Piropeando ando

Va de piropos y romanticismo la cosa esta semana. El juego en esta ocasión consiste en piropear a Rosita, hasta… bueno, piropearla sin más para ganar una foto.
El premio es mío, que a romántico no me gana nadie y lo soy tanto que me es imposible parecerlo con otra que no sea mi amada esposa.
Lo siento Rosita, pero soy incapaz de decirte cosas bonitas que vayan más allá de alabar tu hermosura o rendirme a tu simpatía porque no las diría con el corazón, que para estas cosas es quien manda y quien habla, que cuando de amor se trata lo primero que se pierde es la cabeza y con ella la capacidad de razonar y pensar. Además querida amiga, no es correcto que el "caballero del año" piropee a una pensando en otra.
No quiero ser el "romántico del año", pero ya que estoy pensando en piropos y galanterías, me voy a guardar lo más bonito que se me ocurra y se lo diré a mi mujer, que no me premía con fotos, que esas ya se las quito yo muy fácilmente, pero me voy a esforzar al máximo a ver si le quito un TE QUIERO… y ese sí que es premio.
De todos modos tampoco soy yo muy bueno para escribir al amor y eso que lo he intentado en más de una ocasión.
Antes de casarme quise hacerlo y un par de meses antes de aquel San Valentín, me puese manos a la obra y le quise dedicar a mi novia la poesía más bonita que jamas se había escrito… pero sólo sabía escribir TE QUIERO.
Y como soy más práctico que charlatan aunque no lo parezca, al final apelé a esta virtud y me incliné por comprarme un libro de poesías de amor, del que cada día copiaba una y se la envíaba por correo, lo que hice durante un mes y hasta que conoció mi letra y se acabó el romanticismo de golpe, pues ya descubierto y para evitar el trabajo y el gasto en sellos de correo, le envié el libro y ahí se acabó el cuento.
Dicen las malas lenguas que quien ama de verdad lo hace sin esperer nada a cambio, bueno, pues yo no soy de esos y cuando doy mi amor sólo espero una cosa a cambio: QUE ME LO DEVUELVAN… pero coño, una simple foto me sabe a poco.