jueves, 28 de julio de 2011

Ensalada de cosas

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, querid@s amig@s, etc. etc. y etc. Empezaba mi anterior entrada comentando que esto de la depresión es la ostia, pues es como una ola en la que en un momento estás arriba y de pronto y sin saber por qué estás abajo. Ante estos cambios en mi estado de ánimo he decidido aprovechar que estamos en verano y surfear por estas olas que te hacen subir, bajar, bajar, subir y viceversa. De momento y dada la poca experiencia que tengo en esto del surfismo no hago más que caerme de la tabla para que las olas me revuelquen cuan pechuga de pollo rebozada en pan rayado.
Me caigo e intento volver a subir a la tabla y a duras penas lo doy conseguido, porque subir si que doy subido, pero me cuesta mucho esfuerzo mantener el equilibrio, por ello un día estoy de buen humor y al otro estoy que me cargaría el mundo. Sí, ya sé que tú no tienes culpa de lo que me pasa y por lo tanto serías una víctima inocente de mi desequilibrado estado emocional, pero mira, si lo del juicio final es cierto seguro que yo salgo absuelto ya que tengo un amigo abogado que es muy bueno en esto.
En primer lugar y en mi defensa diría que la sociedad es la culpable. Ya sé que es un recurso muy pataconero, pero que el Atlético se quede sin el Kun Agüero también me jodió un huevo. ¿También es la sociedad culpable de la marcha del Kun?, sea o no lo sea yo le echo la culpa y si cuela, cuela, porque hay algo en mi interior que me dice que Dios también es colchonero.
¿En qué me baso para hacer tal afirmación?, pues en que Dios nunca ayuda a los buenos... ¿o acaso a te ha ayudado cuando le has pedido algo?... No me respondas con que sí porque entonces y desde aquí te digo que eres un jodido cabrón al que Dios ayuda dándote un boleto premiado del cupón mientras deja que muchos negritos se mueran de hambre y sed.
Y ahí queda esa indirecta directa al mentón de Nuestro Señor y que la encaje si tiene valor. Es que ya está bien coño, de que en esta vida haya que ser jodido y rejodido para que todo te vaya bien y triunfar. Bueno, no sólo eso, sino que un paso por Gran Hermano también ayuda lo suyo, pero yo por desgracia ya no estoy en edad de convivir tres meses con la juventud de hoy, vamos, no solo sería incapaz de convivir tres meses, sino que un par de horas serían más que suficientes como para hartarme de ellos y mandarlos a rascar los huevos, lo cual por cierto se les da también como a mí a diferencia de que ellos cobran un pastón y les puntúa en el curriculum vitae y cuando salen de la casa pronto encuentran trabajo en Sálvame o Supervivientes.
Fíjate sino y por poner un ejemplo en Aida Niza, mala donde las haya pero ahí la tienes. Y la jodida presume de hablar con Dios y por lo que se ve Éste le hace caso. Pudiera ser acaso gracias a que como ella tiene dicho suele andar sin bragas... pudiera ser, pudiera ser... aunque dudo que si yo fuese por ahí sin calzoncillos la Virgen se dignase a escucharme y mucho menos a hablar conmigo, porque si algo tenía la Virgen era mucha decencia pese a su "asunto" con el pájaro, lo cual señores, señoras y señoritas yo pongo muy en duda, porque ser seré de barrio y de chaval fui a la escuela pública, pero sé de muy buena tinta que los pájaros de toda especie alar, sean gallinas, golondrinas o palomas, ponen huevos y no tienen hijos. Bueno, lo que sale de los huevos sí son sus hijos propiamente hablando, salvo claro está los de las gallinas que salen con clara y yema y que fritos están muy ricos.
Y además según cuenta la historia de este preñazo, quien dejó embarazada a la Virgen fue una paloma lo que yo no me creo ni de coña. Perdónenme los católicos más católicos por lo que voy a decir, pero a Nuestra Señora la preñó un "pajarito" el cual más o menos en tamaño y grosor tiene adoptada la misma forma que el pajarito que preñó a mi señora, a su madre y a mi santa madre... y no te rías de lo que acabo de decir porque a la tuya también la preñó un "pajarito". o más bien pajarraco por tener éste más bien forma de rabo que de especie plumífera y voladora.
Ahora bien, fuese pajaro, pajarraco o pajarito, de lo que estoy seguro es de que el bicho entró en el nido y allí depositó su vómito, el cual seguro que se produjo de tanto entrar y salir, salir y entrar, y así sucesivamente hasta que se mareó como me sucedió a mí la última vez que subí en una feria al famoso saltamontes. Como me jodió potar ración y media de pulpo a la gallega, que servido en el plato de madera alimentaba con sólo mirar para él y luego esparcido por el suelo daba asco verlo.
Y es que tan increíble es lo de la paloma como increíble es lo que hace el estómago con los alimentos, los cuales propiamente dicho y desde el más sabroso y sofisticado, hasta un simple pulpo a la gallega, están sabrosísimos cuando entran por la boca y sin embargo cuando los expulsas son una mierda... y nunca mejor dicho.
Por eso digo yo que función más desagradable la del estómago que todo lo que toca se convierte en una mierda. Yo creo que si el ser humano fuese la máquina tan perfecta que dicen que es debería nacer sin estómago para así poder comer todos los días lo mismo. Imagínate que un día comes percebes y luego vas al retrete, de no ser por la función de esta víscera maliciosa, cagarías los percebes y sin monda, con lo cual los podrías volver a comer si no te despistas y tiras de la cadena. Y así sucesivamente hasta que quedases de percebes hasta los cojones. Entonces ahí ya sería cuestión de cambiar percebes por mejillones, por poner un ejemplo, pues cada cual tiene sus propios gustos culinarios.
Yo casi me atrevería a decir que no soy el primero que pensó en esto, de hecho el cocinar o todo lo relacionado con el comer tiene también por nombre eso de culinar o culinario. ¿Qué pasa pues?, que quien inventó lo de cocinar los alimentos pensó más en el cagar que en el paladar, porqueeee, eso de "culi" a cojones que viene de culo, y sino no me lo explico el por qué de ese nombre tan particular a eso de cocinar.
Pero bueno, sobre este proceso estomaquero poco puedo decir que desconozcáis salvo que profundice más y os hable de las úlceras de duodeno, lo cual hoy no voy a hacer porque creo que ya me extendí de carallo para no hablar de nada en concreto.
Y ahora que menciono la palabra concreto me está entrando un antojo de croquetas de pollo que no veas, por lo tanto corto y cierro esta entrada y me voy a zampar un bocata de chorizo Revilla. Y que me aproveche.

0 han comentado: