¿Existe Dios?... ¿no existe?... ¿viaja en autobús?...
Hoy al mediodía cuando tomaba tranquilamente el café dieron una noticia en la televisión y se me puso el cuerpo de tal manera que tuve que ir corriendo al baño, aunque lo de ir al baño a toda prisa es efecto del café.
Y estando con mis posaderas acomodadas en el inodoro le dí vueltas a la noticia de la tele hasta que se me encendió la luz, la luz de la inspiración ya que la del baño la había encendido yo manualmente un poco antes de bajarme los pantalones.
La noticia a la cual me refiero decía que en los autobuses urbanos de Barcelona van a poner una publicidad que dice: DIOS NO EXISTE, ASÍ QUE DEJA DE PREOCUPARTE.
Y estando con mis posaderas acomodadas en el inodoro le dí vueltas a la noticia de la tele hasta que se me encendió la luz, la luz de la inspiración ya que la del baño la había encendido yo manualmente un poco antes de bajarme los pantalones.
La noticia a la cual me refiero decía que en los autobuses urbanos de Barcelona van a poner una publicidad que dice: DIOS NO EXISTE, ASÍ QUE DEJA DE PREOCUPARTE.
Y que esta publicidad será contrarestada con otra que pondrán en los autobuses de Madrid y que dirá: DIOS SI EXISTE… y no recuerdo que más.
Y lo que a mí me choca es que sean los catalanes precisamente quienes digan que no existe. Apostaría lo que no tengo a que la idea de la propaganda esa salió de la cabeza de un seguidor del Español, porque mi hijo, mi tío y un compañero de trabajo dicen que Dios existe y se llama Leo Messi.
En mis tiempos de catequista… sí, ¿qué pasa?, ¿es que tú no tienes un pasado?... pues yo tengo unos cuantos y algún día hablaré de ellos, pero hoy toca mencionar mi pasado religioso, el más decente que tengo.
Fue breve, muy breve. Había que entrenar a los más pequeños para recibir la primera comunión, el cura pidió voluntarios por el barrio y nos tocó a cuatro o cinco que pasábamos por allí. 12 ó 13 años tendríamos, y yo no recuerdo cuanto aguanté pero cuando me marché los otros aún quedaban.
Reconozco que al principio la idea no me pareció tan mal, no me refiero a la de predicar la palabra de Dios, si no a la de tener mando y autoridad ante la chiquillada. Pero cuando me asignaron a mis ocho “pequeños saltamontes” ya entendí que aquello no era para mí.
Minguitos, Joaquín “el Machaquito”, Candido “el bgagas”, Farruco… ¿es qué no había otros padre?... ¿pero cómo coño voy a enseñarles la palabra de Dios, si después me voy a mangar fruta o jugar al futbolín con ellos?.
Ahora que lo pienso creo que aquello fue un experimento del tipo “Gran Hermano” llevado a cabo por el cura que era muy moderno para aquellos tiempos. Todos metidos en la Iglesia, sin cámaras pero bajo la atenta mirada del Espíritu Santo en forma de paloma que sobre el hombro de un santo no nos quitaba ojo de encima.
Les tenía que enseñar un catecismo pequeño y si mal no recuerdo creo que se aprendieron las dos primeras preguntas, las cuales se respondían con un SI o un NO.
Les dí la absolución y el aprobado y presenté mi dimisión irrevocable bajo el pretexto de ir a mear a la “carballeira” (robleda).
Y lo que a mí me choca es que sean los catalanes precisamente quienes digan que no existe. Apostaría lo que no tengo a que la idea de la propaganda esa salió de la cabeza de un seguidor del Español, porque mi hijo, mi tío y un compañero de trabajo dicen que Dios existe y se llama Leo Messi.
En mis tiempos de catequista… sí, ¿qué pasa?, ¿es que tú no tienes un pasado?... pues yo tengo unos cuantos y algún día hablaré de ellos, pero hoy toca mencionar mi pasado religioso, el más decente que tengo.
Fue breve, muy breve. Había que entrenar a los más pequeños para recibir la primera comunión, el cura pidió voluntarios por el barrio y nos tocó a cuatro o cinco que pasábamos por allí. 12 ó 13 años tendríamos, y yo no recuerdo cuanto aguanté pero cuando me marché los otros aún quedaban.
Reconozco que al principio la idea no me pareció tan mal, no me refiero a la de predicar la palabra de Dios, si no a la de tener mando y autoridad ante la chiquillada. Pero cuando me asignaron a mis ocho “pequeños saltamontes” ya entendí que aquello no era para mí.
Minguitos, Joaquín “el Machaquito”, Candido “el bgagas”, Farruco… ¿es qué no había otros padre?... ¿pero cómo coño voy a enseñarles la palabra de Dios, si después me voy a mangar fruta o jugar al futbolín con ellos?.
Ahora que lo pienso creo que aquello fue un experimento del tipo “Gran Hermano” llevado a cabo por el cura que era muy moderno para aquellos tiempos. Todos metidos en la Iglesia, sin cámaras pero bajo la atenta mirada del Espíritu Santo en forma de paloma que sobre el hombro de un santo no nos quitaba ojo de encima.
Les tenía que enseñar un catecismo pequeño y si mal no recuerdo creo que se aprendieron las dos primeras preguntas, las cuales se respondían con un SI o un NO.
Les dí la absolución y el aprobado y presenté mi dimisión irrevocable bajo el pretexto de ir a mear a la “carballeira” (robleda).
Con los curas no funciona la excusa de salir a comprar tabaco, los muy jodidos son capaces de encargarte que también les lleves un paquete para ellos.
Pero refiriéndome a la pregunta de si Dios existe o no, puedo asegurar que en ese tiempo que he estado en su casa trabajando mano a mano con uno de sus empleados en llevar su evangelio por ahí, juro que no lo he visto y por lo tanto no sé si existe o no, pero puedo asegurar que San Cayetano sí existe porque lo he visto con mis propios ojos.
Está allí, de pie en el altar de la parroquia de mi barrio, tiene barba, una cosa redonda y amarilla alrededor de su cabeza y antiguamente tenía una cajita a sus pies con un cartelito en el que se leía: “Para arreglar el tejado de la Iglesia”.
Pero refiriéndome a la pregunta de si Dios existe o no, puedo asegurar que en ese tiempo que he estado en su casa trabajando mano a mano con uno de sus empleados en llevar su evangelio por ahí, juro que no lo he visto y por lo tanto no sé si existe o no, pero puedo asegurar que San Cayetano sí existe porque lo he visto con mis propios ojos.
Está allí, de pie en el altar de la parroquia de mi barrio, tiene barba, una cosa redonda y amarilla alrededor de su cabeza y antiguamente tenía una cajita a sus pies con un cartelito en el que se leía: “Para arreglar el tejado de la Iglesia”.
6 han comentado:
La verdad es que no se a que compañia de publicidad se le a ocurredo esta idea, lo que si se es que se va a montar la de Diós.
Feliz 2009.
La idea, según he leído, nació en Gran Bretaña y se mantiene por colecta popular a través de ciertos grupos agnósticos.
Estoy de acuerdo con la campaña y con su idea, pero no sé si es realmente necesario publicitarlo y si el autobús es el soporte ideal.
Sigue como hasta ahora. Este blog es imprescindible cuando quieres pasar un buen rato leyendo algo interesante y divertido.
Gracias por tus esfuerzos.
No sé de quien habrá sido la idea, pero lo que si sé es que se está liando la de Dios, como dice Aspective.
Y digo yo, con la cantidad de gente necesitada que hay... ¿por qué no se gastan el dinero de la publicidad en ayudar a los necesitados?
Un beso y feliz finde
Me enferma este tipo de cosas, vamos es que a mi la iglesia y sus cosas me ponen de los nervios. Que se dejen de tomterias y vendan el Vaticano y ayuden a los más necesitados como tienen que ayudarlos, que se moje el Rouco Varela y el Papa como lo hacen los misioneros que para mear tienen que hacerlo con el peligro de que venga un guerrillero y lo mato. Noooooo es más fácil estar rodeao de riquezas y criados y decir con toda la cara, ayudar al más necesitado, dejar dinerito en el cepillo... IROS AL CARAJOOOOOOOOO¡¡¡¡ TODOSSSSSSSSSS¡¡¡¡. Y Haced algo realmente bueno por ayudar y dejarse de guerras mediaticas imbeciles, por favor. Que vergüenza¡¡¡¡.
Biquiños¡¡¡
Esto amenaza mas polémica que un Barça- Madid. Si es que la gente tiene muy poco en que emplear el tiempo.
Pues ya el Cabreado Enmascarado dio buena de esta noticia en el blog, jajaja y a fe que la die de una buena manera pa ra los dos bandos, jajaja, estopa para ambos sitios.
De todos modos creer o no creer es cuestión de cada cual y digo que hay de dejar de inmiscuir las cosas que al final la liamos. No es necesario la Iglesia para creer en Dios.
Un saludo
Publicar un comentario