Bienvenido Caamaño
Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, como todos sabéis ya tenemos nuevo Ministro de Justicia, de quien lo único que sé es que se apellida Caamaño, lo que recuerdo muy bien gracias a que así se apellidaba también un compañero que tuve en el colegio, sentado tres pupitres delante y uno hacia la derecha del mío.
Aquel Caamaño de mi clase era muy flaco y tan largo como un día sin probar bocado, cualquier parecido con el nuevo Ministro no va más allá del apellido, por lo que descarto tajantemente que ambos Caamaños sean el mismo.
No quiero empezar a darle caña al Ministro ya que su nombramiento ha sido tan reciente que de momento no ha tenido tiempo ni para decorar el despacho, pero me voy a servir de éste para darle caña a la Ministra Salgado, que ocupa el ministerio de las hamburguesas, los happy meal y los perritos calientes.
Porque mira que dio caña la mujer esta con las hamburguesas, sus tamaños y la incidencia de estos alimentos en los casos de obesidad. Pues…¿has visto a Caamaño, Salgado?, ¿y qué dices ahora?.
Por cierto, en mi colegio había otro Salgado, pero estaba un curso por delante mía, no por que fuese más listo, sino que por ser un año mayor. Si por casualidad lees esto Salgado, te mando un saludito.
Pero a lo que iba.
O sea que a uno le comen el coco y lo acojonan para que no coma las hamburguesas dobles o triples, y a la primera de cambio meten en el gobierno al Rey del Cocido. Porque esa cara tan rechoncha no es de las hamburguesas, no, ahí hay mucho garbanzo, patatas y lacón. Y además café, copa y puro, te lo digo yo.
Yo creo que le hacemos un flaco favor a este hombre poniéndole coche y chofer. Y conste que lo de flaco no lo dije con segundas y por cachondearme.
La Ministra Salgado debe tomar cartas en el asunto y meter mano en la cintura de este hombre. Y vuelvo a repetir que lo de meter mano tampoco va con segundas.
Y no sólo debe actuar con este Caamaño, sino que al Moratinos tampoco le vendría mal la retirada del coche y hacer un poco de ejercicio, amén de cuidar esa boca, tanto lo que mete por ella como lo que suelta.
Por cierto, Moratinos en mi colegio no había ninguno, en caso de haberlo seguro que le hubiésemos llamado “el moro”. Y de haber tenido una cara de “sanjamoinas” como la del Ministro de Exteriores, apuesto a que hubiese sido el pringado de la clase.
Evidentemente esto tampoco lo digo con segundas o nada parecido, pero en mis tiempos éramos así y no creo equivocarme si digo que poco han cambiado costumbres como éstas entre los escolares.
Pues eso, que el nombramiento del nuevo Ministro de Justicia manda al traste algunas recomendaciones alimentarias hechas por la Ministra Salgado, las cuales dicho sea de paso yo no he seguido porque estoy delgado, bueno, la de comer conejo sí, pero ya se sabe que al ser cosa de dos, sólo lo como cuando me dejan.
Aquel Caamaño de mi clase era muy flaco y tan largo como un día sin probar bocado, cualquier parecido con el nuevo Ministro no va más allá del apellido, por lo que descarto tajantemente que ambos Caamaños sean el mismo.
No quiero empezar a darle caña al Ministro ya que su nombramiento ha sido tan reciente que de momento no ha tenido tiempo ni para decorar el despacho, pero me voy a servir de éste para darle caña a la Ministra Salgado, que ocupa el ministerio de las hamburguesas, los happy meal y los perritos calientes.
Porque mira que dio caña la mujer esta con las hamburguesas, sus tamaños y la incidencia de estos alimentos en los casos de obesidad. Pues…¿has visto a Caamaño, Salgado?, ¿y qué dices ahora?.
Por cierto, en mi colegio había otro Salgado, pero estaba un curso por delante mía, no por que fuese más listo, sino que por ser un año mayor. Si por casualidad lees esto Salgado, te mando un saludito.
Pero a lo que iba.
O sea que a uno le comen el coco y lo acojonan para que no coma las hamburguesas dobles o triples, y a la primera de cambio meten en el gobierno al Rey del Cocido. Porque esa cara tan rechoncha no es de las hamburguesas, no, ahí hay mucho garbanzo, patatas y lacón. Y además café, copa y puro, te lo digo yo.
Yo creo que le hacemos un flaco favor a este hombre poniéndole coche y chofer. Y conste que lo de flaco no lo dije con segundas y por cachondearme.
La Ministra Salgado debe tomar cartas en el asunto y meter mano en la cintura de este hombre. Y vuelvo a repetir que lo de meter mano tampoco va con segundas.
Y no sólo debe actuar con este Caamaño, sino que al Moratinos tampoco le vendría mal la retirada del coche y hacer un poco de ejercicio, amén de cuidar esa boca, tanto lo que mete por ella como lo que suelta.
Por cierto, Moratinos en mi colegio no había ninguno, en caso de haberlo seguro que le hubiésemos llamado “el moro”. Y de haber tenido una cara de “sanjamoinas” como la del Ministro de Exteriores, apuesto a que hubiese sido el pringado de la clase.
Evidentemente esto tampoco lo digo con segundas o nada parecido, pero en mis tiempos éramos así y no creo equivocarme si digo que poco han cambiado costumbres como éstas entre los escolares.
Pues eso, que el nombramiento del nuevo Ministro de Justicia manda al traste algunas recomendaciones alimentarias hechas por la Ministra Salgado, las cuales dicho sea de paso yo no he seguido porque estoy delgado, bueno, la de comer conejo sí, pero ya se sabe que al ser cosa de dos, sólo lo como cuando me dejan.
4 han comentado:
Además si no le ponen coche ahorraríamos un dinerito... que falta le hace a los españoles.
Un besito
jajajajaj me he partido leyendo la entrada....muy buena...
además,,,¿quien sabe? igual es tu compañero al que le ha cambiado el metabolismo....
saludos manolo
Bueno, así me siento más a la moda, ya que jamás hice caso a la ministra ni a sus recomendaciones.
Claro que así me va, que lo de las tallas parece el indicador de un ascensor. Y no para.
En fin, que vayan como quieran, que coman lo que les de la gana, pero que nos dejen en paz.
Aa mii mee gustóo uun chistee quee hizoo Buenafueente soobre eel apeellido Caamaño.
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