¡Hola mamá!...

Distinguidos lectores, queridísimas lectoras, es para mí un placer comunicaros que desde hoy este humilde blog del cual yo soy presidente, director, gerente, escritor y botones, cuenta con dos lectoras nuevas que son mi madre y mi hermana, a cuya casa por fin ha llegado Internet.

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Ahora disculpadme un parrafito que le voy a mandar un saludito.
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¡Hola mamá!, soy yo, tu Manolito, ¿has visto que gran personalidad soy aquí y cuantos cargos importantes desempeño?. Ya te había advertido el día que me nombraron presidente de la comunidad de vecinos que aquello no acabaría allí y que aquel nombramiento sólo era el primer escalón de una trayectoria ascendente.

Y tú que pensabas que todo se truncaría el día que me echaron y que acabaría en Carabanchel... ¡Ays, mujer de poca fe!, que a veces tengo la impresión de que me conoces tan poco que pienso que te dieron el cambiazo en el hospital.

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Ahora perdóname un momentito que voy a dirigirme a mis lectores.
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Como os iba diciendo y vosotros mismos podéis comprobar, mi madre ya anda por aquí. ¿Y eso que significa?, pues que tendré que ser un poco más comedido con las entradas que haga y más fino con el vocabulario.

Se acabaron los tacos, groserías, hablar de sexo y hablar mal de Zapatero. Lo siento pero no estoy dispuesto a que mi madre crea que su hijo es un maleducado, un inculto, un obseso y un facha.

Ya sé que estabais muy acostumbrados a mi forma de escribir, pero supongo que ya sabéis aquello de que "madre no hay más que una y a vosotros os tropecé en la blogosfera". Aunque a veces pienso que a mi madre le dieron el cambiazo en el hospital.
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Perdonad un momentito que voy a hablar un poco con ella, la pobre es nueva en esto y si no estoy un poco pendiente de ella se me aburre.
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Ya estoy aquí otra vez mamá, es que estaba escribiéndole unas letritas a mis lectores.

Antes de nada… supongo que te habrás puesto las gafas para leer... porque esto de mirar fijamente a un monitor no es bueno para la vista, y menos para ti con ese problema de descalcificación de huesos que tienes, porque la vista y huesos están más relacionados de lo que piensas y si no me crees acuérdate del día aquel que diste un codazo contra el marco de la puerta y que decías ver estrellitas.

Pues si miras mucho para aquí te pasará que cuando vayas para cama verás letritas, así que es mejor que no leas más por hoy y que mires un poco la tele que creo que a esta hora sale Gabilondo y ya sé que te gusta.
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Espera un momentito que acabo de recordar algo que le quería decir a mis lectores. Vuelvo enseguida.
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Aquí estoy. Tenéis que disculpar que escriba esta entrada a cachos, pero es que hoy me ha llamado de improvisto para decirme que ya tenía Internet y para que le diese la dirección de “mi libreta”, es que la pobre cuando le he dicho que escribía en un blog me entendió un bloc, y claro, bloc y libreta son prácticamente lo mismo salvo que esta última sea de rayas.

El caso es que no podía negársela y tampoco me dio tiempo de advertirle que clase de cosas escribía yo por aquí, y no quería asustarla, porque imagínate tú que se le da por leer la entrada en la que hablo del caballo… Pobrecita.
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Perdón un momento que voy a despedirme de ella.
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Aquí estoy mamá. Presta atención ahora y haz lo que te voy a decir… mueve la flechita del ratón hasta la esquina de abajo a la izquierda de la pantalla, donde pone “Inicio”. Dale ahí con el botón. Ahora dale otra vez con el botón donde pone “apagar equipo”. Vuélvele a dar en “apagar” de ese cuadradito que te apareció en la pantalla…

¡Hasta mañana mamá!, un beso, te quiero mucho…

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Bueno, ya está, mañana tendré unas palabritas con ella para ponerla en conocimiento de causa, la verdad es que a sus años ya está más que curada de espantos, pero es que está convencida de que yo senté cabeza cuando cumplí los cuarenta y me jode despertarla de su sueño muy bruscamente. Pobrecita… si es que a veces pienso que le dieron el cambiazo en el hospital.