Viernes y fin de mes, ¿qué más quieres Andrés?
Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, querid@s amig@s, etc. etc. y etc. Como tradicionalmente suele ocurrir hoy es viernes porque ayer fue jueves, además es un viernes especial ya que este de hoy coincide con fin de mes, lo cual quiere decir que una millonada de españoles cobrarán su nómina, lo que lo hace un día casi festivo pese a ser laborable.
Otra millonada la cobrará lunes por lo tanto comenzarán la semana de una forma más alegre de lo normal. Por otra parte y no sé si lo harán hoy o en el transcurso de la semana que comenzará precisamente la semana que viene, otra millonada de españoles cobrarán el subsidio de desempleo o las prestaciones por agotamiento del mismo.
Por ello y ante los acontecimientos que se avecinan, quiero recomendar y recomiendo a todos ellos que revisen sus bolsillos por si estos tienen agujeros, porque si algo tiene el dinero es que se va mucho más rápido de lo que llega y como te despistes un nada, se te cuela por el agujero y te puedes quedar de un palmo cuando eches la mano al bolsillo creyendo que tienes 50 euros y del mismo te sale un arrugadísimo billete de 5 euros y una poca de calderilla. Es entonces cuando nos entra el terrible dilema: ¿por dónde coño se me ha caído el cero a este billete de 50?.
Y señores, señoras y señoritas, después de estrujarnos y estrujarnos el coco pensando por dónde se nos habrá ido el cero, caeremos en la cuenta de que ente pitos y flautas se nos han ido 45 euros (más en flautas que en pitos) sin apenas darnos cuenta. Seguro que más de una vez te ha ocurrido esto y has pensado en dejar la música, es decir, menos flautas y menos pitos, pues para lo que ganas casi compensa más quedarse en casa tocándote los huevos que ir a currar y tocar la flauta. En este momento y teniendo un mínimo de cultura tendrías envidia de los gallegos pues nosotros junto con los asturianos, somos los únicos en este país llamado aquí, que podemos dejar de gastar en flautas y pasarnos a la gaita ya que todo aquel nacido en estos lares nace con ella incluida y aprendes a tocarla como quien dice sin apenas darte cuenta. Esto es lo que se dice instinto galaico-asturiano.
El resto de españoles en lugar de gaita nacen con pito y también aprenden a tocarlo por instinto... ahora bien, ¿no me vayas a comparar una gaita con un pito?.
Quien más quien menos sabe tocar el pito, para ello basta con soplar y a sonar, en cambio la gaita aparte de tener un sonido más bello, es más difícil de tocar por tener más notas, aparte de que para que suene antes debe hincharse esa cosa que es como una especie de bolsa que se llena de aire. Basándome en esta regla que acabo de exponer, debería decir que la mayoría de españoles son unos soplapitos salvo nosotros y nuestros primos hermanos asturianos que somos unos soplagaitas.
Es cierto que a veces estas expresiones pueden sonar a insulto, ahora bien, si vieses con que arte y delicadeza toco mi gaita te quedarías patidifuso, y pudiera darse el caso en el que al vérmela hinchada para que suene como debe sonar, más de uno o una me la quisiera soplar.
Pero bueno, no es de música de lo que quiero hablar en esta entrada y mucho menos dar lecciones de como se toca la gaita, así como tampoco me importa nada saber cómo tú tocas el pito.
Yo quiero hablaros hoy del fin de mes, de sus consecuencias y al mismo tiempo ayudaros en lo que pueda a que no se os escape el cero del billete de 50 euros por el agujero y os quedéis de un palmo de narices cuando al sacarlo del bolsillo para pagar algo y os encontréis con la desagradable sorpresa de tan horrible pérdida.
Primero y antes de nada voy a explicaros lo que es un 0 (cero). Un cero es una línea redonda que al trazarla suele acabar justo donde empieza, lo que más o menos quiere decir que le has dado una vuelta a la línea para nada, es por ello que el cero no equivale a nada.
Ahora bien, ese cero que supuestamente no equivale nada te haría saltar de alegría si en tú nómina apareciese situado a la derecha de los demás números, pero tampoco hagas una fiesta por ello, porque si te lo ponen después de la coma que separa los decimales estamos en las mismas. Vamos, que te pueden poner una docena de ceros y te quedas como estabas.
Lo mismo sucede si te lo ponen a la izquierda o antes de los otros números, que no vale para nada. Ahora bien, un cero bien dibujado y bien colocado tras un punto o a la derecha y antes de la coma ya es otra cosa mariposa.
Y esta señores, señoras y señoritas, es la gran curiosidad y paradoja del cero, que según donde lo pongas puede no valer nada o puede significar mucho. ¡Las matemáticas y la numerología es la ostia de curiosa!.
Porque tú imagínate que tu jefe se confunde y en tu nómina, donde debería poner 1000 euros, pone por equivocación un cero de más y se queda ésta en 10000... Bueno, lo primero que pensarás es que tu jefe se ha vuelto loco, ahora bien, ¿qué harías si te sucediese eso?... yo no sé tú, pero yo que soy muy honrado y honesto le devuelvo el cero y además para que quedase constancia de ello, lo haría con un cheque que pusiese en perfecto castellano: páguese al portador la cantidad de 0 euros, y luego le haría firmar un papel en conforme le he devuelto el cero que me dio de más.
¡Ah carallo!, pero como he dicho unos párrafos más arriba las matemáticas y la numerología son la ostia y a un nada que tu jefe tenga un mínimo de inteligencia podría hacer que ese cero valga 9000 eurazos. Ahora bien, yo lo llevaría a juicio, al Tribunal Supremo, al Constitucional o al de Estrasburgo si fuese necesario basándome en que el valor de cero es nada y un cero es lo que le devuelvo.
Y no me cabe la menor duda de que lo haría aunque me sacasen en el telediario de Matías Prats por listillo, pero las matemáticas son una ciencia exacta en la que recalco y me reafirmo: el cero es cero y no vale nada.
Llegado este extremo y a estas altas instancias por un puto cero de más, yo seguiría en mis trece y a vueltas con el valor del cero. Y puestos a que el cero es redondo, podría darle vueltas y vueltas y más vueltas, que devolviéndole el cero de los cojones daría mi deuda por saldada y de esa burra nadie me baja. Además y ante la duda, sacaría una fotocopia al cheque con el cero bien redondito y esto sería una prueba irrefutable de que mi cuenta está liquidada.
En fin, hoy es viernes y día de cobro para algun@s, por lo tanto a mi primer párrafo me remito y por lo tanto repito que reviséis los bolsillos por si hubiese que remendar algún agujero en los mismos, y si se diese el caso de que os vaya un cero de más en la nómina, seguid mi consejo y agarraos a las matemáticas como a un clavo ardiendo, pero en ningún caso le devolváis más que el cero y que se lo metan en los huevos.
He dicho y he comprobado que mi nómina no tiene ningún cero de más pero otra vez casi 300 euros de menos. ¡Y la denuncia sin llegar!.
Otra millonada la cobrará lunes por lo tanto comenzarán la semana de una forma más alegre de lo normal. Por otra parte y no sé si lo harán hoy o en el transcurso de la semana que comenzará precisamente la semana que viene, otra millonada de españoles cobrarán el subsidio de desempleo o las prestaciones por agotamiento del mismo.
Por ello y ante los acontecimientos que se avecinan, quiero recomendar y recomiendo a todos ellos que revisen sus bolsillos por si estos tienen agujeros, porque si algo tiene el dinero es que se va mucho más rápido de lo que llega y como te despistes un nada, se te cuela por el agujero y te puedes quedar de un palmo cuando eches la mano al bolsillo creyendo que tienes 50 euros y del mismo te sale un arrugadísimo billete de 5 euros y una poca de calderilla. Es entonces cuando nos entra el terrible dilema: ¿por dónde coño se me ha caído el cero a este billete de 50?.
Y señores, señoras y señoritas, después de estrujarnos y estrujarnos el coco pensando por dónde se nos habrá ido el cero, caeremos en la cuenta de que ente pitos y flautas se nos han ido 45 euros (más en flautas que en pitos) sin apenas darnos cuenta. Seguro que más de una vez te ha ocurrido esto y has pensado en dejar la música, es decir, menos flautas y menos pitos, pues para lo que ganas casi compensa más quedarse en casa tocándote los huevos que ir a currar y tocar la flauta. En este momento y teniendo un mínimo de cultura tendrías envidia de los gallegos pues nosotros junto con los asturianos, somos los únicos en este país llamado aquí, que podemos dejar de gastar en flautas y pasarnos a la gaita ya que todo aquel nacido en estos lares nace con ella incluida y aprendes a tocarla como quien dice sin apenas darte cuenta. Esto es lo que se dice instinto galaico-asturiano.
El resto de españoles en lugar de gaita nacen con pito y también aprenden a tocarlo por instinto... ahora bien, ¿no me vayas a comparar una gaita con un pito?.
Quien más quien menos sabe tocar el pito, para ello basta con soplar y a sonar, en cambio la gaita aparte de tener un sonido más bello, es más difícil de tocar por tener más notas, aparte de que para que suene antes debe hincharse esa cosa que es como una especie de bolsa que se llena de aire. Basándome en esta regla que acabo de exponer, debería decir que la mayoría de españoles son unos soplapitos salvo nosotros y nuestros primos hermanos asturianos que somos unos soplagaitas.
Es cierto que a veces estas expresiones pueden sonar a insulto, ahora bien, si vieses con que arte y delicadeza toco mi gaita te quedarías patidifuso, y pudiera darse el caso en el que al vérmela hinchada para que suene como debe sonar, más de uno o una me la quisiera soplar.
Pero bueno, no es de música de lo que quiero hablar en esta entrada y mucho menos dar lecciones de como se toca la gaita, así como tampoco me importa nada saber cómo tú tocas el pito.
Yo quiero hablaros hoy del fin de mes, de sus consecuencias y al mismo tiempo ayudaros en lo que pueda a que no se os escape el cero del billete de 50 euros por el agujero y os quedéis de un palmo de narices cuando al sacarlo del bolsillo para pagar algo y os encontréis con la desagradable sorpresa de tan horrible pérdida.
Primero y antes de nada voy a explicaros lo que es un 0 (cero). Un cero es una línea redonda que al trazarla suele acabar justo donde empieza, lo que más o menos quiere decir que le has dado una vuelta a la línea para nada, es por ello que el cero no equivale a nada.
Ahora bien, ese cero que supuestamente no equivale nada te haría saltar de alegría si en tú nómina apareciese situado a la derecha de los demás números, pero tampoco hagas una fiesta por ello, porque si te lo ponen después de la coma que separa los decimales estamos en las mismas. Vamos, que te pueden poner una docena de ceros y te quedas como estabas.
Lo mismo sucede si te lo ponen a la izquierda o antes de los otros números, que no vale para nada. Ahora bien, un cero bien dibujado y bien colocado tras un punto o a la derecha y antes de la coma ya es otra cosa mariposa.
Y esta señores, señoras y señoritas, es la gran curiosidad y paradoja del cero, que según donde lo pongas puede no valer nada o puede significar mucho. ¡Las matemáticas y la numerología es la ostia de curiosa!.
Porque tú imagínate que tu jefe se confunde y en tu nómina, donde debería poner 1000 euros, pone por equivocación un cero de más y se queda ésta en 10000... Bueno, lo primero que pensarás es que tu jefe se ha vuelto loco, ahora bien, ¿qué harías si te sucediese eso?... yo no sé tú, pero yo que soy muy honrado y honesto le devuelvo el cero y además para que quedase constancia de ello, lo haría con un cheque que pusiese en perfecto castellano: páguese al portador la cantidad de 0 euros, y luego le haría firmar un papel en conforme le he devuelto el cero que me dio de más.
¡Ah carallo!, pero como he dicho unos párrafos más arriba las matemáticas y la numerología son la ostia y a un nada que tu jefe tenga un mínimo de inteligencia podría hacer que ese cero valga 9000 eurazos. Ahora bien, yo lo llevaría a juicio, al Tribunal Supremo, al Constitucional o al de Estrasburgo si fuese necesario basándome en que el valor de cero es nada y un cero es lo que le devuelvo.
Y no me cabe la menor duda de que lo haría aunque me sacasen en el telediario de Matías Prats por listillo, pero las matemáticas son una ciencia exacta en la que recalco y me reafirmo: el cero es cero y no vale nada.
Llegado este extremo y a estas altas instancias por un puto cero de más, yo seguiría en mis trece y a vueltas con el valor del cero. Y puestos a que el cero es redondo, podría darle vueltas y vueltas y más vueltas, que devolviéndole el cero de los cojones daría mi deuda por saldada y de esa burra nadie me baja. Además y ante la duda, sacaría una fotocopia al cheque con el cero bien redondito y esto sería una prueba irrefutable de que mi cuenta está liquidada.
En fin, hoy es viernes y día de cobro para algun@s, por lo tanto a mi primer párrafo me remito y por lo tanto repito que reviséis los bolsillos por si hubiese que remendar algún agujero en los mismos, y si se diese el caso de que os vaya un cero de más en la nómina, seguid mi consejo y agarraos a las matemáticas como a un clavo ardiendo, pero en ningún caso le devolváis más que el cero y que se lo metan en los huevos.
He dicho y he comprobado que mi nómina no tiene ningún cero de más pero otra vez casi 300 euros de menos. ¡Y la denuncia sin llegar!.
1 han comentado:
En fin, ¿a quién no le faltan 300 euros en la nómina?... Ahí tus huevos, lo alucinante es que aún la tengas, jjjjjjjjjjjjj.
Si te van a dar por culo relájate, dicen que duele menos.
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