sábado, 7 de febrero de 2009

El hundimiento del Tetanic

Relato escrito para participar en la cuarta edición del CONCURSO ESCRIBE TU HISTORIA de EL MOSQUITERO.
Basada en hechos parecidos.

Aquel era un día soleado, de esos en los que quema el el sol, que quede bien claro. Desde mi puesto de mando observaba el movimiento de los hombres que estaban bajo mi órdenes, quienes a un ritmo frenético daban los últimos preparativos para poner la nave en marcha.
Había sido elegido junto con otros de los mejores marinos que pueblan la faz líquida de la tierra para llevar a cabo la primera singladura del mejor trasatlántico creado hasta ese momento por el hombre, el TETANIC.
El mundo entero estaba pendiente de nosotros y toda la ciudad había venido hasta el puerto para ser testigo directo de nuestra partida y darnos una calurosa despedida.
En el rostro de todos se podía ver la expresión de asombro al contemplar la impresionante grandeza de esta obra maestra de la ingeniería náutica. Unos se quedaban boquiabiertos y mudos mientras que otros exclamaban incrédulos: -¡con lo grande que es y no se hunde!-.
Los más espabilados aprovechaban la aglomeración de gente para robar alguna que otra billetera, una de ellas la mía, pues me la habían sustraido del bolsillo del pantalón mientras tomaba un chocolate con churros en la cafetería.
Aquel era todo un acontecimiento del que yo me sentía orgulloso por formar parte, sin embargo, tuve el presentimiento que no todo iría bien cuando a la orden de zarpar ya le rascó la primera.
Desde el puente de mando, el capitán, el segundo oficial, el contramaestre (yo) y el camarero que nos había llevado unas bebidas, observábamos como la nave surcaba las aguas del puerto arrastrado por un remolcador.
Al llegar a mar abierto éste soltó amarras y una indicación del capitán transmití la orden al timonel:
-vire 40º a estribor, meta la quinta y tire todo recto-.
El capitán alzó la mirada al cielo y se dirigió a mí.
-hace un bonito día para navegar contramaestre, caluroso y soleado como Toni quería-.
-sí capitán, un día muy bonito… pero no se fíe-.
-¿qué quiere decir con eso contramaestre?-.

-quiero decir que el mar es muy peligroso y traicionero, ahora está calmado como una balsa de aceite y unos kilómetros más adelante nos lo podemos encontrar muy embravecido, o quién sabe… a lo mejor tropezamos con iceberg que nos hace ir a pique-.
El camarero que era testigo de nuestra conversación tragó saliva al escuchar mis palabras y con la excusa de que tenía una mesa sin atender en el bar de los pasajeros de tercera clase abandonó rápidamente el puente de mando.
-no sea tan desconfiado contramaestre, todo saldrá bien-, aseguró muy convencido el capitán.
-no sé, no sé-, yo seguía teniendo un mal presentimiento.
Los primeros días de la travesía fueron muy tranquilos, en los que mis actividades no pasaron de relacionarme con el pasaje y mandar fregar la cubierta, amén de las obligadas actividades fisiológicas.
De tan tranquila que era la travesía hasta se hacía aburrida, no encontrando yo más entretenimiento que el de observar desde el puente de mando como una pareja de enamorados se daban el lote en la proa del barco, donde aparte de esto hacían el gilipollas con los brazos abiertos y como queriendo desafiar al viento.
Las horas que me tocaban estar de guardia me las pasaba espiándolos con los prismáticos, aunque sólo fue durante los primeros días, desistiendo de esto al ver como luego de tres noches así el muy idiota ni siquiera le tocaba las tetas.

INTERMEDIO

A las 23:30 horas del 12 día de navegación, un sonoro ruido y el movimiento brusco de un impacto me despertaron de mi placentero sueño. Al instante sonó el telefonillo de mi camarote, era el capitán que me requería urgente en el puente de mando.
-contramaestre, hemos chocado contra un iceberg, venga aquí enseguida-.
-pero capitán… mi turno no empieza hasta dentro de cuatro horas-.
-no se preocupe por eso, daré orden de que se las paguen como horas extras-. No me cabía duda de que me necesitaba con urgencia.
Cuando llegué hasta allí y el capitán me enseñó el enorme agujero que el iceberg había hecho en el costado de estribor, me entraron escalofríos al comprobar que mis peores augurios se habían cumplido.
En ese momento me volví hacia el capitán y se lo dije.
-ya se lo advertí capitán, pero no me hizo caso-.
Y se alzó una voz a mis espaldas que corroboró mis palabras.
-es cierto capitán, el contramaestre se lo dijo y si hace falta yo le voy de testigo-. De nuevo el camarero de marras que otra vez le había tocado ser testigo de nuestras palabras.
Rápidamente pusimos en marcha el plan de evacuación del barco. Ordenamos soltar los botes salvavidas y repartir flotadores, mientras los músicos del restaurante seguían tocando sus canciones, ¡ole sus cojones!.
Se vivieron escenas de pánico entre el pasaje, con la gente corriendo de un lado para otro entre gritos, llantos y sollozos.
También vi al joven que se iba por las noches con la chica para la proa buscar por ella de camarote en camarote como un loco, sintiendo lástima por él del mismo modo que la siento cada vez que veo a un hombre correr como un idiota detrás de una mujer a la que acaba de conocer.
Una hora larga después del impacto y con el barco escorado de proa ya no quedaban botes salvavidas ni flotadores, por lo que cada uno de los que aún permanecíamos en la nave quedó abandonado a su suerte.
Pensé en que si alguna posibilidad tenía de salvarme ésta era la de arrancar una puerta y utilizarla a modo de balsa, en ello estaba cuando una música llamó mi atención. Me dirigí hacía el lugar de donde procedía y allí los ví, a dos violinistas y dos violonchelos que seguían tocando pese a que el agua les daba por las rodillas, que con lo fría que estaba había que echarle huevos.
Arranqué una puerta y me fui de allí dejándolos a ellos con su música. Camino de la cubierta vi que en la sala de comunicaciones el telegrafista se volvía loco intentando establecer comunicación con algún barco que estuviese cerca de nosotros.
-Déjelo, si hay algún barco cerca ya se habrá enterado- y en un acto de valentía por mi parte le di la puerta al mismo tiempo que le dije –usted es joven, sálvese… y si por suerte lo consigue y yo no, presentese en las oficinas de la armadora y que le paguen a usted las horas extras que me deben-. Ayudé al telegrafista a subir la puerta hasta la cubierta y antes de arrojarse al mar sobre ella, se volvió hacia mi diciéndome:
-gracias contramaestre, ha sido un placer navegar con usted-.
Y desde la cubierta lo ví arrojarse al mar abrazado a la puerta y hundirse rápidamente.
Antese de ver como el mar se lo tragaba tuve tiempo de ver que la puerta tenía una chapita en la que se leía "Made in Altos Hornos de Vizcaya".
-¡hostia tú que mala suerte!, con tanta puerta de madera que hay en el barco e ir a coger una de las pocas que hay de acero… que putada que el dinero de mis extras se las quede la empesa-.
Sin tener tiempo para rezarle al chaval ni siquiera un Padrenuestro, el barco escoró del todo y yo me arrastré por la cubierta hasta caer al agua.
Es el fin pensé… esto se acaba… adios mundo cruel… glu glu glu….
.
.
Glu glu glu…........................................................Glu…

19 han comentado:

fermin dijo...

Me hiciste reír, como siempre. Suerte en el concurso.
Nos vemos.

AntonioEZafra dijo...

Me juego la convidada del día 13 a que ayer viste Titanic jajajajajajajaa

Muy buena adaptación amigo, sobre todo me ha gustado que los altos hornos hayan aparecido pro allí, aunque solo haya sido para matrar a un telegrafista, que digo yo...¿no se dió cuenta durante todo el rato que llevo la puerta a cuestas, que esta pesaba un poquito demasiado? jajajaja

Anónimo dijo...

Lo de las horas extras me ha matao... o_0; jajajajajajajjaa.

Pues me gusta como te ha quedado esta adaptación, espero que tengas muchas suerte.

Biquiños¡¡¡

Calenda dijo...

No tengo palabras Manoliño. Conste que esperaba ansiosamente tu relato y no me ha decepcionado lo más mínimo.Has hecho un "cover" que mejora el original. Jamás volveré a ver Titanic del mismo modo juassssssssssssssss.

Deybi dijo...

Hola Manolo:

Excelente relato, me ha gustado mucho. Por suerte tenía en mi disco duro (Cerebro) imágenes de la peli y con eso le dí más vida al relato, muy bueno... Triste por los que perderán nuevamente en el concurso del Mosquitero, porque con este de seguro ganas!.

Saludines y suerte ;).

Anónimo dijo...

Genial Manolo:

No he parado de reírme, que si le rascó la primera, meta usted la quinta y tire todo recto...jaja, pero vamos lo de la puerta, menuda forza Manolo, si señor "Made in Altos Hornos de Vizcaya". Forza Galega!!!

Me río que no paro contigo y tu Blog, y tu sitio ya es de visita obligada cada vez que posteas.

Saludos paisano.

Javi

Vitalnn dijo...

glu, glu, glu, esperamos sus relatos desde la vida marina, soy Nemo!!!

Derroche de imaginación en tu relato. Muy bueno.

Saludos.

Moisés P. dijo...

jajajajaj muy bueno Manolo. Enhorabuena y suerte en el concurso..

Mar dijo...

jajajaja, muy bueno, jooo menuda competencia!!!

Con tu permiso seguiré visitándote.

Mucha suerteeeeeeeee!!

Besitosssss

Anónimo dijo...

jajaja, te superas, eh??? Mucha suerte!!!

Anónimo dijo...

¡Muy buena tu versión!!!!!

En lo personal, no me gustó nada la película, pero algo que has logrado es que de ahora en adelante, cuando la vea anunciada por Cable, me acordaré de tu historia...¡felicidades!
me gustó más tu versión que la original, jajaja.

Saludos desde Monterrey de las montañas de mi México lindo,

María

Anónimo dijo...

¡Ahhh! me olvidabaaaa

Me encantó tu blog!!!! creo que lo visitaré seguidoo...me hiciste el día, la verdad, pues desde que me levanté, no pude dar una y me frustré, me odié, me regañé, pero al leerte, me...¡reíii y me sentí otraaa!!!! Gracias!!!

María

Cabalayka dijo...

jejejeje, excelente versión original que supera, con creces, al soporífero y lacrimógeno film...
Y yo ahora sigo leyendo los relatos que me faltan de los compañeros de concurso del Mosquitero.
Feliz día

Jose Antonio dijo...

Manolo ya estoy por aquí para leerlo de nuevo, ya lo hice en su día y ha sido un placer volverlo a hacer ahora que estoy con la ronda de los relatos.

Estarás muy bien clasificado pues como siempre tu dominio del verbo es genial.

Te deseo mucha suerte con el concurso y ya tienes el voto de mi mujer que será el mío sino me da una colleja por que dice que se ha reído mucho.

Saludos Cordiales.

RAMPY dijo...

Hola, Manolo, tenía ganas de volver a leer tu relato y aquí estoy. Me hiciste reír de nuevo.
Te deseo toda la suerte en el concurso.
Un rampyabrazo
Rampy

VIDA dijo...

De nuevo leyendo los relatos, y sonriendo otra vez con tus historias. Como siempre te luces!!!
Un abrazo

Anónimo dijo...

jajajajajaj genial el relato xD
Suerte en el concurso, aunque no la necesites! :D

iván dijo...

Muy bueno, sí señor. Se hace demasiado detallista en algunos puntos pero seguramente el texto lo merece. Y que fuerza la del contramaestre. Seguro que se llamaba Patxi...

AntonioEZafra dijo...

MANOLO FELICIDADES POR SER UNO DE LOS FINALISTAS.

En unos días te mandaré la entrevista para que me la contestes.

Felicidades campeon.