jueves, 5 de febrero de 2009

Misteriosas casualidades


omo he dicho en mi anterior entrada, este blog está a punto de cumplir su primer año de existencia y con esta las 447 entradas. Y que putada no tener 10 entradas más, porque entonces os hubiese recomendado leer el post de Eulogio titulado 457 y nos hubiésemos cagado todos por la pata abajo.
Bueno, todos todos puede que no, porque a lo mejor tú no crees en esoterismos y cosas del más allá, pero yo como buen gallego que soy debo decir que tampoco creo, aunque sé que sí existen las meigas, los fantasmas, los entes y Marujita ua ua…
Y es que a lo largo y ancho de mi vida he visto y vivido muchas experiencias de ese tipo, con alguna que otra aparición y unas cuantas desapariciones, siendo la última de ellas hace un par de meses cuando un bolígrafo cojonudo que dejé una tarde olvidado en la mesa de la oficina y que al día siguiente se había esfumado sin que nadie lo hubiese visto. Ni que decir tiene que el boli desapareció por la noche y cuando el taller estaba vacio.
Esta desaparición provocó mi curiosidad por este tipo de fenómenos, lo que me llevo a realizar un experimento científico del que estoy seguro todos habéis oído hablar alguna vez: una sicotelefonía, que viene siendo lo mismo que una sicofonía pero hecha con la grabadora de un teléfono móvil en lugar de un magnetofón convencional.
Tal experimento me ha dado un resultado que me ha dejado acojonado, ya que he podido comprobar in situ y con mis propios ojos que si dejo el móvil encendido y grabando, a la hora y pico se le agota la batería, por lo que me he quedado sin saber de que hablan los fantasmas y cual de ellos ha sido el cabrón que me mangó el bolígrafo.
Reconozco que cada vez que hablo de estas cosas me asusto, ahora bien, por mucho miedo que coja no es nada comparado al susto que llevé aquella noche que creí que se me apareciera la Virgen.
Así que si tú eres de los que piensas que la Virgen sólo se le aparece a los tontos y a los pastores, que sepas que estás equivocado y aquí estoy yo para afirmar que a los borrachos también se nos tiene aparecido. Aunque en el caso que os contaré resultó ser un malentendido.
No sé con exactitud que Virgen era, si la de los Remedios o la de los Dolores. Sé que no eran ni la Moreneta, ni la Macarena, ni la del Rocío. A mi se me apareció en Vigo, lo que me lleva a pensar que aquella Virgen era más gallega que la empanada de vieiras.
Era un fin de semana en el que un amigo de aquella ciudad nos invitó a pasarlo en su casa aprovechando que sus padres se habían ido de viaje, y puesto que teníamos comida y pensión pagada para allá nos fuimos los 8 de la pandilla.
No sé qué coño tienen las noches en Vigo ni el efecto nocivo tienen estas en el organismo, pero cuando a las 6 de la madrugada nos fuimos para cama, quien más quien menos había perdido por las calles de esa ciudad una buena parte de los sentidos. Hoy en día y cuando han transcurrido más de 25 años de aquella noche, estoy totalmente convencido de que fueron los cubatas.
El caso es que a los pocos minutos de acostarme se me apareció su figura sobre la mesilla de noche. Era clara, brillante y permanecía inmóvil, pero de que era ELLA no tuve ninguna duda, como tampoco la tuve de que me miraba muy fijamente.
Mi reacción fue lógica, primero se me escapó un grito que despertó a medio edificio, la siguiente fue levantarme de un salto, arrodillarme y rezar un Dios te Salve.
Y menos mal que no era la auténtica Virgen, ya que de serlo no sé que le hubiera parecido que uno de sus hijos la adorase arrodillado, borracho y en pelotas. Aunque a decir verdad, hubiese preferido que ella se enfadase conmigo por estos detalles, a que todos más amigos me sorprendiesen de tal guisa.
Al final resultó ser una figura fluorescente de esas, que hay que tener huevos para ponerla en la mesilla de noche.
En fin, creo que ya me he extendido demasiado con esta entrada, así que dejaré para otra ocasión alguna que otra aparición vivida a lo largo y ancho de mi vida.
Eso sí, quiero acabar ésta igual que la he comenzado, citando un hecho que puedes interpretar como a ti te de la gana, pero si Eulogio ayer se quedó sorprendido por una extraña coincidencia y que a su blog os remito para que os enteréis, ahora os sorprendo yo con otra que junto con la de mi amigo os dejará acojonados.
¿Es una simple casualidad que tanto él como yo hablemos de esto?, ¿es otra casualidad que precisamente este tema surja pocos días antes del aniversario de este blog, el cual sorprendentemente coincide a VIERNES 13?.
El amigo Eulogio traslada su inquietud a Iker Casillas, pero yo necesito una respuesta más profunda y verdadera, por lo que trasladaré mis preguntas al cura de mi parroquia, aunque se enfade conmigo por haberle rezado a la Virgen, borracho y en pelotas.

3 han comentado:

Anónimo dijo...

jajaja pues esa figurita la puede llevar a un museo!! no pasa ná manolo, yo estuve una hora hablando con un colega... y era la sombra de un abrigo jajaja por eso nos pasamos al ponchecola que es más flojito... y entran más jajaja

adió

Eulogio Diéguez Pérez (Logio) dijo...

Aún estás a tiempo de publicar 10 entraditas.

Anónimo dijo...

Paisano, simplemente....te sales!!!

Saludos desde la costa de Lugo.

Javi