Agárrense que vienen curvas
Después de agosto viene septiembre. Después de las vacaciones tenemos la vuelta al cole. Después de gastarse los cuartos en viajes, cenas y otros relacionados con el ocio, toca gastar lo que queda si es que aun queda, en los libros de los niños, lo que a mi particularmente me invita a una reflexión pues con 8 suspensos que sacó mi campeón, no sé si comprarle libros o sobornar a su profesor.
Pero después de escuchar desde hace tiempo eso de que lo peor de la crisis llegará en septiembre y que septiembre empieza dentro de un par de días y pese a que este año no he gastado mucho en vacaciones, estoy un poco acojonado con lo que pueda llegar.
Por lo de pronto y como primera medida de ahorro, he rebajado mi dosis de tres cucharadas de Cola Cao en la taza de leche del desayuno, a dos. Y eso que a mi la leche tan clara no me chista.
Hombre prevenido vale por dos y quitándole una cucharada diaria al Cola Cao, una loncha de jamón al bocadillo y no poniendo cebolla en la ensalada, a fin de mes ahorras una pasta y a lo mejor hasta bajas algún kilo.
Porque como decía Tutankamón, “granito a granito haremos una pirámide”… y lo dijo y se quedó tan ancho el faraón. Claro que teniendo un miembro tan grande como las malas lenguas dicen que tenía, es normal que todo lo demás le pareciese pequeñito, porque si tuviese que subir él las piedras hasta lo alto por los cojones les diría granitos. Apuesto que de tener que llevarlas, en vez de pirámide se haría un lápida en tierra como todo hijo de vecino.
Y es que la cesta de la compra de un tiempo a esta parte se ha puesto por las nubes, tanto que de seguir así asaltar y robar un trailer de EROSKI será más rentable que un furgón blindado… lo jodido será huir a Brasil con toda la mercancía.
El caso es que septiembre está a la vuelta de la esquina y mucha gente que se ha ido tan alegremente de vacaciones se va a tropezar a su regreso con la cuesta de enero que los sorprenderá aun en manga corta.
Con todo eso aun hay gente tan precavida como yo, precisamente ahora mismo estoy escuchando por la tele que los reyes D, Juan Carlos primero y Sofía después, han dado hoy por finalizadas sus vacaciones de verano, y eso que aun no estamos a día 31.
Estoy seguro que nuestros monarcas no tienen duda, es más, apuesto a que comen todos los días a la carta y no necesitan rebajarle Cola Cao al desayuno.
Y ahora que lo menciono, me vienen a la memoria unos vecinos que tuve siendo todavía un infante y que también comían a la carta todos los días pese a ser de una extrema pobreza. Y esto lo he comprobado yo puesto que una vez me invitaron a comer.
El cabeza de familia repartía las cartas, a quien le tocara el As de Oros comía, y a quien no se jodía.
A mi no me tocó ese día, pero cuando el afortunado acabó de comer repartieron palillos de dientes y a mi me dieron el mío como si fuese uno más de la familia.
En fin, hay que abrocharse los cinturones porque vienen curvas, y si hay que dejar de lado algún vicio se deja, yo ya he empezado con el Cola Cao, porque por unos polvos no estoy dispuesto a acabar como el de la foto.
Pero después de escuchar desde hace tiempo eso de que lo peor de la crisis llegará en septiembre y que septiembre empieza dentro de un par de días y pese a que este año no he gastado mucho en vacaciones, estoy un poco acojonado con lo que pueda llegar.
Por lo de pronto y como primera medida de ahorro, he rebajado mi dosis de tres cucharadas de Cola Cao en la taza de leche del desayuno, a dos. Y eso que a mi la leche tan clara no me chista.
Hombre prevenido vale por dos y quitándole una cucharada diaria al Cola Cao, una loncha de jamón al bocadillo y no poniendo cebolla en la ensalada, a fin de mes ahorras una pasta y a lo mejor hasta bajas algún kilo.
Porque como decía Tutankamón, “granito a granito haremos una pirámide”… y lo dijo y se quedó tan ancho el faraón. Claro que teniendo un miembro tan grande como las malas lenguas dicen que tenía, es normal que todo lo demás le pareciese pequeñito, porque si tuviese que subir él las piedras hasta lo alto por los cojones les diría granitos. Apuesto que de tener que llevarlas, en vez de pirámide se haría un lápida en tierra como todo hijo de vecino.
Y es que la cesta de la compra de un tiempo a esta parte se ha puesto por las nubes, tanto que de seguir así asaltar y robar un trailer de EROSKI será más rentable que un furgón blindado… lo jodido será huir a Brasil con toda la mercancía.
El caso es que septiembre está a la vuelta de la esquina y mucha gente que se ha ido tan alegremente de vacaciones se va a tropezar a su regreso con la cuesta de enero que los sorprenderá aun en manga corta.
Con todo eso aun hay gente tan precavida como yo, precisamente ahora mismo estoy escuchando por la tele que los reyes D, Juan Carlos primero y Sofía después, han dado hoy por finalizadas sus vacaciones de verano, y eso que aun no estamos a día 31.
Estoy seguro que nuestros monarcas no tienen duda, es más, apuesto a que comen todos los días a la carta y no necesitan rebajarle Cola Cao al desayuno.
Y ahora que lo menciono, me vienen a la memoria unos vecinos que tuve siendo todavía un infante y que también comían a la carta todos los días pese a ser de una extrema pobreza. Y esto lo he comprobado yo puesto que una vez me invitaron a comer.
El cabeza de familia repartía las cartas, a quien le tocara el As de Oros comía, y a quien no se jodía.
A mi no me tocó ese día, pero cuando el afortunado acabó de comer repartieron palillos de dientes y a mi me dieron el mío como si fuese uno más de la familia.
En fin, hay que abrocharse los cinturones porque vienen curvas, y si hay que dejar de lado algún vicio se deja, yo ya he empezado con el Cola Cao, porque por unos polvos no estoy dispuesto a acabar como el de la foto.
Te has fijado en el cartel... hay que tener muy poca vergüenza para quedarse tan pancho después de haber escrito "ir" con "H".
5 han comentado:
saber lo peor no es que haya escrito ir con h, sino que a máquinas no le a puesto la tilde!!!!
Don Juan Carlos, primero, Doña Sofía despues, mas tarde Don Felipe, seguido de Doña Delicia .....
...seguido de Doña Delicia y toda la prole, que los Borbones, otra cosa no lo se, pero contribuir al aumento del censo... en eso si son los primeros. Creo.
Tu primera medida de ahorro, ha sido rebajar la dosis de Cola Cao a dos cucharadas. Estupendo, pero como yo le ponía dos (y se oscurece bastante sin azúcar)pues seguiré lo mismo.
El cartelito del pobre no tiene desperdicio.
pues sí, la verdad es que se reproducen como los champiñones, claro que con tiempo y la vida resuelta cualquiera no se multiplica.
carmen
Pues sigue echándole dos, pero cucharillas de café.
no tiene desperdicio, no, jajaja
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