estaba fría del copón.
Sigo pensando en que no hay derecho a esto, que una gran parte de España se esté torrando al sol mientras aquí estamos fresquitos y de cuando en cuando con lluvia. ¡Yo quiero playa joder!, comer tortilla a la sombra de los pinos, hacer unos largos en el agua, hacer castillos de arena y saltarme la legalidad vigente cazando berberechos aún a riesgo de que los vigilantes de las Cofradías de Mariscadores me cacen a mí.
Eso sí, si cazo berberechos con un par de ellos me llegan para comerlos ipso facto e in situ, no te vayas a creer que cazo un saco de ellos, ni mucho menos, ni siquiera un puñado para hacerme una empanada. El trabajo del marisqueo es muy jodido y sufrido y no seré yo quien les robe el sustento a mis paisanos, para eso están los guiris. Aunque igual que digo una cosa digo la otra y si los percebes se diesen por la zona de Rianxo, que es la playa que suelo frecuentar, otro gallo cantaría y me pasaría por el arco del triunfo a los vigilantes de las cofradías, porque la diferencia en sabor y en precio es proporcional al riesgo en cazarlos.
Ya ves, me van los deportes de riesgo siempre y cuando estos no impliquen levantar los pies del suelo. Es decir, que he practicado y me gusta el submarinismo a pelo o con botella de oxígeno, me gusta el rafting y me apasiona tumbarme en el sofá cuando mi mujer está a punto de llegar y tengo sin hacer las tareas del hogar.
Ahora bien, nada de puenting, parapente o todo aquello que haga que mis pies se despeguen del suelo, salvo que esté borracho, porque entonces no hay ni deporte ni nada que me acojone. Ni siquiera mi mujer, que puede llegar y encontrarse la casa sin hacer y a mi tumbado en el sofá con las manos en los huevos (ya sé que lo digo muchas veces, pero es esta mi postura habitual). Si tengo 2 vinos encima soy capaz de hacerle frente a ella y a una jaula de fieras.
Quién sería el que inventó el vino, quién supiera quien fue para hacerle el monumento que se merece. Ese vino al que cuando brindo con él le dedico alabanzas y loas del tipo: "este vino cristalino, nacido entre las montañas, duro eres, tú me matas, pero cagondios, vas a saber con quien tratas".
Una exquisitez para nuestro paladar cuando es bueno, un veneno para nuestro hígado cuando es malo. En cualquier caso y si coloca nos hace vivir la vida loca.
Yo que no soy un bebedor habitual ya que lo hago sólo en ocasiones extraordinarias, cuando lo hago es siempre con vino y no con otra cosa, aunque a decir verdad como tenga a mano una botella de licor de orujo, puedo chupar de ella hasta caerme de culo. Porque si algo tiene de especial este licor es que mientras lo tomas sentado todo va bien, sin embargo es al ponerte de pie cuando sientes los efectos adversos, como por ejemplo el sentir que todo da vueltas alrededor de ti. Incluso cuando te acuestas luego de pasarte con el licor por muy agarrado que estés a la cama ves como tu habitación gira alrededor de ésta. Esto me ha pasado cienes y cienes de veces y he encontrado el santo remedio para que todo este quieto: meter la cabeza bajo la almohada y por si esto no es suficiente, un cubo al lado de la cama por si con tanta vuelta me mareo.
Y debe ser que por ser casi abstemio que a un nada que bebo me agarro un pedo y yo cuando estoy pedorro canto y cuando canto lo hago de puta pena. ¿Te acuerdas de la etapa de cantante de Jesulín de Ubrique y lo malo que era?... pues yo lo supero, y no sólo borracho, sino que incluso sereno.
Porque también me gusta cantar, canto en la ducha, canto conduciendo, canto trabajando y de un tiempo a esta parte también canto a la hora de follar. Ojito, he dicho a la hora de follar no follando, lo que pasa es que como últimamente follo poco se me da por cantar para disimular que estoy jodido por no joder. Y quién sabe, a lo mejor un día de estos y para que me calle la mujer me pide sexo para no tener que escucharme.
Y es que a pesar de que llevo ya tres años con este blog hay muchas cosas que no sabéis de mí porque me las he callado, por ejemplo: ¿sabéis que mi mujer a veces ronca?... Bueno, pues si alguno lo supiese exijo una explicación del por qué lo sabe. Y seguro que tampoco os he contado el mayor y peor de mis vicios: morderme las uñas hasta hacerlas sangrar. Sí, muchas veces y hablando con otra gente que tiene también este cochino vicio se quejan del mismo, y cuando les enseño mis dedos se quedan asombrados y me dicen que lo mío es de record.
Y ya que hablo de records, tampoco os he contado que ostento un record que no he reconocido pero que bien pudiera estar en el libro Guinnes. Asómbrense, señores, señoras y señoritas, pero quien esto escribe puede presumir de echarse la corrida más grande de la historia, la cual fue de nada más y nada menos que de 16 km. y pico, jejeje. ¡Un As!.
Llevé a cabo esa proeza sin quererlo ni proponérmelo, pero una mañana cuando estaba a punto de salir de casa para el trabajo mi mujer se puso a tiro y ya que estaba a tiro me la tiré. Estaba pendiente de la jugada y de reojo atento al reloj ya que se me hacía tarde. Cuando la primera gota de semen salió de mi miembro viril, la saqué, la enfundé y salí a toda ostia para trabajar. Hice los 16 km. a 100 por hora, más cuando llego al trabajo y nada más bajarme del coche... sin quererlo yo me salió el resto dejándome un manchón de cojones en la zona de los mismos más la consiguiente vergüenza ya que ni supe ni quise explicar el hito que acababa de alcanzar.
Pero ahí queda esa marca, en el pantalón no porque se lavó y salió, pero cada vez que la recuerdo me aumenta muchísimo el ego. ¡Una corrida de 16 km.!... Y dicho esto lo cual se puede confirmar, reto a cualquiera a que bata este record.
Bueno, por hoy ya basta que los miércoles no es precisamente un buen día para escribir, por lo tanto: "colorín colorado, esta entrada se ha acabado".