La mano que mata la mosca

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, desde anteayer el mundo se encuentra en un estado convulso y la verdad es que no es para menos, y todo porque Mr. Obama, más conocido como el primer presidente negro de los Estados Unidos, dio caza y muerte y paradógicamente en vivo y en directo, a una mosca que pacíficamente se posó sobre su oscura mano.

Y así como la pobre estaba y cuando menos se lo esperaba, una mano tan oscura como la primera le cayó encima con tal violencia que la aplastó y la escaralló viva.

El hecho no pasaría de ser una simple anécdota de no ser porque esa mano negra, la misma que sin piedad aplastó al que aunque sea molesto no deja de ser más que un inofensivo insecto, tiene entre sus oscuros dedos al que apretaría el botón en caso de conflicto bélico.

No sé qué os parecerá esto a vosotros y vosotras, pero a mí me preocupa mucho el hecho de que mi vida esté en las manos de quien con tanta sangre fría acaba con una vida, porque las moscas también son seres vivos igual que lo son las aves, los peces, los perros y los fetos, diferenciándose de estos últimos en que una mosca es mosca desde un principio, mientras que un feto no deja de ser una cosa viva que hincha en el vientre de la madre hasta que ésta lo expulsa y se convierte en un niño.

Y si es que en vez de colita tiene rajita, entonces en una niña.

Pero lo que más llama mi atención en el tema este de la mosca y Obama, es el silencio y la pasividad de las asociaciones que se dicen protectoras de animales. ¿Qué pasa con ellas?, y sobre todo ¿dónde están las autitaurinas que no las veo manifestarse en pelotas?... porque mira que hace un tiempo cojonudo para salir a la calle desnudo…

Pues sepan que yo a esta protesta me hubiese sumado, eso sí, lo hubiese hecho en calzoncillos porque soy un hombre casado. Pero me hubiese manifestado, que coño, a fin de cuentas las moscas también tienen derecho a la vida.

Otra cosa que llamó mi atención es el sensacionalismo de la prensa, pues eso de decir que la cazó a la primera y como si fuera un ninja me parece a mí que es demasiado decir, aparte de que tal afirmación es fruto de la ignorancia de quien la hace, porque si conociesen un poco de filosofía oriental sabrían que los ninjas cazaban las moscas con los palillos que utilizan para comer el arroz tres delicias.

Y si tenéis alguna duda acerca de esto que acabo de decir no tenéis más que ver la película de Karate Kid. Yo la he visto en sus tres versiones: cine, vídeo y televisión, por lo tanto sé muy bien de lo que hablo.

En el aprendizaje del Ninjatsu, que es el arte marcial que practican los ninjas, en el momento en el que un alumno es capaz de cazar una mosca al vuelo con los palillos le dan el título de ninja. Aparte del título le dan también la mosca y los palillos como recuerdo de graduación.

Y eso es así porque lo he visto en una de las tantas y tantas películas chinas que me he tragado, por lo que casi me atrevería a decir que yo de filosofía oriental chano un huevo.

Lo que quiero decir con esta entrada, es que no me ha hecho gracia ver a Obama matando una mosca… y ojito que con esto no quiero decir que sea una persona de tiro fácil como su antecesor, pero un presidente tiene que ser como una reina, que aparte de ser casta tiene que parecerlo, y no está bien que se dedique a cazar moscas en los estudios de televisión.

El presidente de los Estados Unidos tiene mostrarse al mundo como una persona amante de los animales y no lo ha hecho. Pudo haberlo remendado si en lugar de decir al de la cámara que enfocase la agonía del insecto, se hubiese arrodillado y le hiciese el boca a boca.

Ahora es demasiado tarde...

Ellas también aman.