Caga, caga pajarito
Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, querid@s amig@s, etc. etc. y etc. Perdonen que antes de dar comienzo a esta entrada transmita un mensaje de una lectora a otra lectora. Se trata de Sarinha que le quiere decir a su madre el siguiente recado: "para el 6 ó 7 de agosto por la tarde, no hagas planes que tienes que ir a buscarme a la estación de tren. Voy a ir para allá y enseñarte a comentar en el blog de Manolo".
Dicho esto y recalcándole a la señora madre de su hija que bajo ningún pretexto se olvide de ir a buscarla a la estación del tren no vaya a ser que pierda una hija y con ella las maletas, dejo de hacer de mensajero y a otra cosa mariposa.
Bueno, aquí en Galicia ya es lunes y en Canarias también, aunque allí con una hora de retraso. Un lunes cubierto de nubes y que amenaza lluvia, aunque a los gallegos eso poco nos importa ya que estamos acostumbrados. Lo que yo me pregunto a veces es por qué la naturaleza no obró con nosotros justamente y no cubrió nuestros cuerpos con escamas. Yo creo que sería lo más justo porque si algo nos hemos ganado a pulso los gallegos es el derecho a ser anfibios.
No, no te lo tomes a cachondeo porque lo estoy diciendo en serio y a los hombres y mujeres del tiempo me remito. Es que ya está bien coño, no os podéis imaginar la mala ostia que me pone cuando al ver el parte del tiempo en el Telediario siempre veo lo mismo: sol en toda España y en Galicia borrasca.
Y lo que más me jode de todo es cuando dicen aquello de que entra la borrasca por el Noroeste y en donde descargará todo su torrencial de agua y cuando una vez pasada por aquí y libre de carga llega al resto de España más debilitada... ¿a que jode?.
Por poner un ejemplo más clarificador diría que es como sí aparcas el coche en un aparcamiento repleto y todas las gaviotas y demás especies de animales voladores cagaran sobre tu coche, mientras los demás siguen pulcros. Seguro que ante ese guarro acontecimiento te preguntarías: ¿por qué sólo se cagaron por el mío?.
Y no creas que es por que tu coche es de una determinada marca, no señor. A lo largo de mi vida he tenido tres coches: 2 de marca Ford y este que ahora tengo es un Renault. Al principio y cada vez que me ocurría esto pensé que los bichos voladores cagadores la tenían emprendida con los Ford, pero he visto que no, que también pasa con los Renault. Peeero, aunque el mío se encuentre estacionado entre dos de la misma marca todas las cagadas vienen a caer sobre el del menda, lo cual me lleva a pensar que entre estos bichos y yo hay algo especial que no logro adivinar, y no me lo explico ya que en mi vida jamás de los jamases he hecho daño a un pajarito.
Algunas veces he pensado que de todo esto tenía la culpa mi abuelo por tener enjaulado un jilguero, el cual dicho sea de paso, no sólo no cantaba sino que ni siquiera hacía pío pío, por lo que mi abuelo se mosqueaba y lo insultaba. Insultos que tampoco eran tan graves ya que yo lo he escuchado más de una ocasión acercarse hasta la jaula y hablar con el pajarito al que solía decir:"¿y este cabrón por que carallo no canta?", y el jilguero seguía sin decir ni pío, lo cual aparte de ser una falta de obediencia, indisciplina en su cometido, era una falta de respeto hacia mi abuelo, que por ser una persona mayor se merecía como mínimo una respuesta, aunque sólo fuese un pío pío.
A pesar de ello y de mi indignación con el pajarito por la falta de respeto de éste hacia mi abuelo, jamás le hice daño aunque más de una vez se me pasó por la cabeza abrirle la jaula y dárselo al gato de mi vecina para que jugase un poco con él y luego se lo comiese, porque si algo tampoco me parecía bien era el trato de favor que el bicho recibía, pues pobre de mí si a alguna pregunta de mi abuelo no le daba respuesta, y ya no te quiero decir si mi respuesta fuese un pío pío. Me hubiese remangado una ostia en el culo que aun hoy lo tendría colorado.
¿No pensarás que yo me celaba del pajarito?, pues no señor, ya que si mi abuelo lo trataba con mimo bien es cierto que lo tenía enjaulado con el único fin de que le alegrase la casa con sus cantos de pajarito. En cambio yo era libre, pues me abrían la puerta de casa y me ordenaban no regresar hasta la hora de la comida, la merienda o la cena.
Y en cuanto a lo de cantar, sí, debo reconocer que a mi abuelo que yo cantase le parecía fatal, pues una vez me escuchó cantar el "sólo tú", de Camilo Sesto y soltó un grito a mi abuela que es escuchó en medio barrio: "DILE QUE NO CANTE AL CHAVAL". Y yo que pillaba las indirectas al vuelo dejé de cantar en mitad del estribillo y puedo jurar y juro que jamás he vuelto a cantar en presencia de mi abuelo.
Eso sí, tampoco es que dejara de cantar, de hecho y cuando me entraban las ganas de interpretar una canción me subía hasta lo alto del monte y desde allí cantaba a grito pelado, y llegué a hacerlo hasta en inglés y sin tener puta idea, lo cual ¡MANDA CARALLO!. Y lo cierto es que nadie se quejó de lo mal que lo hacía, ni los conejitos, ni las ardillas, ni siquiera los grillos cesaban en su cri, cri, cri, cuando yo berreaba.
Puede ser que a los pajaritos no les gustaba como lo hacía, y pudiera ser incluso que con el paso del tiempo todos se pusiesen de acuerdo para tramar una conspiración y vengarse ahora de mí cagándome sobre el coche.
Cosas peores se han visto señores, señoras y señoritas, y como ejemplo les pondré que hace un par de años me encontré una golondrina muerta sobre mi cama. Por mis deducciones del hecho llegué a la conclusión de que la pobrecita entró por la ventana y al querer salir se dio contra el cristal de la misma y salió rebotada contra mi cama donde se quedó tiesa como un pajarito que era.
¿Y por qué fue a entrar precisamente por mi ventana y no por la de otro vecino cualquiera?... Dudas, dudas y más dudas, pero la trama de la conspiración sigue revoloteando sobre mi cabeza cuan pajarito vuela, vuela y vuela, seguro que buscando mi coche para descargar sobre él toda su mierda. Pues que no me jodan, que ayer lo he lavado y a la primera cagada que encuentre sobré su reluciente carrocería, organizo una cacería y no dejo vivo títere con plumas.
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P.D. No se olvide la madre de Sarinha de ir a recoger a su hija.
Dicho esto y recalcándole a la señora madre de su hija que bajo ningún pretexto se olvide de ir a buscarla a la estación del tren no vaya a ser que pierda una hija y con ella las maletas, dejo de hacer de mensajero y a otra cosa mariposa.
Bueno, aquí en Galicia ya es lunes y en Canarias también, aunque allí con una hora de retraso. Un lunes cubierto de nubes y que amenaza lluvia, aunque a los gallegos eso poco nos importa ya que estamos acostumbrados. Lo que yo me pregunto a veces es por qué la naturaleza no obró con nosotros justamente y no cubrió nuestros cuerpos con escamas. Yo creo que sería lo más justo porque si algo nos hemos ganado a pulso los gallegos es el derecho a ser anfibios.
No, no te lo tomes a cachondeo porque lo estoy diciendo en serio y a los hombres y mujeres del tiempo me remito. Es que ya está bien coño, no os podéis imaginar la mala ostia que me pone cuando al ver el parte del tiempo en el Telediario siempre veo lo mismo: sol en toda España y en Galicia borrasca.
Y lo que más me jode de todo es cuando dicen aquello de que entra la borrasca por el Noroeste y en donde descargará todo su torrencial de agua y cuando una vez pasada por aquí y libre de carga llega al resto de España más debilitada... ¿a que jode?.
Por poner un ejemplo más clarificador diría que es como sí aparcas el coche en un aparcamiento repleto y todas las gaviotas y demás especies de animales voladores cagaran sobre tu coche, mientras los demás siguen pulcros. Seguro que ante ese guarro acontecimiento te preguntarías: ¿por qué sólo se cagaron por el mío?.
Y no creas que es por que tu coche es de una determinada marca, no señor. A lo largo de mi vida he tenido tres coches: 2 de marca Ford y este que ahora tengo es un Renault. Al principio y cada vez que me ocurría esto pensé que los bichos voladores cagadores la tenían emprendida con los Ford, pero he visto que no, que también pasa con los Renault. Peeero, aunque el mío se encuentre estacionado entre dos de la misma marca todas las cagadas vienen a caer sobre el del menda, lo cual me lleva a pensar que entre estos bichos y yo hay algo especial que no logro adivinar, y no me lo explico ya que en mi vida jamás de los jamases he hecho daño a un pajarito.
Algunas veces he pensado que de todo esto tenía la culpa mi abuelo por tener enjaulado un jilguero, el cual dicho sea de paso, no sólo no cantaba sino que ni siquiera hacía pío pío, por lo que mi abuelo se mosqueaba y lo insultaba. Insultos que tampoco eran tan graves ya que yo lo he escuchado más de una ocasión acercarse hasta la jaula y hablar con el pajarito al que solía decir:"¿y este cabrón por que carallo no canta?", y el jilguero seguía sin decir ni pío, lo cual aparte de ser una falta de obediencia, indisciplina en su cometido, era una falta de respeto hacia mi abuelo, que por ser una persona mayor se merecía como mínimo una respuesta, aunque sólo fuese un pío pío.
A pesar de ello y de mi indignación con el pajarito por la falta de respeto de éste hacia mi abuelo, jamás le hice daño aunque más de una vez se me pasó por la cabeza abrirle la jaula y dárselo al gato de mi vecina para que jugase un poco con él y luego se lo comiese, porque si algo tampoco me parecía bien era el trato de favor que el bicho recibía, pues pobre de mí si a alguna pregunta de mi abuelo no le daba respuesta, y ya no te quiero decir si mi respuesta fuese un pío pío. Me hubiese remangado una ostia en el culo que aun hoy lo tendría colorado.
¿No pensarás que yo me celaba del pajarito?, pues no señor, ya que si mi abuelo lo trataba con mimo bien es cierto que lo tenía enjaulado con el único fin de que le alegrase la casa con sus cantos de pajarito. En cambio yo era libre, pues me abrían la puerta de casa y me ordenaban no regresar hasta la hora de la comida, la merienda o la cena.
Y en cuanto a lo de cantar, sí, debo reconocer que a mi abuelo que yo cantase le parecía fatal, pues una vez me escuchó cantar el "sólo tú", de Camilo Sesto y soltó un grito a mi abuela que es escuchó en medio barrio: "DILE QUE NO CANTE AL CHAVAL". Y yo que pillaba las indirectas al vuelo dejé de cantar en mitad del estribillo y puedo jurar y juro que jamás he vuelto a cantar en presencia de mi abuelo.
Eso sí, tampoco es que dejara de cantar, de hecho y cuando me entraban las ganas de interpretar una canción me subía hasta lo alto del monte y desde allí cantaba a grito pelado, y llegué a hacerlo hasta en inglés y sin tener puta idea, lo cual ¡MANDA CARALLO!. Y lo cierto es que nadie se quejó de lo mal que lo hacía, ni los conejitos, ni las ardillas, ni siquiera los grillos cesaban en su cri, cri, cri, cuando yo berreaba.
Puede ser que a los pajaritos no les gustaba como lo hacía, y pudiera ser incluso que con el paso del tiempo todos se pusiesen de acuerdo para tramar una conspiración y vengarse ahora de mí cagándome sobre el coche.
Cosas peores se han visto señores, señoras y señoritas, y como ejemplo les pondré que hace un par de años me encontré una golondrina muerta sobre mi cama. Por mis deducciones del hecho llegué a la conclusión de que la pobrecita entró por la ventana y al querer salir se dio contra el cristal de la misma y salió rebotada contra mi cama donde se quedó tiesa como un pajarito que era.
¿Y por qué fue a entrar precisamente por mi ventana y no por la de otro vecino cualquiera?... Dudas, dudas y más dudas, pero la trama de la conspiración sigue revoloteando sobre mi cabeza cuan pajarito vuela, vuela y vuela, seguro que buscando mi coche para descargar sobre él toda su mierda. Pues que no me jodan, que ayer lo he lavado y a la primera cagada que encuentre sobré su reluciente carrocería, organizo una cacería y no dejo vivo títere con plumas.
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P.D. No se olvide la madre de Sarinha de ir a recoger a su hija.
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