Felicidades Jorge y Lucía
Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, queridísimos amig@s, etc, etc, y etc. El Domingo está llegando a su fin y según el reloj de esta mierda de ordenador que tengo, dentro de 46 minutos en punto estaremos a lunes.
Pongo en conocimiento de tod@s y por si algun@ no lo sabía que a estas horas Jorge y Lucía, ya han acabado de hacer la digestión de la ostia que se comieron al mediodía. Te preguntarás ahora que quienes son Jorge y Lucía, una buena pregunta por cierto, pues bien, estas dos preciosas criaturas son los hijos de Marta y supuestamente también de Senovilla, porque como dice un dicho "madre sólo hay una y quién es el padre sólo lo sabe la madre". No seré yo quien ponga en duda que ambas criaturas sean suyas del mismo modo que no dudo de que los míos sean míos.
Puedo asegurar y aseguro de que en ambos casos los hijos son de sus padres, de eso no me cabe duda pues tanto los suyos como los míos son tan guapos como nosotros y digo esto sin desmerecer a las madres que por cierto también son preciosas.
Supongo que a estas horas los padres de Jorge y Lucía estarán agotados a causa del ajetreo que trae consigo organizar el evento. Lo sé porque yo ya pasé por este trance aunque no sé si a diferencia de Senovilla, yo tal día como este y a estas horas, es decir, el día que mis hijos hicieron la Primera Comunión, yo no estaba agotado porque me encontraba durmiendo la mona, pues en ambos casos me pillé una borrachera de las de agárrate que no te meneas.
Eso fue hace tanto tiempo que casi no lo recuerdo y como se suele decir "pasó el día y también la romería" y en mi caso particular la resaca también pasó con el tiempo. Recuerdo lo mal que lo pasé, no con la celebración en la cual comí, bebí y bailé todo lo que aguanté, pero la resaca fue dura de cojones.
Agradezco a Marta y Senovilla que no me hayan invitado a la ceremonia. De hacerlo hubiese ido encantado, aunque hacerse 2.000 kilómetros para ver como a dos niños les dan una ostia en la boca es casi un acto de masocas sobre todo al precio que está la gasolina, pero bueno, iría por no hacerles el feo.
Ahora bien, pese a no estar invitado y sin ser yo de los niños ni tío, ni primo, ni padrino, me he tomado la libertad de bajarme la foto de los niños de su blog y con todo mi corazón por considerar a sus padres unos muy buenos amigos, hacerles mi particular regalo.
Este no será un vídeo, ni una foto, ni tampoco esta entrada. Pero por el cariño que le tengo a sus padres y también a los niños pese a no conocerlos personalmente, me he puesto manos al pincel y en breve le enviaré lo que con todo mi corazón y mi agradecimiento a Senovilla por lo que días atrás hizo por mí, movilizar a un motón de gente para que me levantasen el ánimo, cosa que jamás nadie había hecho por mí, porque sí, ánimos en momentos difíciles los recibí muchas veces, pero nunca hasta ahora ni por aquí ni en persona, nadie se tomó cualquiera de los bajones que tuve a lo largo del más de medio siglo que tengo de vida para hacer tal cosa por mí. Y esto es algo que jamás olvidaré.
Mis queridos Marta, Jorge, Lucía y su supuesto padre Senovilla, espero que el regalo que en cuanto acabe de elaborar y secar os enviaré ya veremos por qué medio, os guste. Pero quiero que sepáis que lo hago con todo mi corazón y mi agradecimiento.
Ahora y para no dejaros intrigados os muestro un adelanto del regalo que os estoy preparando y que me llenaría de felicidad en estos duros momentos que estoy pasando, éste fuese de vuestro agrado.
Falta mucho por hacer y aún estáis a tiempo de que al bueno de Jorge le ponga más galones, eso sí, ya me diréis como va eso pues por no haber hecho la mili soy incapaz de distinguir un cabo de un sargento.
Pongo en conocimiento de tod@s y por si algun@ no lo sabía que a estas horas Jorge y Lucía, ya han acabado de hacer la digestión de la ostia que se comieron al mediodía. Te preguntarás ahora que quienes son Jorge y Lucía, una buena pregunta por cierto, pues bien, estas dos preciosas criaturas son los hijos de Marta y supuestamente también de Senovilla, porque como dice un dicho "madre sólo hay una y quién es el padre sólo lo sabe la madre". No seré yo quien ponga en duda que ambas criaturas sean suyas del mismo modo que no dudo de que los míos sean míos.
Puedo asegurar y aseguro de que en ambos casos los hijos son de sus padres, de eso no me cabe duda pues tanto los suyos como los míos son tan guapos como nosotros y digo esto sin desmerecer a las madres que por cierto también son preciosas.
Supongo que a estas horas los padres de Jorge y Lucía estarán agotados a causa del ajetreo que trae consigo organizar el evento. Lo sé porque yo ya pasé por este trance aunque no sé si a diferencia de Senovilla, yo tal día como este y a estas horas, es decir, el día que mis hijos hicieron la Primera Comunión, yo no estaba agotado porque me encontraba durmiendo la mona, pues en ambos casos me pillé una borrachera de las de agárrate que no te meneas.
Eso fue hace tanto tiempo que casi no lo recuerdo y como se suele decir "pasó el día y también la romería" y en mi caso particular la resaca también pasó con el tiempo. Recuerdo lo mal que lo pasé, no con la celebración en la cual comí, bebí y bailé todo lo que aguanté, pero la resaca fue dura de cojones.
Agradezco a Marta y Senovilla que no me hayan invitado a la ceremonia. De hacerlo hubiese ido encantado, aunque hacerse 2.000 kilómetros para ver como a dos niños les dan una ostia en la boca es casi un acto de masocas sobre todo al precio que está la gasolina, pero bueno, iría por no hacerles el feo.
Ahora bien, pese a no estar invitado y sin ser yo de los niños ni tío, ni primo, ni padrino, me he tomado la libertad de bajarme la foto de los niños de su blog y con todo mi corazón por considerar a sus padres unos muy buenos amigos, hacerles mi particular regalo.
Este no será un vídeo, ni una foto, ni tampoco esta entrada. Pero por el cariño que le tengo a sus padres y también a los niños pese a no conocerlos personalmente, me he puesto manos al pincel y en breve le enviaré lo que con todo mi corazón y mi agradecimiento a Senovilla por lo que días atrás hizo por mí, movilizar a un motón de gente para que me levantasen el ánimo, cosa que jamás nadie había hecho por mí, porque sí, ánimos en momentos difíciles los recibí muchas veces, pero nunca hasta ahora ni por aquí ni en persona, nadie se tomó cualquiera de los bajones que tuve a lo largo del más de medio siglo que tengo de vida para hacer tal cosa por mí. Y esto es algo que jamás olvidaré.
Mis queridos Marta, Jorge, Lucía y su supuesto padre Senovilla, espero que el regalo que en cuanto acabe de elaborar y secar os enviaré ya veremos por qué medio, os guste. Pero quiero que sepáis que lo hago con todo mi corazón y mi agradecimiento.
Ahora y para no dejaros intrigados os muestro un adelanto del regalo que os estoy preparando y que me llenaría de felicidad en estos duros momentos que estoy pasando, éste fuese de vuestro agrado.
Falta mucho por hacer y aún estáis a tiempo de que al bueno de Jorge le ponga más galones, eso sí, ya me diréis como va eso pues por no haber hecho la mili soy incapaz de distinguir un cabo de un sargento.
2 han comentado:
El regalo va muy bien, aprovecho para enviarles tambien mi felicitación. Un fuerte abrazo
Aquí ya no te digo nada, un abrazo amigo y sabes que muy agradecido.
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