Ya es primavera... con permiso de El Corte Inglés
Esta mañana me he levantado un poco indispuesto sin darme cuenta a qué podía ser debido hasta que miré en el calendario y comprobé de que ya estamos en primavera, estación en la que por norma se me acentúan ciertos fallos de fabricación.
Antes era la sangre que se me alteraba, pero desde hace unos años e igual que le ocurre a los coches nuevos que en cuanto se les acaba la garantía empiezan a hacer ruidos raros y a fallar, desde que el acné juvenil dejó de ser un incordio para mí, las molestias y los achaques son la constante por estas fechas, igual que también me sucede en otoño.
Vamos, que a mí eso de las flores y el amor y demás lindezas a las que se recurre para identificar a esta estación me suenan a cuento chino, pues yo la identifico más con la farmacia, los analgésicos y los antialérgicos.
Pero bueno, tampoco os vayáis a pensar que me estoy muriendo o que detesto la primavera… ni mucho menos, pues mis molestias las minimizo con un pañuelo y me pasan con aspirinas y otras pastillas, mientras que mi estado de ánimo mejora mucho con respecto a la estación invernal que dejamos atrás, sobre todo a medida que las mujeres se van despojando de las ropas de abrigo y que el buen tiempo se va consolidando.
Y es que no hay nada que me alegre más el día que levantarme por la mañana, ver el sol brillante y contemplar el cielo azul totalmente limpio y despejado… bueno, ver a una mujer enseñando pierna o escote en una terraza también constituye una estampa primaveral que alegra lo suyo… mejor dicho alegra lo nuestro, aunque desde mi ventana no puedo verlas, sí puedo admirar a la mía que pronto dejará el pijama de invierno en el armario, que a ella le dará calorcito aunque a mí no me calienta nadita y lo sustituirá por otras prendas más ligeras para alegría también de lo mío.
Si es que hasta los días son más alegres por estas fechas, pues son mucho más claros, prolongándose la luz hasta horas que en otra estación serían ya noche cerrada.
Pues sí, la primavera pude ser la estación de la alegría incluso para gente que como yo padece ciertos achaques, lo único que hay que hacer es acopio de los medicamentos necesarios, lo que yo ya he hecho pues este año parece ser que mis síntomas naturales se han anticipado a El Corte Inglés, para decirme que YA ESTAMOS EN PRIMAVERA.
Antes era la sangre que se me alteraba, pero desde hace unos años e igual que le ocurre a los coches nuevos que en cuanto se les acaba la garantía empiezan a hacer ruidos raros y a fallar, desde que el acné juvenil dejó de ser un incordio para mí, las molestias y los achaques son la constante por estas fechas, igual que también me sucede en otoño.
Vamos, que a mí eso de las flores y el amor y demás lindezas a las que se recurre para identificar a esta estación me suenan a cuento chino, pues yo la identifico más con la farmacia, los analgésicos y los antialérgicos.
Pero bueno, tampoco os vayáis a pensar que me estoy muriendo o que detesto la primavera… ni mucho menos, pues mis molestias las minimizo con un pañuelo y me pasan con aspirinas y otras pastillas, mientras que mi estado de ánimo mejora mucho con respecto a la estación invernal que dejamos atrás, sobre todo a medida que las mujeres se van despojando de las ropas de abrigo y que el buen tiempo se va consolidando.
Y es que no hay nada que me alegre más el día que levantarme por la mañana, ver el sol brillante y contemplar el cielo azul totalmente limpio y despejado… bueno, ver a una mujer enseñando pierna o escote en una terraza también constituye una estampa primaveral que alegra lo suyo… mejor dicho alegra lo nuestro, aunque desde mi ventana no puedo verlas, sí puedo admirar a la mía que pronto dejará el pijama de invierno en el armario, que a ella le dará calorcito aunque a mí no me calienta nadita y lo sustituirá por otras prendas más ligeras para alegría también de lo mío.
Si es que hasta los días son más alegres por estas fechas, pues son mucho más claros, prolongándose la luz hasta horas que en otra estación serían ya noche cerrada.
Pues sí, la primavera pude ser la estación de la alegría incluso para gente que como yo padece ciertos achaques, lo único que hay que hacer es acopio de los medicamentos necesarios, lo que yo ya he hecho pues este año parece ser que mis síntomas naturales se han anticipado a El Corte Inglés, para decirme que YA ESTAMOS EN PRIMAVERA.
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