Pasó el peligro...

En una entrada anterior alertaba sobre el peligro ocasionado por el hallazgo por parte de una paisana de un extraño aparato, cuya procedencia no quedó en principio aclarada, pudiendo incluso tratarse de un artilugio de los extraterrestres.
Tras la divulgación del vídeo del hallazgo, tanto organismos como expertos en la materia se han puesto la bolsa en la cabeza para protegerse y tras ello se han puesto a trabajar para esclarecer el origen del artilugio, llegando a la conclusión de que pudiera tratarse de un “botafumeiro o un emepetrés de esos”, descartando por lo tanto que el aparato en cuestión sea el causante del dolor de huesos que afectaba a la señora y que en principio se le atribuía a la radioactividad del carallo.
Por este motivo me veo en la obligación de tranquilizar a los lectores de este blog que hayan leído mi anterior entrada titulada PELIGO POST RADIOACTIVO, y que tras la cual se hayan quedado susceptibles de padecer las consecuencias del contacto con este tipo de contaminantes.
Del mismo modo quiero hacer una llamada de atención a los señoritos de Santiago y La Coruña, esos a los que se les va la ingnorancia una vez que se ponen gafas de pasta, que han criticado a la buena señora tras la denuncia del hallazgo y a quienes diría desde aquí: señoritos del carallo, ¿de qué coño habláis vosotros si no tenéis puta idea de lo que es un dolor de huesos?.
Aunque creo que nadie mejor que la propia interesada para poner las cosas en su sitio.

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