De borrasca en borrasca (II)

Y tras la tempestad llegó la calma, cosa que es lógica porque no hay tempestad que cien años duré, pero según tengo entendido seguimos en alerta colorada ya que anuncian otro temporal para mañana.
Yo no tengo ni puñetera idea de meteorología, aunque como muchos tengo mis trucos para predecir un cambio de tiempo. Salgo a la calle y miro al cielo, si las nubes van para Coruña chungo, si van para Pontevedra bueno, si el cielo está despejado hace sol y si llueve voy corriedo a por el paraguas.
Pese a dominar perfectamente estos trucos debo reconocer que esta borrasca que estamos padeciendo me tiene un poco desconcertado, lo que me lleva a pensar que no viene de las Azores como la mayoría de las que entran por aquí.
De unos años para aquí me suele acompañar con el mal tiempo una ligera molestia en la rodilla izquierda, y desde hace un par de días que tengo esa misma molestia en la rodilla derecha.
Y eso puede significar una de dos cosas: o que la borrasca es de origen desconocido, o que la rodilla derecha se me está haciendo tan vieja como la izquierda. O lo que es peor… puede significar las dos cosas a la vez.
Sea lo que sea yo estoy preparado para la que nos venga. Por si se va la luz me he provisto de velas, pilas para la linterna y tabaco por si me aburro. Y si es porque las rodillas no me aguantan en el trastero tengo dos muletas de recuerdo de un accidente.
También tengo un traje de neopreno por si el río que pasa pegadito a mi casa se desborda, por lo que también había pensado en poner unos sacos de arena en las ventanas que dan a él, pero viviendo en un tercero y sin ascensor no creo que el agua suba tanto.
En este momento ni llueve ni hace viento aunque sí un poquito de hambre, pero para eso también he tomado mis precauciones y tengo delante mía un paquete de galletas de chocolate Príncipe de Bequelarre.
Como veis soy un hombre muy precavido y además preparado para cualquier inclemencia con la que nos sacuda nuestra otra madre, la madre naturaleza. Que aparte de todas las precauciones tomadas y mencionadas, se me olvidó decir que tras la puerta de mi casa tengo un paragüero con dos paraguas.
Mañana se prevé un día como esta pasada noche y yo me voy a la fiesta que da el amigo Eulogio, su blog cumple un año y eso hay que celebrarlo.
Ahora mismo estoy a la espera de que empiece a soplar el viento para según la fuerza y la dirección hacer mis cálculos aeronáuticos y así poder determinar con exactitud el lugar de despegue y el de aterrizaje, ya que el mínimo fallo puede hacer que en vez de llegar al Barco de Valdeorras, llegue a las Dunas de Corrubedo.
Porque el viaje ese me lo voy a hacer volando, sí, sí, volando. Para ello he tuneado las alitas de un disfraz de ángel convirtiéndolas en alerones, el casco del Vespino de mi cuñado y las botas de pescar de mi vecino. Incluso he pensado llevar un buzo de trabajo de la empresa por si le saco unos euros haciendo publicidad.
Así que ya lo sabes Eulogio, mañana cuando comience la fiesta sal hasta la puerta y fíjate bien. Si ves pasar algo sin identificar a toda hostia y hace “PIIII PIIIIIIIIIIIIIIIII”, es que han puesto a funcionar el AVE.
Si grita ¡AHHHHHHHHHHHH! lo más probable es que sea yo, que pudiera gritar por no saber exactamente donde está tu casa o porque me haya quedado sin frenos, en cualquier caso no intentes detenerme que te puedo llevar por delante.
Y por si me paso de largo y no llego, sirva esta entrada para desearte MUCHAS FELICIDADES.